Jean Blaise Mimbang - La ventaja comparativa

Jean Blaise Mimbang, 2016

Editor digital: Titivillus

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La ley de la ventaja comparativa fue formalizada en el siglo XIX por el economista inglés David Ricardo. Su principal objetivo es demostrar que, cuando los agentes económicos escogen intercambiar libremente, todas las partes resultan beneficiadas, por lo que es rentable que cada individuo, empresa o país se especialice en el área en que su producción sea más alta en comparación con la de sus socios.

Hoy en día, la norma de funcionamiento de la economía mundial es, precisamente, la especialización y el libre cambio, y una de las posibles aplicaciones de la ley de la ventaja comparativa es el comercio internacional, puesto que la interdependencia económica presenta beneficios irrefutables. Mientras que la apertura al comercio exterior de un país genera ganancias independientemente de su competitividad nacional, el libre cambio es un argumento decisivo de los teóricos de la globalización.

Te ofrecemos las claves para:

• entender los beneficios del libre comercio;
• aumentar la productividad y la eficacia de tu empresa produciendo aquello para lo que dispone de una ventaja comparativa;
• ser consciente de la importancia del coste de oportunidad;
• descubrir las aportaciones de numerosos economistas, como John Stuart Mill, al modelo inicial de la ventaja comparativa;
• etc.

Jean Blaise Mimbang

La especialización como clave del éxito

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Economía y empresa - 0

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Titivillus 10-06-2020

• ¿Denominaciones? Ley de ventaja comparativa o ley de ventaja relativa
• ¿Utilidad? Justificación del comercio internacional, de la externalización de tareas en las empresas, de la división del trabajo, de la especialización y del intercambio
• ¿Por qué es eficaz? La teoría ha aportado respuestas a las preguntas que plantea la teoría de la ventaja absoluta de Adam Smith (economista escocés, 1723-1790) y la prueba de que la especialización y el intercambio son mutuamente beneficiosos y fuentes de riqueza. La teoría también da consejos para ser más eficaz y así más productivo
• ¿Palabras clave?
  • Coste de oportunidad: es a lo que se renuncia cuando se produce una unidad de un bien en unidades de otro bien
  • Ventaja absoluta: ventaja que posee una persona que produce el mismo producto que otro por un rendimiento superior
  • Ventaja relativa: ventaja que posee una persona que registre un bajo coste de producción en relación a un país, una empresa o un hogar
  • Especialización: focalización en la producción de un bien en detrimento de los otros
  • Dotación factorial: medios de los que dispone un país
  • Mercados: estructuras de organización eficaz de la actividad económica en las que los hogares y las empresas eligen libremente destinar sus recursos
  • Intercambio: acción o hecho de dar un bien y de recibir otro en contrapartida

La especialización y el libre cambio aparecen hoy como la norma de funcionamiento de la economía mundial. Para aprender mejor las motivaciones de las interacciones entre los agentes económicos, nos parece necesario volver a las fuentes de estos intercambios.

Para ello, situaremos, para empezar, el concepto de la ventaja comparativa en la historia antes de darle una definición. Luego, presentaremos el modelo, sus límites y extensiones posibles. Para finalizar, ilustraremos nuestro texto apoyándonos en una aplicación del modelo.

Historia

David Ricardo (economista inglés, 1772-1823) escribe su obra Principios de economía política y tributación en 1817 en un contexto económico y social difícil dominado por las corn laws (ley que prohíbe la importación de trigo y que es el origen del enfrentamiento entre los propietarios territoriales y los intelectuales burgueses). En su obra, David Ricardo expone la ley de ventaja comparativa.

¿Sabías que…? Las corn laws

Los anticorn laws consideran que esta ley tiene efectos negativos en la economía inglesa puesto que causa un aumento del precio de los productos alimenticios y una disminución de la población.

Definición del modelo

Para David Ricardo, conviene que el país que posea varias ventajas absolutas se especialice en el sector que para él representa comparativamente una mayor ventaja, y que el que no disponga de ninguna ventaja absoluta, concentre sus esfuerzos en el campo que ofrezca comparativamente la desventaja más pequeña. Esta ley de la ventaja comparativa permite comprender cómo el comercio puede ser mutuamente beneficioso.

De la definición de la ventaja comparativa de David Ricardo resulta un concepto clave: el coste de oportunidad. El coste de oportunidad de un bien es a lo que nos prestamos a renunciar para obtenerlo. Para ilustrarlo, proponemos los dos ejemplos siguientes:

• una sesión de cine. El coste de una sesión de cine representa el coste monetario de la entrada, el tiempo necesario para llegar al cine y el tiempo que se pasa en la sala. El coste del tiempo depende de lo que habríamos hecho si no hubiéramos ido al cine. Si nos hubiéramos quedado en casa viendo la televisión, el coste sería bajo. En cambio, si en lugar de esta salida hubiéramos hecho un trabajo remunerado durante dos horas, el coste de oportunidad de la sesión de cine correspondería al dinero que habríamos ganado y al que habríamos renunciado al elegir ir al cine;
• los estudios universitarios. Los estudiantes deben pagar los costes de escolarización, los libros, el alojamiento y la alimentación. Si escogiéramos estudiar en lugar de realizar un trabajo remunerado, el coste de oportunidad de los estudios universitarios representaría el dinero que habríamos ganado y al que habríamos renunciado escogiendo ir a la universidad, así como los gastos vinculados a nuestra presencia en el campus.
• Las diferencias de coste de oportunidad entre agentes económicos reproducen la ventaja comparativa.

¿Sabías que…? El coste de oportunidad

La firma o el hogar que tengan el coste de oportunidad más bajo para un bien dispone de una ventaja comparativa para la producción de este bien. El productor, que se beneficia de una ventaja comparativa para la producción de un bien, lo produce, e intercambia su producción con el resto del mundo.

En general, los mercados constituyen la mejor forma de organizar el intercambio en un sistema económico. Cuando las empresas maximizan sus beneficios y los hogares sus intereses en una situación de competencia perfecta, la especialización beneficia a todos mediante el intercambio. El intercambio se explica por la necesaria división internacional del trabajo, puesto que ningún individuo ni país puede producir el conjunto de bienes y servicios que necesita. El intercambio permite así a los agentes económicos:

• especializarse en lo que hacen mejor;
• resolver el problema de la rareza;
• obtener una variedad más importante de bienes y servicios con menos coste;
• aumentar el bienestar de todos por la especialización;
• ser más eficaces gracias a la competencia internacional;
• generar economías de escala.