Melanie Mettra - Edward Jenner
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- Libro:Edward Jenner
- Autor:
- Editor:ePubLibre
- Genre:
- Año:2017
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Edward Jenner: resumen, descripción y anotación
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Edward Jenner — leer online gratis el libro completo
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- ¿Nacimiento? El 17 de mayo de 1749 en Berkeley (Gran Bretaña).
- ¿Muerte? El 23 de enero de 1823 en la misma ciudad.
- ¿Principal aportación? La invención de la vacuna contra la viruela.
Durante siglos, las epidemias de peste, viruela, cólera, poliomielitis y sarampión han sacudido a la sociedad europea y, todavía hoy en día, siguen siendo una fuente de preocupación para los países en vías de desarrollo. Ya desde la Antigüedad, se llevan a cabo experimentos de todo tipo para intentar frenar estas enfermedades que, ocasionalmente, se cobran su tributo en vidas humanas: plantas, pociones, pero también técnicas más arriesgadas, como la exposición voluntaria a las enfermedades intuyendo la inmunización. Con estas últimas se obtendrán resultados aleatorios hasta finales del siglo XVIII y principios del XIX, cuando se inicia una auténtica revolución. Tras un siglo de avances en anatomía y en cirugía, la ciencia se centra en la epidemiología y se interesa por lo microscópico. La viruela, enfermedad endémica y epidémica mortal, es la primera víctima de estos importantísimos descubrimientos. En efecto, la inoculación de la enfermedad atenuada por contacto directo, practicada en China desde hace más de mil años, por fin llega a Europa gracias a Lady Mary Wortley Montagu (mujer de letras inglesa, 1689-1762) en 1721. Setenta años más tarde, un médico rural británico, Edward Jenner, establece la relación entre la viruela de la vaca (viruela bovina), una enfermedad benigna, y la viruela. Incluso antes de que Robert Koch (médico alemán, 1843-1910) y Louis Pasteur (químico y biólogo francés, 1822-1895) descubran el papel de los microorganismos (bacterias y, después, virus) como agentes infecciosos, Jenner inventa la vacuna, algo que cambiará de manera decisiva la relación del hombre con las epidemias y con la salud.
Edward Jenner nace el 17 de mayo de 1749 en Berkeley, en Gloucestershire, un condado del suroeste del Reino Unido, fundamentalmente rural y dedicado a la ganadería para la producción de leche. Su padre, Stephen Jenner (muerto en 1754), es un pastor anglicano. Edward, huérfano a los 5 años, es criado por sus dos hermanos mayores, también pastores. El joven en seguida desarrolla un enorme interés por el estudio de la naturaleza y colecciona fósiles.
Con 13 años, entra como aprendiz junto a Daniel Ludlow, un cirujano y farmacéutico de la ciudad de Sodbury —cerca de Bristol—, quien decide enviarlo a Londres para que complete su formación. Así, en 1770, Edward Jenner se convierte en alumno de John Hunter (1728-1793), famoso cirujano y anatomista del hospital San Jorge de Londres. Junto a su mentor y amigo obtiene una sólida formación. Un año más tarde, tras haber efectuado la catalogación de la colección de los ejemplares que el explorador británico James Cook (1728-1779) ha traído, se le ofrece un puesto de naturalista en su nueva expedición. Sin embargo, rechaza la propuesta, ya que prefiere volver a su tierra natal para ejercer como médico. Vuelve a Berkeley en 1773.
Retrato de Edward Jenner, por John Raphael Smith.
Miembro reconocido de su comunidad, ejerce su profesión con su sobrino, que lo asiste, y recibe a los pacientes en su casa The Chantry o realiza visitas a domicilio en las granjas de la región. En 1788, se casa con Catherine Kingscote (1761-1815), con quien tiene cuatro hijos. Ese mismo año, su amplio estudio sobre las costumbres del cuco le permite ser elegido miembro de la Royal Society. Por otra parte, lleva a cabo experimentos sobre la sangre humana e intenta volar a bordo de globos llenos de hidrógeno, tras la demostración de los hermanos Montgolfier.
De todas las plagas epidémicas a las que se enfrenta Edward Jenner, la viruela se caracteriza por una importante mortalidad y por los estragos cutáneos que afectan a los supervivientes. Desde principios del siglo, la observación ha permitido establecer que sufrir una variante atenuada de la enfermedad inmuniza contra esta. Así, en India, se envuelve a niños en las mantas de los enfermos. A principios del siglo XVIII, Lady Mary Wortley Montagu, esposa del embajador de Gran Bretaña en Constantinopla, se inocula el pus que extrae de las llagas a sí misma y a sus hijos. Incluso logra convencer a la familia real para que siga ese procedimiento.
Así, Edward Jenner no descubre el principio de la inoculación, sino el uso de un virus semejante a la viruela y en una forma atenuada. Como anécdota, se dice que Edward Jenner habría tenido la idea de utilizar el virus cowpox para «vacunar» contra la viruela (smallpox en inglés) al escuchar un dicho popular en boca de una chica de granja, según el cual contraer la viruela de la vaca (enfermedad infecciosa benigna transmitida por un virus bovino mientras se ordeña) protegía de la viruela. En realidad, Edward Jenner, que ha pasado toda su infancia en el campo y que ha curado sobre todo a granjeros y ganaderos, seguramente haya escuchado y observado muy a menudo, por sí mismo, esta relación entre viruela de la vaca y viruela. Así, en 1796, recoge pus de las llagas de una joven enferma de viruela bovina, Sarah Nelms, y lo inocula a un niño de 8 años, James Phipps. Unas semanas después de esta primera inoculación, que ha provocado la aparición de algunos síntomas, Edward Jenner vuelve a repetir el proceso, pero esta vez con el virus de la viruela: James Phipps no desarrolla la enfermedad.
Jenner realizando su primera vacunación en James Phipps el 14 de mayo de 1796, cuadro de Ernest Board.
El informe de este experimento, enviado en 1797 a la Royal Society, suscita debates. Tras haber llevado a cabo nuevos experimentos, Edward Jenner publica un fascículo para contarlos y bautiza su procedimiento como «vacunación». Este último se va extendiendo poco a poco por Gran Bretaña y, más adelante, por el resto de Europa. En 1802 y en 1805, el Parlamento le otorga una cantidad de 10 000 y 20 000 libras respectivamente, como recompensa por sus servicios al reino.
Mientras que su descubrimiento modifica y mejora la salud de miles de personas, Edward Jenner pierde progresivamente a sus seres cercanos. Su amigo John Hunter desaparece en 1793, y su hijo mayor Edward y su hija Mary mueren de tuberculosis en 1810. Anne, su hija pequeña, fallece en 1812 y lo mismo sucede con Catherine, su esposa, tres años más tarde.
Entonces, Edward Jenner se retira de la vida pública. Sufre un primer accidente cerebral en 1820, del que se recupera. Pero el 24 de enero de 1823, justo después de su última visita a uno de sus pacientes, se desploma en su despacho, fulminado por un nuevo ataque. Muere el 26 de enero y es enterrado junto a sus padres y su familia en el cementerio de Berkeley.
En 1603, Isabel I (1533-1603), que lleva a la cabeza del reino de Inglaterra más de cuarenta años, muere sin dejar herederos. Por lo tanto, es Jacobo IV de Escocia (1566-1625) quien la sucede bajo el nombre de Jacobo I. Es el hijo de María Estuardo (reina de Escocia y de Francia, 1542-1587), a quien Isabel mandó apresa y ejecutar dieciséis años atrás. De esta manera, los reinos de Inglaterra y de Escocia quedan unidos personalmente, aunque cada uno sigue conservando su propio parlamento. Pero el siglo XVII se ve marcado por los continuos enfrentamientos entre ambos pueblos, por la primera revolución que lleva a cabo Oliver Cromwell (soldado y hombre político inglés, 1599-1658), instaurando una república efímera, y por el regreso posterior de los Estuardo al trono. La conversión al catolicismo de Jacobo II (1633-1701) y su apoyo a la Iglesia católica en un país mayoritariamente anglicano provoca una segunda revolución, que lleva al trono en 1688 a Guillermo III de Orange (1650-1702), cuñado de Jacobo II. En 1701, Guillermo todavía no ha tenido hijos, por lo que el Acta de Establecimiento organiza la sucesión de los soberanos de Inglaterra para evitar el regreso de los Estuardo católicos. Así, en caso de que no haya heredero, el cetro le pertenece a la descendiente de Jacobo I, Sofía, la electora de Hamburgo (1608-1705).
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