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En el curso de los viajes por Europa, Egipto y Oriente que hizo P. D. Ouspensky en busca de una enseñanza que resolviera para él el problema de las relaciones del Hombre con el Universo, llegó a conocer a G. I. Gurdjieff y a ser su alumno.
Bajo la inicial "G" es de Gurdjieff de quien se trata a lo largo de todo el libro.
FRAGMENTOS DE UNA ENSEÑANZA DESCONOCIDA es el relato de ocho años de trabajo pasados por Ouspensky cerca de Gurdjieff.
P. D. Ouspensky murió en Londres en octubre de 1947. G. I. Gurdjieff murió en octubre de 1949 en París, después de haber dado pleno consentimiento para la publicación de este libro.
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PIOTR DEMIANOVICH OUSPENSKY (Moscú, 1878 - Surrey, Inglaterra, 1947) fue el filósofo e investigador ruso que acogió la geometría euclidiana y no euclidiana en sus numerosos libros sobre la psicología y las dimensiones más elevadas de la existencia. Ouspensky estudió el sistema del maestro griego-armenio G. I. Gurdjieff directamente bajo sus supervisión desde 1915 hasta 1924, y sobre esta base preparó no sólo las conferencias que se recogen en este libro, sino también el más completo y preciso tratado acerca de las enseñanzas de Gurdjieff, publicado bajo el nombre de Fragmentos de una enseñanza desconocida.
En 1908 viajó por Turquía, Grecia y Egipto, y cuando regresó a Rusia abandonó Moscú para establecerse en San Petersburgo, donde comenzó a dar conferencias públicas sobre sus viajes y su continua búsqueda de lo milagroso. Fue seguramente el más emblemático alumno de Gurdjíeff, al cual conoció en Moscú, en la primavera de 1915. Sin embargo, a partir de 1918, la relación entre ambos fue menos intensa.
En 1920, debido a la Revolución rusa se vio obligado a refugiarse en Constantinopla, lugar en el que se reencontró con Gurdjíeff y organizó un grupo de estudios. Posteriormente se radicó en Inglaterra, donde escribió sus trabajos más importantes e intervino en la creación del Instituto Gurdjíeff. En 1924 tornó a trabajar independientemente de Gurdjíeff, coincidiendo con la partida de éste hacia América. La última vez que se vieron fue en París en 1930. Durante la Segunda Guerra Mundial se trasladó a EE.UU. En 1947 regresó a Inglaterra, falleciendo allí, en Surrey, el 2 de octubre de ese año. Existen testimonios de que entre los más asiduos asistentes a sus conferencias se hallaban figuras de la talla de Aldous Huxley, T. S. Eliot, Gerald Heard, Maurice Nicoll y otros escritores, periodistas y científicos famosos.
G. I. GURDJIEFF, nació en Alexandropol, 14 de enero de 1872, fue un maestro místico, filósofo, escritor y compositor armenio, quien se autodenominaba "un simple Maestro de Danzas".
Nacido a finales del siglo XIX en la Armenia rusa, su principal obra fue dar a conocer y transmitir las enseñanzas del Cuarto Camino en el mundo occidental. Una personalidad misteriosa y carismática, con un agudo sentido crítico, y una elevada cultura tradicional, acaparó la atención de muchos, guiándolos hacia una posible evolución espiritual y humanitaria. Falleció el 29 de octubre de 1949 en Fontainebleau, Francia.
Según los autores que han estudiado su obra, sus planteamientos constituyen un conjunto de ideas interrelacionadas muy innovadoras, que tienen el objetivo de producir la evolución consciente en el hombre.
«Gurdjíeff mostró que la evolución del hombre [...] es el resultado del crecimiento [y desarrollo] interior individual; que tal apertura interior es la meta de todas las religiones, de todos los caminos, [...] pero que requiere un conocimiento directo y preciso, [...] pero que sólo se puede adquirir con la ayuda de algún guía con experiencia y a través de un prolongado estudio de sí y del trabajo sobre sí mismo».
Título original: Fragmentos de una enseñanza desconocida
Autor: P. D. Ouspensky, 1949.
Traducción: Dorothea Dooling, Roberto Wangerman Castro y Antonio Cook Garland
Editor original: Juandi (v1.0)
ePub base v2.0
Notas
[9] Los carbonos ya presentes en el organismo se designan con el signo:
[15] En el libro Etude sur les origines et la nature du Zohar, por S. Karppe, París, 1901, página 201, hay un dibujo de un círculo dividido en nueve partes con la siguiente descripción:
"Si se multiplica 9 x 9, el resultado está dado debajo por el 8 de la columna de la izquierda y el 1 de la columna de la derecha; asimismo 9 x 8, el producto está indicado por el 7 de la izquierda y el 2 de la derecha; asimismo 9 x 7. A partir de 9 x 5 el orden se invierte, es decir, el número que representa las unidades pasa a la izquierda y el de las decenas a la derecha."
[16] Pero según las últimas conclusiones científicas, un rayo de luz recorre una curva, y después de haber dado la vuelta al universo, vuelve a su origen al cabo de 1.000.000.000 de años luz; 1.000.000.000 de años luz representan entonces la circunferencia del universo —aunque las opiniones de los investigadores difieren grandemente sobre este punto, y los números relativos a la circunferencia del universo no se pueden considerar en ningún caso como estrictamente establecidos, aunque se aceptan todas las consideraciones que nos llevan a él en cuanto a la densidad de la materia en el universo.
En todo caso, si tomamos el número generalmente adoptado para la circunferencia hipotética del universo, obtenemos entonces, al dividir 9 x 1028 por 109, un número de veinte cifras, que mostrará cuántas veces un rayo de luz dará la vuelta al universo durante la vida del Protocosmos.
En 1915 se produjo en Moscú un encuentro de gran trascendencia. Ouspensky ya era para entonces reconocido como un destacado científico que escribía sobre los problemas de la existencia humana en el universo. Sus viajes por Europa, Egipto y el Oriente en busca de respuestas para sus múltiples interrogantes, lo condujeron al encuentro con G.I. Gurdjieff quien le reveló un sistema de conocimiento que, de inmediato, fue reconocido por él como de vital importancia para la humanidad de nuestro tiempo.
Fragmentos de una enseñanza desconocida es el recuento del trabajo de búsqueda y aprendizaje realizado por Ouspensky, bajo la dirección de Gurdjieff, durante ocho años. Narrado en el primer capítulo de esta obra, ese primer encuentro nos deja un sabor de algo que inevitablemente tenía que suceder. Es por eso que se ha comparado este libro, respecto del sistema de Gurdjieff, con los diálogos platónicos respecto de la sabiduría socrática.
Gurdjieff tenía sus razones para no permitir que se tomaran apuntes durante las reuniones que tenía con sus alumnos. Por eso este recuento no es sólo un prodigio de memoria sino, también y sobre todo, un sorprendente logro de comprensión y de síntesis, capaz de mostrarnos el complejo conjunto de conocimientos recibidos, mediante un relato viviente, escrito además en medio de las terribles condiciones de vida de la Rusia prerrevolucionaria.
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