Antonio Fernández Ortiz - Chechenia versus Rusia: el caos como tecnología de la contrarrevolución
Aquí puedes leer online Antonio Fernández Ortiz - Chechenia versus Rusia: el caos como tecnología de la contrarrevolución texto completo del libro (historia completa) en español de forma gratuita. Descargue pdf y epub, obtenga significado, portada y reseñas sobre este libro electrónico. Año: 2003, Editor: El Viejo Topo, Género: Historia. Descripción de la obra, (prefacio), así como las revisiones están disponibles. La mejor biblioteca de literatura LitFox.es creado para los amantes de la buena lectura y ofrece una amplia selección de géneros:
Novela romántica
Ciencia ficción
Aventura
Detective
Ciencia
Historia
Hogar y familia
Prosa
Arte
Política
Ordenador
No ficción
Religión
Negocios
Niños
Elija una categoría favorita y encuentre realmente lee libros que valgan la pena. Disfrute de la inmersión en el mundo de la imaginación, sienta las emociones de los personajes o aprenda algo nuevo para usted, haga un descubrimiento fascinante.
- Libro:Chechenia versus Rusia: el caos como tecnología de la contrarrevolución
- Autor:
- Editor:El Viejo Topo
- Genre:
- Año:2003
- Índice:5 / 5
- Favoritos:Añadir a favoritos
- Tu marca:
- 100
- 1
- 2
- 3
- 4
- 5
Chechenia versus Rusia: el caos como tecnología de la contrarrevolución: resumen, descripción y anotación
Ofrecemos leer una anotación, descripción, resumen o prefacio (depende de lo que el autor del libro "Chechenia versus Rusia: el caos como tecnología de la contrarrevolución" escribió él mismo). Si no ha encontrado la información necesaria sobre el libro — escribe en los comentarios, intentaremos encontrarlo.
Chechenia versus Rusia: el caos como tecnología de la contrarrevolución — leer online gratis el libro completo
A continuación se muestra el texto del libro, dividido por páginas. Sistema guardar el lugar de la última página leída, le permite leer cómodamente el libro" Chechenia versus Rusia: el caos como tecnología de la contrarrevolución " online de forma gratuita, sin tener que buscar de nuevo cada vez donde lo dejaste. Poner un marcador, y puede ir a la página donde terminó de leer en cualquier momento.
Tamaño de fuente:
Intervalo:
Marcador:
Antonio Fernández Ortiz
CHECHENIA
VERSUS
RUSIA
El caos como tecnología de la contrarrevolución
Ediciones de Intervención cultural / El viejo topo
Desde hace tiempo tengo en España muchos amigos entre la gente de izquierda (de derecha, menos, pero también tengo; a veces, resultan relativos los conceptos...). La mayor parte de mis amigos eran prosoviéticos y les dolió mucho el derrumbe de la Unión Soviética. Después de esta derrota se nubló mi amistad con algunos de mis camaradas más intelectuales. Ellos empezaron a desarrollar teorías que debían explicar “el fracaso del proyecto soviético”. Harto de oír fórmulas huecas acerca de la “correspondencia entre las fuerzas productivas y las relaciones de producción”, un día llegué al límite de mi paciencia y, por más manso que soy, les dije a mis queridos amigos que no entendían ni papa del modo de vivir soviético.
En aquel momento no entendí la crueldad de mis palabras. Ellos, personas honestas, se consideraban expertos en los asuntos de la URRS. La visitaron varias veces: en delegaciones oficiales, como turistas, etc. Tenían muchas fotografías y contaban maravillas sobre las granjas colectivas, el ballet y los niños tadyicos tocando el violín. Además, leían las monografías de filósofos y economistas soviéticos, y algunos incluso comieron y hablaron en persona con el propio Mijaíl Gorbachov, el Secretario General del PCUS. ¿Cómo podían no entender?
Buscando la paz, les confesé que nosotros, los soviéticos, casi en nuestra totalidad, tampoco entendíamos las cosas más importantes del proyecto y del régimen soviético. Al fin y al cabo estudiábamos con los mismos manuales y monografías, nos explicábamos con las mismas fórmulas y, además, no hacíamos caso a nuestras madres y abuelos con sus discursos arcaicos (después de la guerra, padre teníamos pocos). Sólo los golpes de 1985-1993 nos hicieron abandonar las fórmulas y volver a pensar en conceptos arcaicos, duros y terrenales. Así comprendimos algo.
A mis viejos amigos les pareció rara esta excusa. No la entendían. Desesperado, dije otra cosa más grave todavía. Que en España sólo había encontrado a dos personas que comprendían, de manera natural e inconsciente, lo básico de la sociedad soviética. Fueron dos viejos veteranos de la División Azul. A uno lo conocí en Zaragoza y al otro en Águilas, un pueblo de pescadores de Murcia. Estuve allí en 1990 en un acto cultural del PCE local.
El hombre de Águilas se acercó a mí para charlar con un ruso, recordando sus años de juventud. Habían pasado 47 años desde que a él, joven campesinovoluntario en el bando de Hitler, muriéndose de frío en una aldea rusa, no le quedó otra salida que tocar a la puerta de una casa. Los viejos rusos que la habitaban lo calentaron sobre el horno, le untaron los pies con sebo de ganso, y dejaron que el ocupante fascista viviera un tiempo con ellos. Durante aquel tiempo él observó cómo aquellas personas hacían la misma vida campesina que él, pero de otra manera, a la rusa, a la soviética. Y captó lo fundamental.
Hablamos y nos entendimos con media palabra. Parecía que no habían pasado aquellos 47 años. Que fue ayer cuando habíamos estado juntos en Rusia y que ambos conocíamos lo mismo. Él no leyó nunca monografías ni prensa, no comió nunca con Gorbachov, pero intuía lo que conocía yo, y no comprendía las mismas cosas que no comprendía yo.
¿A qué viene todo esto? A que las escuela y la universidad, las monografías y las fórmulas creadas sobre la base de racionalismo eurocentrista erigen un filtro que no nos deja entender la cultura ajena como un todo, ni siquiera entender las cosas simples y evidentes. Miramos y no vemos. Mejor dicho, con este filtro, no existen las cosas simples y evidentes, lo que vemos es lo creado por el filtro.
El hecho de que un intelectual español no entendiera lo que pasaba entonces y no entienda lo que pasa ahora en Rusia, es lamentable pero al menos es explicable. Pero el hecho de que la intelligentsia soviética dejara de entender lo que pasaba en su propio país, nos llevó directamente a la catástrofe nacional. Una catástrofe de tales dimensiones que ya es casi aceptada la amenaza de extinción del pueblo ruso y de sus pequeños pueblos hermanos con la desaparición de toda una civilización surgida en Eurasia.
Ahora, en Rusia, estamos aprendiendo a pensar en conceptos adecuados a nuestra realidad, como aprende a hablar y a caminar un hombre después de una grave contusión. ¿Tendremos tiempo suficiente? Mucho nos podría ayudar un esfuerzo complementario en Europa. Tal vez, para ella misma no vendría mal hacer un pequeño agujero en su filtro eurocentrista. Quien sabe... quedan pocos viejos divisionarios que no leen prensa.
El libro de Antonio Fernández Ortiz es uno de tales esfuerzos, aún pocos y aislados. No vino a Rusia como campesino analfabeto sino como un intelectual lleno de conocimientos adquiridos de la lectura de las mejores monografías occidentales. Sin embargo, sus largas observaciones y un sinnúmero de pequeños choques —¡gracias a la suerte!— con la realidad de la Rusia actual le han dado una capacidad poco frecuente, la de traducir trozos de esta realidad al lenguaje conceptual del intelectual español. En este caso ha emprendido un intento difícil. Describir y, en parte, explicar uno de los episodios más complicados de la historia reciente de Rusia: la guerra en Chechenia.
Seguramente, este libro tendrá en España un destino nada fácil. Cualquier lector se irrita cuando la lectura pone en duda los moldes de su racionalidad. Pero, en cualquier sociedad hay lectores atrevidos e intelectualmente aventureros. Tal vez serán suficientes para pagar los gastos de edición.
Por mi parte, puedo asegurar que, en nuestros días, cuando el caos se está convirtiendo en un proceso universal, sería muy aconsejable tratar de entender mejor el caso de Chechenia. Es conocido que el régimen establecido en Rusia después de la derrota de la Unión Soviética en la guerra fría empezó a profesar la ideología del neoliberalismo y de la globalización en su extrema expresión, rozando con lo grotesco. Rusia se convirtió, literalmente, en un polígono experimental para probar las armas y los métodos de la globalización. Y no es sólo un polígono sino también un laboratorio para estudiar el efecto de estas armas en las condiciones de su aplicación pura.
Antonio propone al lector un texto políticamente correcto. Es bueno y es lógico. Sus choques con la realidad de Rusia han sido tolerables. Hay otros lados de la realidad que ojalá nunca los conocieran los lectores de este libro. Para que así sea, invito a leer este libro y otros semejantes.
En los días y semanas posteriores a la toma del teatro de la calle Dubrovskaia en Moscú por un grupo armado terrorista, vieron la luz una gran cantidad de artículos y trabajos sobre el conflicto que se desarrolla en el sur de Rusia, en la zona del Cáucaso norte, en lo que hoy día se conoce como territorio de la República Autónoma de Chechenia.
El impacto de la tragedia con su secuela de muertos y la necesidad de los medios de comunicación de cubrir la información a cualquier precio dio lugar a la publicación de ese gran número de artículos, la mayoría de los cuales mostraban de forma evidente la impronta de la improvisación más absoluta, repitiendo sin ningún pudor toda suerte de tópicos y estereotipos sobre un conflicto que, a la vista de la mayoría de estos artículos, sus autores apenas si conocen.
El conflicto de Chechenia es especialmente importante. De su desenlace depende en gran medida la continuidad o desaparición de Rusia como Estado y como entidad cultural. A nadie se le escapan las consecuencias que la posible desaparición de Rusia tendría para su población y para el resto del mundo. Los reajustes geopolíticos que provocaría generarían importantes conflictos y desequilibrios no sólo de alcance regional sino también mundiales, sin olvidar otros riesgos añadidos que tanto asustan a Occidente, como el supuesto descontrol del arsenal nuclear ruso. Por otro lado este conflicto nos interesa por paradigmático. El conflicto de Chechenia forma parte del programa de creación de
Página siguienteTamaño de fuente:
Intervalo:
Marcador:
Libros similares «Chechenia versus Rusia: el caos como tecnología de la contrarrevolución»
Mira libros similares a Chechenia versus Rusia: el caos como tecnología de la contrarrevolución. Hemos seleccionado literatura similar en nombre y significado con la esperanza de proporcionar lectores con más opciones para encontrar obras nuevas, interesantes y aún no leídas.
Discusión, reseñas del libro Chechenia versus Rusia: el caos como tecnología de la contrarrevolución y solo las opiniones de los lectores. Deja tus comentarios, escribe lo que piensas sobre la obra, su significado o los personajes principales. Especifica exactamente lo que te gustó y lo que no te gustó, y por qué crees que sí.