INTRODUCCIÓN
En los diez últimos años del siglo XX , en la llamada «década del cerebro», las investigaciones sobre este órgano experimentaron un avance espectacular. Sin embargo, el cerebro, considerado el órgano del cuerpo humano más complejo que existe, sigue siendo un gran desconocido. A pesar del desarrollo alcanzado en las distintas técnicas de exploración, todavía hay aspectos del cerebro que escapan a nuestra comprensión. Y puede que sea este desconocimiento, precisamente, lo que lo hace tan atractivo.
El cerebro es responsable de una serie de funciones cognitivas o capacidades intelectuales como recordar, leer, hablar, escribir, orientarnos, comprender, contar, definir conceptos, coordinar movimientos, entre otras. También es el encargado de la lógica, la memoria, la deducción, la imaginación, el pensamiento crítico, la capacidad para resolver problemas, la agudeza... Capacidades, todas ellas, que se ven disminuidas de manera natural, como consecuencia de la edad.
Con el paso del tiempo, la esperanza de vida de los humanos va aumentando cada vez más y es un hecho constatable que cada nueva generación alcanza una edad superior a la anterior. Por ello resulta cada vez más importante conocer cómo preservar nuestras capacidades cerebrales; porque no podemos permitirnos pasar casi un tercio de nuestra vida con las facultades mentales mermadas. Un estilo de vida que proporcione salud, energía y calidad mental en su conjunto nos permitirá llegar a la vejez con una mayor capacidad y claridad mental. Los cambios que con la edad se produzcan en nuestro cerebro, igual que en el resto de nuestro cuerpo, dependerán fundamentalmente de los cuidados que le hayamos brindado durante las etapas previas a la senectud.
Combatir el estrés, hacer ejercicio físico, dormir bien, comer de manera saludable y entrenar la mente son condiciones indispensables para llegar a la vejez con un cerebro que funcione eficazmente.
Las actividades de entrenamiento y de estimulación mental, corroboradas por varios estudios, llevan algún tiempo demostrando sus beneficios en personas de cualquier edad: a los más jóvenes los ayudará a reforzar su agilidad cerebral y a los mayores les servirá para paliar el deterioro del sistema nervioso y mantener en buenas condiciones el rendimiento de su cerebro.
Conocer el cerebro –y espero que este libro pueda contribuir a ello– nos servirá para comprender sus asombrosas capacidades. Cuanto más sepamos acerca de la organización y el funcionamiento de este órgano, más capaces seremos de favorecer su óptimo funcionamiento, potenciar su desarrollo y tomar conciencia de los factores que nos ayudan a tener una mente sana.
El libro, dirigido a todos aquellos que deseen ampliar su potencial cerebral, consta de dos partes claramente diferenciadas: una teórica, que contiene interesante información sobre el cerebro y su funcionamiento, y otra práctica, en la que se proponen cerca 177 ejercicios para optimizar con eficacia las capacidades cognitivas.
De la misma manera que el deporte resulta fundamental para mantener la forma física de nuestro cuerpo, el ejercicio mental es importante para mantener activo el cerebro, puesto que permite optimizar las funciones cognitivas y retrasar el envejecimiento cerebral.
Esta obra es, por tanto, un manual de ayuda para todos aquellos lectores que quieran conocer mejor su cerebro, puesto que les aportará diferentes procesos, estrategias y técnicas para ejercitar sus capacidades cognitivas y mejorar, así, su rendimiento mental.
¿CÓMO UTILIZAR ESTE LIBRO?
La finalidad de este libro es lograr la comprensión del funcionamiento del cerebro, así como la adquisición de técnicas que potencien las diferentes habilidades mentales mediante una serie de ejercicios que configuran un programa de entrenamiento cerebral. También pretende ser una herramienta para concienciar sobre la importancia de ejercitar el cerebro con el fin de mejorar su rendimiento.
C ONTENIDO
El libro está dividido en dos grandes bloques: uno teórico y otro práctico. La parte teórica trata del sistema nervioso en general, del cerebro en particular y de las características y las funciones de este importante órgano. La parte práctica consta de 177 ejercicios, planteados como pequeños retos que desafían la capacidad de superación, con sus correspondientes soluciones razonadas. Lejos de resultar frustrantes, todos ellos estimulan la concentración, la agudeza, la capacidad de reacción y deducción, el pensamiento crítico y la creatividad, mediante la cual se pueden hallar soluciones novedosas. Todos los ejercicios se presentan de forma divertida y motivadora, y combinan el placer lúdico con la adquisición de aptitudes mentales.
M ATERIAL NECESARIO
Es preferible no garabatear en este libro por lo que se recomienda tener a mano lápiz, goma de borrar y una libreta para realizar comprobaciones, hacer cálculos, apuntar los resultados de los ejercicios, etc.
H ABILIDADES
Aunque las clasificaciones nunca son sencillas, ya que suponen una convención, por razones metodológicas, prácticas y de comprensión en ocasiones es conveniente recurrir a ellas. Por este motivo los ejercicios están clasificados en función de seis habilidades cognitivas que los psicólogos coinciden en señalar como indicadores de la inteligencia:
RAZONAMIENTO | | CÁLCULO | | MEMORIA | |
PERCEPCIÓN | | LENGUAJE | | ESPACIO | |
Cada habilidad está representada por el símbolo que la acompaña e indica la principal aptitud que desarrolla el ejercicio. Sin embargo, no hay ejercicios puros, ya que nuestro cerebro funciona como un todo y un mismo ejercicio puede poner en marcha diferentes habilidades: los juegos de memoria, por ejemplo, también desarrollan la percepción.
También encontrarás estos iconos () () que indican las opciones que tienes para hacer los ejercicios, o bien imprimirlos o bien usar un cuaderno.
N IVEL DE DIFICULTAD
En cada ejercicio se muestra el nivel de dificultad (fácil, medio y difícil) con los siguientes símbolos:
No obstante, conviene aclarar que lo que puede ser fácil para una persona puede resultar dificultoso para otra con un tipo de inteligencia y habilidades distintas.
I TINERARIO
Los ejercicios no están planteados de forma progresiva. El nivel de dificultad que se indica en cada ejercicio permite marcar un itinerario de trabajo propio: se puede seguir el orden correlativo de los ejercicios o resolver primero los más fáciles e ir incrementando progresivamente el nivel de dificultad. Cualquier opción es válida, siempre que se sea constante. Y hay que tener en cuenta que la progresión y la mejora serán diferentes en función del ritmo de cada persona.