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Gane dinero desde su casa con la ayuda de Dios
por Francisco B. Güell
Publicado por Casa Creación
Una compañía de Strang Communications
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Lake Mary, Florida 32746
www.casacreacion.com
No se autoriza la reproducción de este libro ni de partes del mismo en forma alguna, ni tampoco que sea archivado en un sistema o transmitido de manera alguna ni por ningún medio –electrónico, mecánico, fotocopia, grabación u otro– sin permiso previo escrito de la casa editora, con excepción de lo previsto por las leyes de derechos de autor en los Estados Unidos de América.
Las citas de la Escritura marcadas (NVI) corresponden a la Santa Biblia, Nueva Versión Internacional ©1999 por la Sociedad Bíblica Internacional. Usada con permiso.
Copyright © 2010 por Francisco B. Güell
Todos los derechos reservados
Edición por: Miracle Editors
Director de Diseño: Bill Johnson
Diseño de portada: Nathan Morgan
Library of Congress Control Number: 2010931762
ISBN: 978-1-59979-595-9
Impreso en los Estados Unidos de América
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“Escuche esto el sabio, y aumente su
saber; reciba dirección el entendido”
(Proverbios 1:5).
G ane dinero desde su casa con la ayuda de Dios se escribió con la intención de ayudar a los hispanos que necesitan generar ingresos, entre otras, por las siguientes razones:
♦ Perdieron su medio de subsistencia
♦ El ingreso que reciben no es suficiente para cubrir todas sus necesidades
♦ Perdieron su crédito
♦ Se declararon en bancarrota
♦ Llegaron recientemente a los Estados Unidos y no han conseguido empleo
Dirijo este libro a hispanos que son residentes legales en este país, dada la importancia que tiene cumplir con los reglamentos, permisos y licencias que el gobierno de los Estados Unidos le requiere a cualquier negocio. Sin embargo, estoy seguro que mucho de lo que aparece en estas páginas podrá servir de orientación y ayuda a cualquier persona, en cualquier país, donde sea permisible tener y operar un negocio propio desde su casa.
Hace un tiempo, el Señor me llevó a escribir el libro Aprenda inglés con la ayuda de Dios. Considero que el obstáculo principal que impide a muchos latinos progresar en los Estados Unidos, especialmente los recién llegados al país, es no entender ni hablar el idioma inglés. El Señor no se equivoca nunca. Aprenda inglés con la ayuda de Dios se convirtió en un éxito de ventas dentro de su categoría. Fue tanto el impacto, que la editorial me solicitó un segundo libro que ampliara la enseñanza del idioma inglés. Así nació el libro Perfeccione su inglés con la ayuda de Dios.
Yo no estaba satisfecho todavía. Dios me dio el mandato de ayudar a nuestra comunidad latina. Estaba consciente de que, además de la brecha del idioma, había otro obstáculo que yo debía ayudar a los latinos a superar: conseguir un medio de subsistencia. Todos sabemos que los Estados Unidos tiene leyes que prohíben el discrimen por motivo de origen étnico (así como por sexo, edad o religión). También sabemos que a un latino se le hace más difícil encontrar un empleo, y si lo consigue, posiblemente le pagan una remuneración menor. De hecho, los hispanos ya constituimos la minoría étnica más numerosa, pero aún así somos la comunidad con el menor índice de ingresos.
Le pedí al Señor que me dirigiera, y en eso, se desató una de las peores crisis económicas en la historia de los Estados Unidos. Por supuesto, el grupo étnico más afectado ha sido el latino. Me enfrenté al hecho de que cientos de latinos están perdiendo todo aquello por lo que han luchado durante tantos años: trabajos, negocios, viviendas, carros, planes médicos y otros beneficios necesarios para una vida decorosa. Muchos perdieron su crédito, mientras otros tuvieron que radicar quiebra. ¿Cómo se puede vivir y mantener los hijos sin dinero en efectivo ni tarjetas de crédito? Me vi en el espejo de ellos hace muchos años atrás. Me convencí de que mis experiencias y conocimientos pueden cambiar las vidas de muchos latinos.
Yo no me oculto para decir que fui a la quiebra en dos ocasiones, pero no las considero fracasos, sino errores. Cada error que cometemos en la vida se convierte en algo positivo si aprendemos de él. Es una piedra menos en nuestro futuro camino hacia nuestras metas. Siempre he dicho que el ser humano no se mide por sus caídas, sino por su capacidad para levantarse y empezar de nuevo. Recordemos que Dios tiene siempre su mano extendida para levantarnos.
A todos aquellos que se encuentran en las situaciones que he mencionado, les presento, de la A a la Z, lo que para mí ha probado ser la mejor solución: operar un negocio propio desde la casa. Todo lo que necesita saber para desarrollar su negocio y rehacer su vida financiera lo encontrará en este libro.
No busque excusas. No empiece a decir que no tiene dinero para un negocio. Si ya intentó un negocio y no le dio los resultados que usted deseaba, busque en estas páginas qué fue lo que hizo mal o no hizo, empiece otro negocio, y no repita los errores anteriores.
Su propio negocio, no solamente es la solución para su necesidad económica de ahora, sino su mejor alternativa para restablecer el crédito afectado y empezar de nuevo.
¡Bienvenido al club de los que, con la ayuda de Dios, hemos sabido levantarnos y seguir adelante, mejor que antes!
“Los ha llenado de gran sabiduría para realizar toda clase
de artesanías, diseños y recamados en lana púrpura,
carmesí y escarlata, y lino. Son expertos tejedores y hábiles
artesanos en toda clase de labores y diseños” (Éxodo 35:35).
L a descripción legal de un negocio casero, que coincide con lo que se define como un negocio pequeño, es la siguiente, según la Administración de Pequeños Negocios federal (“Small Business Administration” o “SBA”):
“Un negocio pequeño (‘small business’) es un negocio privadamente operado, con un pequeño número de empleados y un relativamente bajo volumen de ventas. Los negocios pequeños son normalmente corporaciones, sociedades o propiedades individuales. La definición legal de “pequeño” varía históricamente, por país y por industria, perogeneralmente tiene menos de 100 empleados en Estados Unidos y menos de 50 empleados en la Unión Europea”.
La frase que reza “relativamente bajo volumen de ventas” no implica que sea un volumen minúsculo. Una persona que comience a operar un negocio desde su casa, con poco o ningún capital, no tendrá empleados. Si tiene, será uno o dos. Su negocio es “pequeño” en volumen de ventas. Cuando el negocio crece, opera con 99 empleados (menos de 100) y llega a tener ventas millonarias, todavía está legalmente considerado un “pequeño negocio”.
Permítame darle un ejemplo de mi experiencia. En la década de los sesenta yo residía en Puerto Rico. Estaba recién casado, tenía una hija de un año de edad y otro hijo en camino. Trabajaba en una agencia de publicidad, pero ganaba poco para cubrir mis necesidades. Anticipé que para cuando llegara el segundo miembro de la familia, el sueldo no me alcanzaría.
La única solución al problema era un negocio propio. Renuncié a mi trabajo y abrí una agencia de publicidad y relaciones públicas, desde mi casa. El total de empleados era uno solamente: YO. Con el tiempo, mi madre pasó a ser mi asistente. Ya éramos dos empleados. Más adelante, según crecía la lista de clientes, tuve que alquilar una oficina fuera de casa y contratar otra asistente. Años después, la agencia contaba con dos valiosos socios y ocupaba todo un piso en uno de los más elegantes edificios de oficinas en la ciudad de San Juan. Teníamos doce empleados y las ventas eran de varios millones de dólares al año.
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