Mélanie Mettra - Copérnico

Nicolás Copérnico nace el 19 de febrero de 1473 en Toruń, ciudad de Prusia Real, en el seno del reino de Polonia. Es el menor de una familia de cuatro hermanos. Su padre, un rico comerciante de Cracovia, decide establecerse en Toruń para aprovechar el floreciente comercio hanseático. Huérfano cuando no tiene más de diez años, Nicolás es adoptado, junto con sus hermanos, por su tío materno, Lukas Watzenrode (1447-1512), un hombre con una gran cultura, conocido por sus hazañas bélicas y, sobre todo, por su título de obispo de Warmia (o de Ermeland).

Después de haber seguido las enseñanzas de Bernard Sculteti (1455-1518), futuro capellán del papa León X (1475-1521), su tío lo manda, con tan solo 18 años, a la Universidad de Cracovia, para que estudie teología, pero sobre todo derecho canónico y las artes liberales. Bajo la influencia de su profesor Alberto de Brudzewo (astrónomo polaco, 1445-1497), adquiere sus primeras nociones de astronomía. En 1496, se encamina hacia Italia para asistir a las clases de la Universidad de Bolonia. Especializándose siempre en derecho y filosofía, conoce a Domenico Maria Novara (astrónomo italiano, 1454-1504), con quien realiza numerosas observaciones astronómicas y descubre la literatura científica y filosófica sobre ese tema.

Mientras tanto, su tío lo hace nombrar canónigo de Frombork. Después de haber asumido su cargo, Nicolás Copérnico deja Polonia de nuevo para terminar sus estudios en Pádova. Allí, mientras sigue un curso de medicina, obtiene el título de doctor en derecho canónico (mayo de 1503). Entonces, vuelve a Polonia, tierra de la que casi ya no volverá a salir hasta su muerte.

Como canónigo, Copérnico ejerce grandes responsabilidades económicas y políticas. Como médico, cura a su tío, el obispo de Warmia. Administrador de los bienes del cabildo de Warmia, se encarga de la atribución de las tierras y la instalación de los colonos, pero también de la representación del Cabildo en las asambleas de los Estados de Prusia Real.

Cuando Polonia entra en conflicto con los caballeros de la Orden Teutónica, Copérnico participa en el combate y debe huir de Frombork cuando estos últimos asaltan la ciudad (enero de 1520). Igualmente, organiza la defensa de la ciudad de Olsztyn como comandante militar.

Paralelamente, escribe una importante obra de reforma económica y monetaria (De monete cutende ratio, «Disertación sobre la acuñación de la moneda»), en la que expone, con rigor científico, la importancia del valor monetario, de la relación entre los metales preciosos oro y plata. Igualmente, es el precursor de la ley llamada de Gresham (cuando dos monedas se producen al mismo tiempo, la mejor se atesora, y solamente se deja circular a la menos buena).

Pero estas actividades no lo alejan de su pasión: la astronomía. Todos sus viajes presentan la ocasión de observar el cielo y, en Frombork, hace levantar una torre cerca de la catedral para habilitar un observatorio. Su lectura de los autores griegos, latinos y árabes y la calidad de sus observaciones le permiten cuestionar el sistema del astrónomo griego Claudio Ptolomeo, el predominante hasta ese momento. Al sistema geocéntrico que, a costa de numerosos cambios complejos, sitúa la Tierra en el centro de un sistema de planetas que giran alrededor de ella, prefiere un sistema heliocéntrico simplificado. Discreto con sus descubrimientos y sus hipótesis, su obra De revolutionibus orbium coelestium (Del movimiento de las esferas celestes), que sin duda terminó de redactar en 1530, no se imprime en Núremberg hasta 1543, pocas semanas antes de su muerte. Su amigo y discípulo Georg Joachim von Lauchen, llamado Rheticus (astrónomo polaco, 1514-1576), será el encargado de intentar difundir la obra de su maestro. Esta, que a posteriori tiene que dar lugar a la revolución copernicana, en un primer momento no tiene mucho éxito. No alcanzará toda su importancia hasta su desarrollo a través de la obra de Tycho Brahe (astrónomo danés, 1546-1601), de Galileo o de Johannes Kepler.

Copérnico muere en mayo de 1543 a causa de una hemorragia cerebral.

LA NUEVA TUMBA DE NICOLÁS COPÉRNICO

Según la tradición, los canónigos son enterrados en la catedral de la que dependen. Pero la tumba de Nicolás Copérnico permaneció mucho tiempo perdida en Frombork. El 4 de noviembre de 2005, tras nuevas investigaciones que permitieron identificar el lugar de inhumación del astrónomo, los arqueólogos encuentran restos en el pie del altar de la Santa Cruz. Gracias al análisis del cráneo y luego de las mechas de pelo de uno de los esqueletos, el cuerpo pudo ser identificado como el de Nicolás Copérnico. Volvió a ser enterrado en su catedral el 22 de mayo de 2010, tras haber recibido una misa y los homenajes de Józef Kowalczyk (obispo polaco, nacido en 1938).

Desde su creación a mediados del siglo X, el reino cristiano de Polonia se ve sometido a la agitación de sus vecinos. Intentando tomar con regularidad las tierras conquistadas por los reyes de Polonia a la dinastía de los Piastas (hacia 960-1370) o brindando un apoyo interesado contra las invasiones, el Sacro Imperio Romano Germánico, pero también los prusianos y los lituanos, asedian a lo largo del siglo XII un reino dividido en ducados vulnerables.

En el siglo XIII, los mongoles se establecen en las tierras dominadas por los caballeros de la Orden Teutónica, venidos para ayudar al duque de Mazovia, en guerra contra los prusianos. La unidad del reino de Polonia se debe entonces principalmente a la creciente influencia de la Iglesia que, a través de los obispados, anima la vida local. El reinado de Casimiro III (1309-1370) marca un punto de inflexión en la vida política polaca: logra deshacerse de la presencia engorrosa de los caballeros teutónicos y conquistar territorios que otorga a colonos campesinos, lo que favorece así su estatus. Igualmente, bajo su reinado se desarrollan la industria, el comercio y la reputación cultural del reino, a través de la creación de la Universidad de Cracovia. Tras la muerte del rey, la corona pasa primero a manos de su sobrino, Luis de Hungría (1326-1382), y luego a la hija de este último, Eduvigis de Anjou (1372-1399). En 1386, esta contrae matrimonio con el rey de Lituania, que se convierte en rey de Polonia bajo el nombre de Ladislao II Jagellón (1352-1434).

LA ORDEN TEUTÓNICA

La Orden Teutónica fue creada entre 1191 y 1198, durante la tercera cruzada, en Acre, en Tierra Santa. Al principio, administradores del sitio de acogida de los peregrinos alemanes, los hospitalarios de la casa de Santa María de los Teutónicos, se organizan rápidamente en orden militar para defender la Tierra Santa. En el siglo XIII, se implantan en el norte de Europa, donde dirigen sus armas contra las poblaciones paganas. Conquistan las tierras prusianas, polacas y lituanas, y crean ciudades (entre las que se encuentra Toruń) y un Estado monástico teutónico. Sin embargo, están en lucha constante con sus vecinos y, a mediados del siglo XVI, terminan por tener como única posesión Prusia occidental, sometida al rey de Polonia. Dividida por la Reforma protestante, la orden se debilita hasta que, en 1809, es disuelta por Napoleón I (emperador francés, 1769-1821). Resucita a principios del siglo XX y, hoy en día, está dedicada a obras de caridad y de educación.

La dinastía Jagellón (1377-1572) presidirá durante dos siglos la suerte conjunta de Polonia, Lituania y una parte de Ucrania. Los caballeros teutónicos son sus adversarios principales: ocupando la fachada marítima del norte de Polonia, Ladislao II y luego Casimiro IV (1427-1492) combaten contra ellos durante más de la mitad del siglo XV antes de imponerles la Paz de Toruń en 1466 y obtener así el acceso al mar Báltico.