Mélanie Mettra - Santo Tomás de Aquino
Aquí puedes leer online Mélanie Mettra - Santo Tomás de Aquino texto completo del libro (historia completa) en español de forma gratuita. Descargue pdf y epub, obtenga significado, portada y reseñas sobre este libro electrónico. Año: 2017, Editor: ePubLibre, Género: Historia. Descripción de la obra, (prefacio), así como las revisiones están disponibles. La mejor biblioteca de literatura LitFox.es creado para los amantes de la buena lectura y ofrece una amplia selección de géneros:
Novela romántica
Ciencia ficción
Aventura
Detective
Ciencia
Historia
Hogar y familia
Prosa
Arte
Política
Ordenador
No ficción
Religión
Negocios
Niños
Elija una categoría favorita y encuentre realmente lee libros que valgan la pena. Disfrute de la inmersión en el mundo de la imaginación, sienta las emociones de los personajes o aprenda algo nuevo para usted, haga un descubrimiento fascinante.
- Libro:Santo Tomás de Aquino
- Autor:
- Editor:ePubLibre
- Genre:
- Año:2017
- Índice:3 / 5
- Favoritos:Añadir a favoritos
- Tu marca:
- 60
- 1
- 2
- 3
- 4
- 5
Santo Tomás de Aquino: resumen, descripción y anotación
Ofrecemos leer una anotación, descripción, resumen o prefacio (depende de lo que el autor del libro "Santo Tomás de Aquino" escribió él mismo). Si no ha encontrado la información necesaria sobre el libro — escribe en los comentarios, intentaremos encontrarlo.
Santo Tomás de Aquino — leer online gratis el libro completo
A continuación se muestra el texto del libro, dividido por páginas. Sistema guardar el lugar de la última página leída, le permite leer cómodamente el libro" Santo Tomás de Aquino " online de forma gratuita, sin tener que buscar de nuevo cada vez donde lo dejaste. Poner un marcador, y puede ir a la página donde terminó de leer en cualquier momento.
Tamaño de fuente:
Intervalo:
Marcador:
- ¿Nacimiento? En 1225, en el castillo de Roccasecca, Aquino (Lacio).
- ¿Muerte? En marzo de 1274, en la abadía de Fossanova, Priverno (Lacio).
- ¿Principales aportaciones? Conciliación del dogma católico y de la filosofía aristotélica dentro de la doctrina tomista, convertida en doctrina oficial de la Iglesia católica.
Las representaciones contemporáneas de la Edad Media suelen ser las de una época sombría, marcada por el obscurantismo, opuesta al Renacimiento, coronado por el halo de luz del humanismo y de los avances científicos. Pero esta creencia olvida la formidable viveza del pensamiento que caracteriza a la época medieval.
Durante la Edad Media, los pensadores de las tres grandes religiones monoteístas se centran ante todo en el conocimiento de Dios. La época medieval permite que los eruditos del mundo islámico y, más tarde, los de Occidente a partir del siglo IX, redescubran los textos filosóficos antiguos. Estos últimos llevan a cabo diatribas intelectuales en las universidades recién creadas del siglo XII que marcarán durante muchos siglos el pensamiento filosófico y teológico. Entre ellos se encuentra Tomás de Aquino. Este hombre, con una constitución extraordinaria, doctor en teología, profesor en la Universidad de París y, más tarde, en Roma y en Nápoles, es el autor de una obra colosal en la que combina filosofía y teología. Comentador infatigable de la Biblia y de los escritos de Aristóteles, impregnado por el amor de la contemplación y de la oración, demostrará a lo largo de sus tesis que la razón y la fe, lejos de ser rivales, son dos medios para acceder al conocimiento de Dios. Todavía hoy en día, el pensamiento de santo Tomás de Aquino, que es también autor de escritos políticos que llevan el germen de un pensamiento democrático, incluso laico, y que promueve una moral de la felicidad, participa en la vida intelectual de la Iglesia católica.
Retrato de santo Tomás de Aquino.
Tomás de Aquino nace en 1225 en el castillo de Roccasecca, cerca del pueblo de Aquino, del que toma el nombre. Proviene de una familia noble y es sobrino nieto por vía paterna del emperador Federico I Barbarroja (emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, 1122-1190). Su familia lo destina a una trayectoria eclesiástica, por lo que es enviado al monasterio de Montecasino, cuna de la orden de los benedictinos, para recibir una formación inicial en latín. En este marco monástico descubre la oración y la contemplación, que cultivará durante toda su vida y que marcarán su obra. En 1240, se va a Nápoles para ahondar en sus conocimientos: allí estudia gramática, ciencias, teología y, sobre todo, filosofía. En esta ciudad también frecuenta la joven Orden de los Dominicos, donde se convierte en novicio cuando muere su padre, en 1243. Pero su madre, Teodora de Teano, no acepta sus votos. Manda que lo vayan a buscar a Nápoles y, después, a Roma para traerlo de vuelta al castillo de la familia y verlo emprender la carrera que le estaba destinada. Tomás consigue escapar en estas dos ciudades, pero en 1244, cuando sigue a Jordán de Sajonia (1190-1237), sucesor de Dominico (fundador de la Orden de los Hermanos Predicadores, 1170-1221) a la cabeza de la orden, en dirección a Bolonia, Teodora logra raptarlo con la ayuda de Federico II (emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, 1194-1254). Permanece encerrado durante casi un año en Roccasecca, pero no por ello renuncia a su compromiso.
En 1245, una vez liberado, se dirige hacia París y más tarde, en 1248, hacia Colonia, para continuar sus estudios. Recibe las enseñanzas de Alberto Magno (teólogo y filósofo suabo, c. 1200-1280), uno de los primeros teólogos que basa su reflexión en la obra redescubierta de Aristóteles (filósofo griego, 384-322 a. C.). Tras su formación, Tomás se convierte a su vez en profesor. Primero ejerce en París, donde en 1256 ocupa una de las dos cátedras de teología como maestro. En 1257, obtiene el doctorado en teología y dirige una de las dos escuelas del colegio de Santiago. El papa Alejandro IV (1199-1261) lo llama a Italia y, en Roma, en 1259, toma las riendas del centro de estudios pontificales. El prestigio y la influencia del que había sido apodado por sus condiscípulos como «buey mudo de Sicilia» por su envergadura y por su silencio le otorgan la confianza del sucesor de Alejandro IV. En efecto, Urbano IV (papa, 1200-1264) le pide que redacte un texto que ponga en entredicho la filosofía aristotélica tal y como la enseñan los intérpretes averroístas de la Sorbona.
ALBERTO MAGNO
Aunque Alberto Magno ya solo es conocido en los ambientes filosófico e histórico, lo cierto es que miles de parisinos y personas que están de paso por París utilizan su nombre a diario. En efecto, es probable que a partir de una deformación de su nombre se formara el topónimo «Maubert», atribuido a una plaza cercana a la Universidad de la Sorbona, en el barrio de la Montaña Santa Genoveva, lugar de culto de la enseñanza de la teología en la Edad Media.
Retrato de Alberto Magno.
En 1269, vuelve a la universidad parisina, en la que se siguen generando polémicas acerca de la lectura de las obras de los filósofos griegos, antes de dirigir una nueva escuela dominica en Nápoles. En diciembre de 1273, informa de una visión en la que ha visto que su muerte está próxima y decide poner fin a todos sus trabajos. El papa Gregorio X (1210-1276) lo convoca al Concilio de Lyon, que debe pronunciarse sobre las cruzadas en Tierra Santa y la unión de las Iglesias de Oriente y de Occidente. Se pone en camino en el mes de enero de 1274, pero no llegará nunca a su destino. Cae enfermo y muere en la abadía cisterciense de Fossanova. Actualmente, su cuerpo está inhumado en la iglesia del antiguo convento dominico de Toulouse.
Sus tesis, presentadas en dos obras magistrales, Summa contra gentiles y Summa teológica, en numerosos comentarios (de la Biblia, de Aristóteles) y en recopilaciones de preguntas debatidas durante sus enseñanzas, son el centro de numerosas y acaloradas discusiones tras su muerte. Pero, finalmente, Tomás de Aquino es canonizado por el papa Juan XXII (1245-1334) el 18 de julio de 1323 y es nombrado doctor de la Iglesia en 1567.
A principios del siglo XIII, nacen las órdenes mendicantes, denominadas así por sus votos de pobreza y de mendicidad. Hacen referencia por una parte a la orden que las origina, la Orden de los Frailes Menores, u Orden Franciscana, que toma su nombre de su fundador Francisco de Asís (1182-1226), y por otra parte, la Orden de los Predicadores, u Orden Dominica, fundada por el castellano Domingo de Guzmán. Nacido en 1170 cerca de Burgos, este último lleva a cabo estudios de teología y es ordenado cura en Osma (Castilla) a finales de 1190. Destaca por su talento como predicador, así que acompaña en dos ocasiones al obispo de Osma, Diego de Acevedo, en sus viajes a Dinamarca para concluir el matrimonio entre el heredero al trono de Castilla y una princesa danesa. Para ello, atraviesan el suroeste de Francia, donde el catarismo está en pleno auge. El ideal de evangelización y de predicación de Domingo se encuentra realizado.
A partir de 1206, fecha en la que funda en Prouilhe (Francia) un monasterio femenino y reúne a sus primeros discípulos, Domingo de Guzmán recorre las regiones de Lauragais, Carcasona, Toulouse y Montpellier para volver a poner en el camino de la Iglesia católica a las ovejas descarriadas en la herejía cátara. Apoyado por el papa Inocencio III (1160-1216), que ve en su austeridad un medio para responder a los reproches de los movimientos herejes, y deseoso de establecer una red de predicadores estable, Domingo funda en 1216 la orden de los Frailes Predicadores. Rápidamente tras la redacción de una regla, inspirada en la de san Agustín (doctor de la Iglesia latina, 354-430), los frailes se dispersan, tal y como establece su misión de predicación itinerante, basada en el modelo de los apóstoles. El propio Domingo vuelve a emprender la ruta, que le llevará hasta España, Francia e Italia. Muere en Bolonia en 1221.
Tamaño de fuente:
Intervalo:
Marcador:
Libros similares «Santo Tomás de Aquino»
Mira libros similares a Santo Tomás de Aquino. Hemos seleccionado literatura similar en nombre y significado con la esperanza de proporcionar lectores con más opciones para encontrar obras nuevas, interesantes y aún no leídas.
Discusión, reseñas del libro Santo Tomás de Aquino y solo las opiniones de los lectores. Deja tus comentarios, escribe lo que piensas sobre la obra, su significado o los personajes principales. Especifica exactamente lo que te gustó y lo que no te gustó, y por qué crees que sí.