En este libro se estudian los conceptos y temas claves de la contabilidad y las finanzas. Tal y como indica el título del libro, esta temática es tratada desde la perspectiva y con la profundidad que puede interesar a los no financieros.
Como se puede ver, el esquema tiene tres grupos de capítulos. En el primer grupo, se introducen los conceptos básicos de la contabilidad, que son los estados financieros y los costes.
En el segundo grupo, se tratan aquellas técnicas que permiten obtener datos para la toma de decisiones financieras: análisis de balances, control presupuestario y planificación financiera.
Finalmente, en el tercer grupo, se introducen los temas que más tienen que ver con las decisiones financieras: inversiones y financiación. En definitiva, las responsabilidades clave de la gestión financiera son las de invertir los recursos disponibles para obtener la máxima rentabilidad y financiarse de la forma más barata posible.
Al final de cada capítulo, se incluyen algunos ejemplos o ejercicios para contribuir a la mejor comprensión de los temas tratados.
Capítulo 1
El resultado de la empresa
(cuenta de pérdidas y ganancias)
En este capítulo, se estudia el resultado y su composición. Asimismo, se describen varias formas de presentación de los resultados obtenidos por la empresa.
1.1. Concepto de resultado
Como consecuencia de las operaciones que realiza la empresa, se producen unos ingresos y unos gastos de cuya diferencia surge el resultado del período. El resultado es la diferencia entre los ingresos y los gastos:
Si los ingresos superan a los gastos, el resultado es positivo (beneficio). En caso contrario, el resultado es negativo (pérdida);
Los principales tipos de ingresos son:
— Ventas: son las entregas de bienes o servicios a los clientes.
— Ingresos financieros: son los intereses que se perciben de los bancos y otras instituciones financieras por las inversiones que efectúa la empresa.
Los principales tipos de gastos son:
— Costes de los materiales: es el importe que se ha de pagar a los suministradores de los artículos que ha consumido la empresa.
—Gastos de personal: sueldos y seguridad social de los empleados de la empresa.
— Impuestos: son los tributos que se pagan al Estado y otros organismos oficiales.
—Gastos financieros: son los intereses y comisiones que cobran los bancos y otras instituciones financieras por el dinero y servicios que prestan.
— Amortización: con este concepto, la empresa refleja el desgaste que sufren la maquinaria y otros activos no corrientes. Periódicamente, como mínimo una vez al año, se ha de valorar el gasto que supone la amortización. De esta forma, se incluye en la partida de gasto los que hacen referencia al desgaste de los activos no corrientes que usa la empresa (véase apartado 1.3).
— Gastos generales: son el material de oficina, la propaganda y otros gastos varios.
1.2. El coste de los materiales
El coste de los materiales que ha utilizado la empresa no coincide normalmente con las compras. Para calcular el coste de los materiales, a partir de las compras, se ha de tener en cuenta el valor de las existencias de materiales al principio y fin del período contable.
El coste de los materiales es igual a las compras más las existencias iniciales y menos las existencias finales:
Ejemplo: si una empresa tenía unas existencias iniciales de materiales valoradas en 200.000, las compras del período han ascendido a 5.600.000 y el valor de adquisición de las existencias finales es de 5.000.000, el coste de los materiales consumidos será igual a 800.000:
1.3. La amortización
Tal y como se ha comentado en el apartado 1.1, la amortización refleja el desgaste que sufren los elementos del activo no corriente. Si una empresa quiere conocer el resultado real que ha obtenido, tendrá que añadir a los demás gastos el referente a la amortización. Sin duda, hay activos no corrientes que se gastan y, por tanto, se ha de incluir este desgaste con los demás gastos.
El método de amortización más usado es el lineal; que consiste en calcular la cuota anual de amortización dividiendo el valor amortizable del activo por su número de años de vida útil:
Dado que el valor amortizable es igual al valor de adquisición del bien menos el valor del mismo al final de su vida útil (valor residual):
La amortización total del año se refleja en la cuenta de resultados aumentando el conjunto de los gastos y, por tanto, reduciendo el beneficio o aumentando las pérdidas.
Por ejemplo, si una máquina fue comprada por 2.500.000 unidades monetarias (en adelante, u.m.) y tendrá un valor residual de 500.000 u.m. al final de una vida útil de 10 años se amortizará anualmente en 200.000 u.m.