Dios y el dinero
André Cronje
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Traducido por Virginia Rubio
“Dios y el dinero”
Escrito por André Cronje
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Traducido por Virginia Rubio
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DIOS Y EL DINERO
Bienaventurados los pobres
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D
D I O S
N
E
R
O
Por André Cronje
COPYRIGHT
André Cronje © 2018 Copyright
La luz y la verdad vienen de Dios. También la paz, el amor y la alegría del corazón.
Referencias a las escrituras en la versión del Rey Jacobo
Arte conceptual por André
About.me/Andrecronje
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TU ARCA DEL TESORO
Table of Contents
10. ACUMULACIÓN...........................40
18. BIENESTAR COMÚN Y PROSPERIDAD......72
1. HOMBRE RICO, NIÑO POBRE
T odos sabemos gastar dinero, pero el secreto de los que saben cómo hacer dinero es un misterio. Cuando uno sigue esos pasos y reglas, el dinero parece crecer como crecen las plantas en un fructífero jardín, o parece reproducirse como los conejos, brindando infinitas oportunidades. Cada quien tiene alguna idea, o su propia forma de hacer negocios, que funciona en su caso. Algunos prefieren la vía fácil para hacer fortuna, mientras que los más inteligentes se apegan al trabajo duro, lo que, con el tiempo, da sus frutos. Pero ¿alguna vez has pensado en lo que dice Dios acerca de la riqueza y los ricos? La Biblia dice que Cristo vino pobre y sin honra para hacer ricos a muchos, incluso a reyes y sacerdotes, al convertirlos en hijos de Dios, el Padre, dándoles derecho a ser coherederos y herederos de Dios, quien es rico en misericordia, perdona los pecados y hace el bien de forma perfecta para todos los hombres, en especial para aquellos que lo aman y le temen.
En Dios y el dinero, leerás historias financieras reales y encontrarás aplicaciones prácticas a las leyes espirituales que Jesús enseñó sobre cómo prosperar y acumular tesoros para ti mismo en el cielo. Y, por último, descubrirás la herencia que recibirás, de la que poco o nada sabías, tal como se revela en el libro de la verdad, porque Dios es recto y confiable, y no miente. Recibe mis enseñanzas y no plata, y pon el conocimiento en lugar del oro. La sabiduría es mejor que los rubíes, y todas las cosas que puedes desear no pueden compararse con ella. La riqueza y el honor están conmigo, son riquezas duraderas y justas. Mi fruto es mejor que el oro, incluso, que el oro fino, y mis ganancias son mejores que la plata. Porque haré que aquellos que me aman hereden lo esencial, y los llenaré de tesoros. El sabio escucha el consejo, pero demasiadas voces te volverán loco. ¿Prefieres la vía electrónica para ser rico rápido, o tienes un plan adecuado para prosperar y hacerte rico? Hay infinidad de dinero, ofertas y oportunidades de inversión por ahí, en Internet y fuera de Internet. Pero por tu propia tranquilidad y seguridad, es mucho más aconsejable buscar en Google diferentes opiniones sobre cada opción antes de firmar o comprar. Muchas vienen con esa etiqueta engañosa que se te ofrece como un anzuelo para que piques. Con frecuencia, se invita a las personas a seminarios financieros para ayudarlas a lidiar o a escapar de su situación actual de negocios y ofrecerles una utopía, un estilo de vida de leche y miel. Y como en cualquier buen negocio, te piden que inviertas tiempo y dinero. Y para ser un buen agricultor, es esencial preparar el suelo para la siembra y la cosecha, lo que puede tomar meses e incluso años hasta la madurez total. Mas no te desesperes: el trabajo duro tiene sus recompensas. Pero es en los tiempos duros cuando los vulnerables y desesperados son atraídos con ingresos fáciles y rápidos, que los llevan a ser estafados. La mayoría de las ofertas son tan tentadoras que es difícil resistirlas, y cuando has mordido el anzuelo, tienen un final amargo. Tal como cuando la serpiente engañó a Eva con su astuta estrategia: –¿Realmente dijo eso Dios? –Es porque no quiere que ustedes también sean como él. –Solo prueba una vez, ¡nadie lo sabrá!– Y cuando vio que el fruto era bueno, comió del árbol prohibido del conocimiento del bien y el mal. Luego, también le dio a su esposo, y cuando él mordió el fruto por primera vez, el mundo entero se oscureció. Y, en lugar de convertirse en dioses, se encontraron desnudos y se escondieron de Dios.
Pero ¿no son buenas nuevas para los pobres, saber que también pueden ser ricos? Y ciertamente, estas nuevas son música para los oídos de los pobres que viven en la miseria. ¿Quién quiere seguir siendo pobre? La pobreza es una maldición —dicen– pero ¿por qué los pobres son mucho más felices que los ricos? Por supuesto, ellos sufren, y la riqueza ofrece paz y comodidad contra todo tipo de circunstancias, pero no se debe confiar en ella como la respuesta a todo. ¿Cómo alguien puede decir que esta no es la voluntad de Dios para ellos? ¿No está escrito que Dios hace a los ricos y a los pobres? ¿Y no es correcto y bueno que todos podamos comer y beber, y disfrutar el fruto de todo nuestro trabajo bajo el sol, todos los días de la vida, porque viene de parte de Dios? Los pensamientos de Dios y la imaginación del hombre no son los mismos. Ciertamente, Dios ha escogido a los pobres de este mundo para que sean ricos en fe y para que sean los herederos del reino que les prometió porque los ama, y les dará una herencia que nunca habían tenido. Esta es la gracia de nuestro Señor Jesús, que, aunque era rico, por nosotros se hizo pobre, para que nosotros, por su pobreza, pudiéramos ser ricos. Pero esto tiene poco o nada que ver con la búsqueda de riquezas y felicidad en esta vida. Porque solo en Cristo está asegurada la libertad de cada persona, y su deuda ante Dios está totalmente pagada. Así que, no transformes la palabra de Dios en una máquina de hacer dinero. Dios no lo permita. Jesús no soportó la vergüenza y la pena de la cruz para obtener una ganancia financiera.
Lo que pasó en el Paraíso no debería ocurrir nunca más. El pecado de Adán hizo caer en desgracia a toda la raza humana. Fue creado a imagen y semejanza de Dios, pero cuando pecó al morder el fruto, corrompió lo bueno en el ADN humano, y trajo pensamientos malos y malas intenciones. Una sola noche con la serpiente en el Edén, y todo terminó terriblemente mal. Cuando abrieron los ojos, toda su inocencia había desaparecido. Se encontraron a sí mismos desnudos y escondiéndose de Dios, y así, perdieron su hogar y su amistad con Dios y fueron expulsados. Ellos colapsaron el mercado de acciones, que de su gloria brillante pasó a convertirse en una caja de Pandora de pecado y de muerte. Solo la sangre redentora de Cristo pudo detener la muerte y salvarlos de la ira que vendría. Atormentados con maldiciones y el miedo a la muerte, sirvieron al dios de este mundo con los placeres pasajeros del pecado. Pero por esta razón, Jesús bajó de la belleza de los cielos al estiércol de la tierra, para destruir la obra del diablo, y no para juzgar a los hombres caídos. Las mentiras de Satanás los esclavizan, pero el amor de Dios los hace Hijos del Hombre de nuevo, transforma a los pecadores en santos y enseña a los rebeldes a obedecer. A los reyes y los predicadores, los coronó con polvo y arcilla, puesto que cubrió su vergüenza con la túnica de los justos. La luz entró en los aposentos en los que él estuvo preparándose para ellos, y hasta que venga de nuevo, estas piedras vivas en vasijas de arcilla entonarán salmos de alabanza a Él noche y día. –Desátenlo, y déjenlo ir —Dijo Jesús. Lo insensato de Dios es mucho más sabio que los hombres inteligentes.
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