Mélanie Mettra - Américo Vespucio
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- Libro:Américo Vespucio
- Autor:
- Editor:ePubLibre
- Genre:
- Año:2016
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Américo Vespucio: resumen, descripción y anotación
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Américo Vespucio — leer online gratis el libro completo
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- ¿Nacimiento? El 9 de marzo de 1454 en Florencia (Italia).
- ¿Muerte? El 22 de febrero de 1512 en Sevilla (España).
- ¿Objetivo de la expedición? Explorar y cartografiar tierras desconocidas.
- ¿Regiones del mundo exploradas? América Central y del Sur.
- ¿Descubrimientos destacados?
- La desembocadura del Amazonas.
- La bahía de Río de Janeiro.
Si el nombre de Américo Vespucio pasa a la posteridad, es gracias a un célebre monje cartógrafo alemán, Martin Waldseemüller (1470-1518 o 1521). Este publica en 1507 el primer mapa en el que aparece el continente que Cristóbal Colón (navegante y explorador genovés, 1450-1506) descubrió sin saberlo. Waldseemüller llamará «América» a su parte sur, en honor a Américo Vespucio. Vespucio, aunque español de adopción, es de origen italiano, y posee un estrecho vínculo con la gran familia de los Médici; hombre de negocios amante de la geografía y la cartografía, es el primero en estar convencido de que las tierras que descubre Colón no son una parte desconocida de Asia, sino un continente entero.
Sus expediciones en Sudamérica inspiran muchos relatos de viajes. Aunque hoy en día muchos han desaparecido, sus descripciones de las costumbres de los pueblos que encuentra en las costas brasileñas tuvieron un gran éxito entre sus contemporáneos. Pero su periplo está lleno de misterios: el número de sus viajes es incierto, el papel exacto que desempeñó también, y su reputación está manchada por la sospecha de haber usurpado el papel de Cristóbal Colón en el descubrimiento de un nuevo mundo. Vespuci, apasionado de las letras, de las ciencias y de los viajes, fue un popular cronista cuyos escritos se difunden a través de una imprenta entonces en pleno auge. Este hombre del Renacimiento llevó una vida propia de su época.
Retrato de Américo Vespucio, de 1876.
Américo Vespucio nace en 1454 en Florencia. Su padre, Nastagio Vespucio (1425-1483), es notario del gobierno de Florencia, la Signoria, y su tío Giorgio Antonio Vespucio (1434-1514) se encarga de educar a Américo. Monje dominico, Giorgio Antonio Vespucio es un humanista reconocido cuya cultura y erudición le permitieron entrar al servicio de los Médici, enseñando griego y latín a los niños de la élite florentina. Por lo tanto, Américo Vespucio frecuenta el entorno cultivado de los Médici, junto a pintores y hombres de letras, como Sandro Botticelli (pintor florentino, 1445-1510), que es su vecino.
Su tío también tiene grandes cualidades diplomáticas gracias a las que es enviado a Francia en 1478. De hecho, los dos hermanos de la familia de los Médici, Lorenzo (llamado Lorenzo el Magnífico, hombre de Estado florentino, 1449-1492) y Juliano (hombre de Estado florentino, 1453-1478), fueron víctimas de un intento de asesinato maquinado por los hijos de la familia Pazzi (una familia muy antigua de la nobleza florentina), que termina con la muerte de Juliano. La familia Médici, cuyo poder se tambalea a causa de esta conspiración, busca entonces apoyo en las cortes europeas. Con este objetivo, envían a Giorgio Antonio Vespucio como embajador ante el rey de Francia, Luis XI (1423-1483). Américo le sigue, para continuar con su formación, destinada a convertirlo en un hombre de negocios en el sentido moderno del término, es decir, a ocuparse de la gestión de las finanzas, del secretariado y de las relaciones públicas de su propia familia primero y de la ciudad de Florencia después.
LA MUSA DE UN PINTOR
Hubo otro miembro de la familia Vespucio con un destino particular: Simonetta Cattaneo de Candia (1453-1476) que, con 15 años, se casa con Marco Vespucio, primo de Américo Vespucio. Puesto que está casada con un Vespucio, frecuenta también la corte de los Médici, y algunas voces afirman que habría sido la amante de Juliano de Médici.
En cualquier caso, allí conoce al pintor Botticelli, que usa como modelo en sus cuadros más famosos a Simonetta, a la que Florencia apoda en francés «La Sans Pareille» (que significa «la Sin Igual») debido a su increíble belleza: ella es Venus en Venus y Marte (circa 1483) y en El nacimiento de Venus (circa 1484), y una de las gracias en el cuadro titulado La primavera (circa 1478). Sandro Botticelli es enterrado, a petición suya, a los pies de la tumba de su musa en la iglesia de Ognissanti, en Florencia. El retrato de la «bella Simonetta» pintado por Piero di Cosimo (pintor florentino, 1461/1462-1521) también adorna las paredes del museo Condé en Chantilly (Francia).
El Nacimiento de Venus, cuadro de Botticelli.
Cuando muere su padre, Américo Vespucio se ve obligado a regresar a su ciudad natal, donde entra al servicio de Lorenzo di Pierfrancesco (1463-1503), primo de Lorenzo de Médici. En 1491 es enviado a Sevilla, para gestionar sus asuntos de negocios con Juanoto Berardi (armador y comerciante florentino que vivía en Sevilla, 1457-1495), que participa en la financiación de las primeras expediciones de Cristóbal Colón y permite que los dos hombres se conozcan. Igual que Cristóbal Colón, Américo Vespucio es un apasionado de la cartografía, la astronomía y las técnicas de navegación. Lector de Marco Polo (viajero veneciano, 1254-1324), también cultiva el gusto por los viajes y la exploración. En 1499 se embarca en su primer viaje documentado, con el navegante español Alonso de Ojeda (1468 o 1470-1515/1516).
Durante sus dos primeros viajes, bajo la tutela de los reyes españoles Isabel I de Castilla (1451-1504) y Fernando II de Aragón (1452-1516), explora una parte de América Central. Luego parte con los portugueses, financiados por el rey Manuel I (1469-1521) y explora el sur del continente, con la esperanza de encontrar un estrecho que permita conectar el Atlántico con Asia. La historia de estas exploraciones despierta el entusiasmo en la corte de España, que le otorga el título de súbdito de sus Majestades. En 1505, Fernando II de Aragón le nombra piloto mayor de la Casa de la Contratación (administración colonial española) en Sevilla, y se le encargan las tareas de elaboración y control de los mapas náuticos y de la formación para la navegación científica de los capitanes de los buques destinados a las colonias españolas en América, cuya administración también se le confía a la Casa de la Contratación.
Muere en Sevilla en febrero de 1512.
Américo Vespucio nace en una Florencia en pleno Renacimiento, en una familia que pertenece a la esfera de influencia de los Médici. En ese momento, Italia todavía no cuenta con unidad política, sino que está formada por una multitud de ciudades de las que dependen territorios más o menos extensos, gobernados en forma de reino o de república.
Florencia es una señoría cuyo gobierno está formado por ocho priores, elegidos entre las corporaciones profesionales de la ciudad (gremios), y encabezados por el confaloniero de justicia, elegido de forma rotatoria entre las grandes familias de los diferentes barrios de la ciudad. Nombrados por dos meses, les asisten dos consejos que tienen una función consultiva. La familia Médici toma las riendas de la ciudad a partir de 1434 y de la llegada de Cosme de Médici (1389-1464), un rico heredero de un padre que se dedicaba tanto a la banca y al negocio textil como a la propiedad de la tierra. Sin cuestionar las instituciones, Cosme establece un modo de gobierno principesco basado en el clientelismo y el mecenazgo. Presta apoyo financiero a su familia, amigos y vecinos, que a cambio le conceden su lealtad y su influencia en la adjudicación de cargos públicos; así, y para su propio beneficio, penetra en la política de la ciudad y la dirige indirectamente. En 1469, Lorenzo de Médici llega al poder. A diferencia de su abuelo, no se contenta con dirigir la república mientras permanece en la sombra, sino que afirma una autoridad creciente creando por ejemplo el Consejo de los Setenta, cuyos miembros son nombrados de por vida, rompiendo con la tradición de rotación rápida de los cargos, o incluso aplastando sin piedad a sus adversarios, como durante la conspiración de los Pazzi (1478). Lorenzo el Magnífico encarna el apogeo del poder florentino e inspira la obra política de Nicolás Maquiavelo (escritor y político italiano, 1469-1527).
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