Hace setecientos años un hombre conquistó casi toda la tierra, fue señor de la mitad del mundo conocido e infundió a la humanidad un miedo que duró varias generaciones. Distintos fueron los nombres que tuvo en el curso de su vida. —Poderoso asesino, Azote de Dios, Perfecto guerrero, Señor de tronos y coronas—. Pero más conocido es por el de Gengis Kan. A diferencia de la mayoría de los dominadores de hombres, mereció todos sus títulos.
Cuando cabalgaba al frente de su horda, no se contaban sus marchas por millas, sino por grados de longitud y latitud. A su paso las ciudades quedaban con frecuencia arrasadas, los ríos eran desviados de su cauce, los desiertos, veíanse visitados por la persecución y la muerte. Y cuando Gengis Kan había pasado, los lobos y los cuervos eran los únicos moradores de las antes populosas tierras.
Harold Lamb
Genghis Khan, emperador de todos los hombres
ePub r1.2
Rob_Cole 23.05.2016
Título original: Genghis Khan: The Emperor of All Men
Harold Lamb, 1927
Traducción: Luis Aguirre Prado
Retoque de cubierta: lestrobe
Editor digital: Rob_Cole
Primer editor: lestrobe (r1.0 a 1.1)
ePub base r1.2
HAROLD ALBERT LAMB (Alpine, New Jersey, EE. UU., 1892 - Rochester, New York, EE. UU., 9 de abril de 1962). Historiador, novelista y guionista de cine estadounidense. Se crio en el estado de New Jersey y asistió a la Universidad de Columbia, donde se interesó por la historia de Asia.
Su trabajo se hizo conocido a través de la revista Adventure, donde escribió desde los diecinueve años. El éxito de su biografía de Gengis Kan en 1927 lo convirtió en un reconocido biógrafo de personajes históricos: Tamerlán (1928), Omar Jayyam (1934), Alejandro Magno (1946), Solimán el Magnífico (1951), Carlomagno (1954), Aníbal (1958) y Ciro, el grande (1960).
Hablaba francés, latín, persa y árabe. Sus investigaciones lo llevaron a recorrer Asia e incluir descripciones precisas de la geografía y las costumbres de la Tartaria y el Irán. Su libro Omar Jayyam fue dedicado a los persas que compartieron sus hogares con él. Su libro Ciro, el grande fue el resultado de una investigación casual del autor durante su servicio en Segunda Guerra Mundial.
Trabajó como guionista de Hollywood desde 1935, cuando escribió Las cruzadas, de Cecil B. DeMille, con quien colaboraría en otras cuatro películas.
Notas
[1] Temujin significa: «el acero más fino» (Tumurji). La versión china es T’ie mou jen
[2] Este nombre se originó en Europa. Por esta época existían multitud de leyendas de un emperador cristiano que reinaba en el interior del Asia y era conocido por Preste Juan o Prebyster Johannes. Marco Polo, y otros después de él, han identificado a Toghrul con el místico Preste Juan.
[3] Debe recordarse que los mongoles no son de la misma raza que los chinos. Descienden de los Tangusi o grupo aborigen, con una gran mezcla de sangre irana y turca —raza llamada actualmente ural-altaica—. Son los nómadas del Asia superior, que los griegos llamaron escitas.
[4] Los tártaros formaban un clan aparte. Los antiguos europeos dieron el nombre de tártaros a los mongoles y «Tartaria» al imperio de los Kan mongoles. El origen de la palabra es chino: T’a T’a o T’a tzi (el pueblo lejano), aun cuando los tártaros en su propio relato pudieron haber adoptado el nombre de un antiguo jefe, Tatur.
[5]Ordu es el centro del clan, la tienda oficial.
[6] La crónica mongol de Ssanang Setzen es todavía más alegórica y da la impresión de que los acontecimientos en el Gobi fueron ocasionados por las hazañas, la astucia o la traición de unos cuantos hombres. En realidad, la conspiración de los chamanes duró largo tiempo y complicó a importantes elementos de ambas fracciones. En su especie es tan importante como la lucha entre la Iglesia y el Imperio, que señaló el reinado de Federico II e Inocencio IV, en Europa no mucho después.
[7] La China del siglo XIII, que se dividía en Chin o dinastía áurea, en el Norte, y la dinastía Sung, más antigua, en el Sur. Catay se deriva de K’itai, nombre tártaro de China y de la dinastía que dio origen a Chin. Los primeros viajeros europeos trajeron este nombre.
[8] Algunas relaciones chinas dicen que se envió un ejército chino contra los más cercanos del Gobi. Es probable, en efecto; porque se encuentran mongoles guerreando en el exterior de la muralla, antes de su avance por el Imperio chino.
[9] Véase nota 5: El plan de invasión mongol.
[10] Noyon o noian, jefe de una tuman o división de diez mil hombres. Otras veces sólo un noble.
[11]Orkhon o Ur-Khan , jefe de un ejército.
[12] El imperio de Kutchluk incluía lo que fue más tarde el núcleo del dominio de Tamerlán. Las operaciones que ocasionaron la derrota de los naimans y Kara-K’itanos, fueron dispuestas en gran escala, brillantemente concebidas y rápidamente ejecutadas. Como en la última campaña de China, el Kan dio instrucciones a los jefes de sus divisiones, a los Orkhones y a sus hijos. Es imposible, sin entrar en la compleja historia política de esta región, que pasó del dominio ugur al kirguiz y al catayano, comprender la importancia de su conquista por los mongoles.
[13] De una Historia Literaria de Persia, por Edward G. Browne.
[14] Véase al final la nota 6: Los mongoles y la pólvora.
[15] El Mangudai, o el escuadrón predestinado, «perteneciente a Dios».
[16] Este pasaje se cita casi siempre equivocadamente en las historias, que lo dan así: «Gengis Kan marchó a la mezquita y gritó a sus hombres: “El heno está cortado; dad forraje a vuestros caballos”».
[17] Véase nota 10: Correspondencia entre los monarcas europeos y los mongoles.
[18] Un descendiente del conquistador, el príncipe de Kalachin, cree que el Gran Kan fue enterrado en la comarca Ordu entre la curva del Hoang y la muralla, cerca de Etjen Koro. En esta comarca hacían los mongoles cada año las ceremonias en la tumba, conduciendo de un lado a otro la espada, la montura, y el arco de Gengis Kan. Existe también entre los mongoles una leyenda, según la cual cada año aparece sobre la tumba un caballo blanco.
[19] Existe una leyenda, según la cual cincuenta mujeres hermosas, con vestidos enjoyados, y cuarenta garañones fueron conducidos a la tumba de Gengis Kan para ser sacrificados.
[20] Véanse notas XII y XIII «Yeu-Lui Chut-sai y Ogotai».
[21] «La paz que reinaba en el Oriente fue funesta para Europa». Abel Remusat. Véase la nota sobre Subotai en Europa.
[22] Véase nota XIV: La última corte de los nómadas.
[23] «Reinó sobre una extensión más dilatada que cualquier mongol o, mejor dicho, que cualquier otro soberano. Fue el primero en gobernar por medios pacíficos. El esplendor de su corte y la magnificencia de su séquito sobrepasaban fácilmente a la de cualquier gobernante occidental». The Cambridge Medieval History. Vol. IV. pág. 643.
[24] Véase nota XV: El nieto de Gengis Kan en Tierra Santa.
[25] Moghuls. Así pronunciaban la palabra mongol los primeros europeos que visitaron la India.