Quentin Convard - Los atentados del 11-S

Quentin Convard, 2016

Traducción: Marina Martín Serra

Editor digital: Titivillus

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Este libro es una guía práctica y accesible para saber más sobre los atentados del 11-S, que le aportará la información esencial y le permitirá ganar tiempo.

En tan solo 50 minutos, usted podrá:

• Comprender el contexto que rodea a los atentados del 11-S, con la cuestionada elección de George W. Bush y el extremismo de los talibanes.

• Descubrir a los personajes que tuvieron un papel relevante en relación con los atentados o con su gestión, así como el transcurso de los hechos, paso a paso y con todo detalle.

• Analizar las consecuencias de los atentados en Estados Unidos y en el mundo, con el inicio de la guerra de Afganistán, así como la teoría del complot de algunas voces críticas.

Quentin Convard

El trauma de toda una nación

En 50 minutos
Historia - 0

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Titivillus 02.05.2020

• ¿Cuándo? El 11 de septiembre de 2001
• ¿Dónde? En los Estados Unidos
• ¿Principales protagonistas?
  • George W. Bush, hombre de Estado estadounidense (nacido en 1946)
  • Osama bin Laden, yihadista de origen saudí (1957-2011)
  • Khaled Sheikh Mohammed, jefe militar de Al Qaeda (nacido en 1965)
• ¿Repercusiones?
  • La guerra contra Afganistán
  • La persecución de Osama bin Laden
  • El Patriot Act
• ¿Víctimas? 2976 muertos

El 11 de septiembre de 2001, el mundo entero descubre horrorizado una serie de atentados perpetrados en territorio estadounidense. Ese martes por la mañana, cuando nada lo auguraba, 19 terroristas repartidos en cuatro aviones hacen estrellar los aparatos, de forma casi simultánea, contra el World Trade Center, contra el Pentágono y contra un campo en Shanksville (Pensilvania). Dos horas después, las torres gemelas se hunden, llevándose consigo a dos otros inmuebles cercanos que no recibieron el impacto de los aviones. El balance oficial habla de 2976 víctimas y 19 kamikazes.

No es la primera vez que los estadounidenses se sienten sobrepasados por un enemigo extranjero: el ataque de Pearl Harbor perpetrado por los japoneses en 1941 o el lanzamiento del primer Sputnik por parte de los soviéticos en 1957 debilitaron ya la hegemonía estadounidense y la imagen del país. Sin embargo, el 11 de septiembre de 2001 marca el primer ataque enemigo en el territorio americano. En tan solo 20 minutos, los Estados Unidos entran de lleno en el siglo XXI.

Cuando los Estados Unidos sufren el ataque de Al Qaeda el 11 de septiembre de 2001, George Bush gobierna desde hace pocos meses y su elección contra el demócrata Al Gore (nacido en 1948), antiguo vicepresidente de Bill Clinton (nacido en 1946), constituye una verdadera telenovela con giros inesperados. En noviembre de 2000, el día después de las elecciones, George Bush parece ganar con una ventaja ridícula en Florida (500 votos de los 5,9 millones). Pero, rápidamente, el candidato demócrata señala las numerosas irregularidades que tienen lugar durante el escrutinio. A continuación se desata una controversia jurídica y política con el objetivo de designar al vencedor y próximo presidente de los Estados Unidos.

35 días después de las elecciones, cinco jueces de la Corte Suprema de los Estados Unidos, nombrados por George Herbert Walker Bush (nacido en 1924) y Ronald Reagan (1911-2004), se pronuncian a favor del candidato republicano. George W. Bush sucede así a Bill Clinton gracias a los votos de 271 grandes electores, contra los 267 de Al Gore. La población mantiene la calma ante tantas dudas, pero esta elección ilustra las debilidades del sistema democrático americano. Durante las deliberaciones, la tensión era palpable tanto en los candidatos como en sus consejeros más próximos, y la llegada del antiguo gobernador de Texas a la Casa Blanca no se produce sin fricciones. Además, los republicanos tienen mayoría en el Senado por un solo voto. Por consiguiente, George Bush se encuentra ante un dilema: ¿tiene que actuar para unir a una nación dividida o para afirmar el poder republicano? Los atentados del 11 de septiembre no le dejarán tiempo para reflexionar acerca de esta pregunta y tendrán una gran influencia en su política.

Aunque los atentados del 11 de septiembre de 2001 sorprenden por su crueldad, por el hecho de que se producen en territorio estadounidense y por su carácter espectacular, el terrorismo islamista no es una novedad para los servicios de inteligencia americanos. El tema ya había sido uno de los mayores desafíos de la elección presidencial de 1996 puesto que, con su reelección, Bill Clinton le confiere más importancia a la lucha contra el terrorismo que cualquiera de sus predecesores, en especial mediante dos leyes: el Antiterrorism and Effective Death Penalty Act y el Illegal Immigration and Migrant’s Responsability Act. Aunque los efectivos de la CIA disminuyen a partir de 1993, el Counterterrorism Center duplica su personal, algo que contribuye a frustrar varios atentados.

Es cierto que los años noventa estuvieron marcados por numerosas agresiones terroristas, como el atentado cometido contra el World Trade Center, en 1993, o los que se produjeron contra las torres Khobar (Arabia Saudí), donde se alojaban militares estadounidenses, en 1998. Los Estados Unidos, que acaban de salir vencedores de la Guerra Fría (1945-1990), se muestran temerosos ante un mundo islamista que conocen muy poco y ante la llegada a la escena internacional de nuevas potencias susceptibles de poner en tela de juicio su supremacía. Así, las pruebas atómicas que la India y Pakistán realizan en 1998 constituyen un fracaso de la política internacional de no proliferación de las armas nucleares, una política importante para los Estados Unidos. En agosto del mismo año, se producen ataques en las embajadas de los Estados Unidos en Kenia y en Tanzania, dejando un balance de más de 300 muertos y 4000 heridos. Estos ataques terroristas se hacen eco del que tiene como objetivo el World Trade Center, en 1993, y de los perpetrados contra las tropas americanas basadas en Arabia Saudí, en noviembre de 1995 y en junio de 1996.

El atentado del World Trade Center de 1993

El 26 de febrero de 1993, un coche bomba explota en el sótano de la torre 1 del World Trade Center. El objetivo de Al Qaeda era hacer que la torre norte se tambalease, y que con este movimiento tumbase a la torre sur y matase a miles de civiles. Aunque la operación fracasa, causa 6 muertos y varios cientos de heridos. El cerebro de la operación es Ramzi Youssef (nacido en 1967), que huye hacia Pakistán pocas horas después del atentado. Khaled Sheikh Mohammed, que financia el atentado, se encuentra también entre las personas implicadas en los atentados del 11-S.

Tras estos trágicos acontecimientos, los Estados Unidos se conciencian progresivamente sobre el hecho de que su política y su ideología son criticadas y son el objetivo de algunos medios islamistas, entre los que destacan el grupo Al Qaeda y su mentor, Osama bin Laden.

Aunque la mayoría de los ciudadanos estadounidenses ven el rostro de Osama Bin Laden por primera vez con los atentados del 11-S, la CIA y el FBI ya hacía años que situaban al millonario entre sus prioridades, en concreto desde la segunda mitad de los años noventa.