Índice
PRÓLOGO
El presente libro tiene su origen en una serie de conversaciones; por una parte, las que mantuvimos los dos autores —uno especializado en los imperios coloniales de Francia y Gran Bretaña en África, y el otro en los de la Rusia zarista y la Rusia soviética—, y por otra, las que se desarrollaron con nuestros alumnos de posgrado de la Universidad de Michigan —y posteriormente de la Universidad de Nueva York— en el transcurso de nuestro seminario sobre «Imperios e imaginación política», así como las que surgieron con diversos colegas —cuya especialidad abarcaba zonas del mundo que nosotros no dominábamos—, con asistentes de numerosas conferencias y congresos relacionados con la historia de América del Norte, Eurasia, África y Australia de los últimos diez años, y con los estudiantes de la Universidad de Nueva York, donde impartimos un curso sobre imperios a los alumnos de primero. Por ello, nuestra obra refleja esta génesis .
El objetivo de nuestras enseñanzas y nuestros ensayos es hacer de una historia compleja un relato claro para los estudiantes de cualquier nivel y para los lectores interesados en la materia, sin por ello dejar de cuestionar las representaciones del pasado llevadas a cabo por el mundo académico. Nuestra pretensión es ampliar las perspectivas de la historia política del mundo sin partir de indicadores y referentes habituales —en nuestra opinión, a veces confusos—, tales como la transición de imperio a nación-estado, la diferencia entre Estado moderno y Estado premoderno o Europa y Occidente como únicos agentes de cambio relevantes, para bien o para mal. Son muchos los debates de historiadores y teóricos políticos en torno a este tema, la mayoría de ellos aún vigentes, y nosotros ya hemos abordado esas controversias en otros contextos. En el presente libro ofrecemos un cuadro general sin discutir sobre cada una de sus pinceladas. No incluimos a pie de página notas sobre las numerosas obras que han sido fundamentales para la elaboración de nuestro estudio; en su lugar, hemos preferido proporcionar en cada capítulo una guía de lecturas para profundizar en cada una de las materias .
Este libro habla de algunos imperios, no de todos. En líneas generales, nos hemos concentrado en Eurasia —desde sus límites con el Pacífico por un lado, hasta sus fronteras con el Atlántico por otro—, poniendo especial atención en sus imperios de ultramar en América y en África, y en algunas de sus aventuras por otras tierras. Ni que decir tiene que habría podido realizarse una elección distinta, y perfectamente justificable, de los imperios a tratar, pero nuestra atención en Eurasia permite ofrecer tanto una gran variedad de tipos de imperio como una historia de interacciones densas y duraderas. Esperamos que las cuestiones que se plantean sean de utilidad para el análisis de otros imperios y otros escenarios. Éste es un libro sobre política, con especial atención a la economía política; no se trata de una historia de economía del mundo, tema que otros ya han abordado excelentemente. Tampoco se trata de un libro sobre imperialismo como método singular de dominación. Por el contrario, nuestra intención ha sido explorar la multiplicidad de maneras en las que funcionaron distintos imperios, teniendo en cuenta la envergadura y los límites de sus esfuerzos a lo largo del tiempo y en una variedad de contextos .
Y un inciso acerca de la terminología. En un libro que abarca más de dos mil años de historia, es preciso hacer referencia a territorios que actualmente forman parte de un país conocido, pero en el que las fronteras políticas han sufrido numerosas variaciones a lo largo del tiempo. En ocasiones hablamos de un acontecimiento histórico que tuvo lugar en «el territorio que se conoce actualmente como España» o en «la región que hoy día llamamos Europa», aunque este sistema pueda resultar agotador. Intentamos establecer con claridad las relaciones cambiantes existentes entre autoridad política y territorio, pero en numerosos contextos utilizamos los topónimos actuales como vía rápida para indicar un lugar. Del mismo modo, no es más que una forma de simplificar cuando hablamos de cualquier tipo de Estado como actor y ejecutor de un hecho —por ejemplo, «Francia decidió...»—, pero a veces tomamos este atajo, evitando una larga disertación acerca de quién actuó en Francia de esa manera, y quién optaba por otra solución, excepto en los casos en los que esas distinciones sean de suma importancia para nuestras tesis. Debemos señalar también que para la mayoría de nombres y topónimos utilizamos a lo largo del libro los equivalentes actuales y simplificados en lengua castellana .
De esas vías rápidas que utilizamos, las más significativas son intrínsecas al proyecto en sí mismo. El presente libro va abarcando por párrafos los campos de estudio que los alumnos de posgrado irían desarrollando a lo largo de dos años antes de enfrentarse a sus tesis doctorales. Nuestros conocimientos y nuestra investigación de varias décadas abarcan una pequeña fracción de las épocas y las regiones de las que habla el presente libro. Como no podemos disponer de vidas suficientes para trabajar en este libro, decidimos adoptar cuatro estrategias. En primer lugar, hemos consultado textos maravillosamente sintetizados escritos por especialistas de cada campo —libros que compilan la historia de un imperio a lo largo de muchos años, o que tratan de un tema general—, así como diversas colecciones de historia, entre otras la de Cambridge y la de Oxford. En segundo lugar, hemos incluido nuevos descubrimientos y perspectivas que nos han ofrecido algunas publicaciones recientes acerca de determinados imperios y sus contextos. En tercer lugar, hemos participado en conferencias sobre imperios y colonialismo, donde los especialistas han debatido las últimas investigaciones que se han llevado a cabo .
Entre los anfitriones que han tenido a bien contar con nuestra presencia, cabe destacar el Social Science Research Council, la School of American Research, la Universidad Duke, la Universidad de Harvard, la UCLA, la Universidad de Texas, la Universidad de Wisconsin-Milwaukee, el NIOD (Instituto de Documentos de Guerra de los Países Bajos), el Centre d’Études et de Recherche International, la École des Hautes Études en Sciences Sociales, la Universidad Humboldt, el Instituto Histórico Alemán de Moscú, la Universidad Central Europea, el Open Society Institute, la Academia Rusa de las Ciencias, la Universidad del Bósforo de Estambul, así como la Universidad de Columbia y la Universidad de Nueva York (en numerosas ocasiones). Hemos presentado parte de nuestro trabajo, y recibido valiosos comentarios, en la Universidad de Ottawa, en la Universidad de Sidney, en la Universidad Griffiths de Brisbane, en la Universidad Hobart de Tasmania, en la Universidad de Otago y en la École Normale Supérieure de París .
Y en cuarto lugar —y lo más importante—, nos hemos inspirado en nuestros colegas. Las ideas de Fred Cooper sobre diversas cuestiones relacionadas con el colonialismo y las colonias deben mucho a una colaboración anterior con Ann Stoler; la perspectiva desde la que Jane Burbank aborda la Rusia imperial también tiene mucho que ver con los proyectos desarrollados conjuntamente con David Ransel, Mark von Hagen y Anatolyi Remnev. Empezamos a estudiar juntos este tema en la Universidad de Michigan, donde una comunidad académica excepcionalmente dinámica nos ayudó a seguir adelante con nuestro proyecto. La idea de extender nuestros estudios a épocas anteriores y nuevas zonas geográficas, como, por ejemplo, el imperio otomano, nació cuando Fatma Müge Göçek nos envió a Estambul. El Instituto Internacional de Michigan y su director, David Cohen, patrocinaron el primer seminario de historia de los imperios que dimos en 1999-2000. Nos sentimos muy orgullosos de que varios estudiantes que asistieron a aquel seminario hayan desarrollado posteriormente grandes estudios sobre diversos imperios y en la actualidad impartan cursos en distintas universidades del mundo .
Página siguiente