Abducción
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Derechos reservados © 2018 , respecto a la primera edición en español , por :
© Violeta Rodríguez Chaviano
© Editorial Guantanamera
ISBN : 9788417104191
ISBN eBook : 9781524304515
Producción editorial : Lantia Publishing S . L .
Plaza de la Magdalena , , Planta , 41001 , Sevilla
www . lantia . com
IMPRESO EN ESPAÑA - PRINTED IN SPAIN
A Carlos, que me llevó a Urano y me trajo de vuelta
Personajes
Hipólita
Fedra
Enona
Teseo
Aricia
I
Hipólita . ¿Qué haces aquí?
Aricia . Vengo de la escuela.
Hipólita . ¿De la escuela?
Aricia . Me trajo tu papá.
Hipólita . ¿Mi papá? Mi papá está volando.
Aricia. Bueno, venía manejando un carro no un avión.
Hipólita . ¿Y dónde está mi papá?
Teseo . ¡Hipólita, hija mía!
Hipólita . Papá. ¿Cuándo llegaste? ¿Tú trajiste a Aricia?
Teseo . Mi niña, dame un beso, anda.
Aricia . Yo estaba saliendo de la escuela y él llegaba…
Teseo. Sí, fui a buscarte. Ya te habías ido y Aricia…
Aricia . Le dije que teníamos que estudiar. Y él me trajo hasta tu casa… Total, yo venía para acá.
Teseo . Saliste antes, ¿No, Hipólita?
Hipólita. Bueno, no lo sé. Salí cuando terminaron las clases. Y llegué a casa después de ustedes. Parece que la que salió antes fue Aricia ¿No?
Aricia. No, yo salí al terminar, pero no te vi, pensé que ya te habías ido, y en eso veo a tu padre. Llegamos primero porque…
Teseo . Vinimos en carro.
Hipólita . ¿Y Fedra?
Teseo . No lo sé. Parece que no está en casa.
Hipólita . ¿Y tú no llegabas mañana, papá?
Teseo . Exacto. Pero hubo un desajuste con un vuelo y se trocaron los horarios. Lo cual me ha favorecido porque tengo un día más en casa con ustedes.
Hipólita . ¿Y Fedra ya sabe que estás aquí?
Teseo . Voy a la ducha.
Hipólita . ¿Y qué vamos a estudiar?
Aricia . Bueno, en realidad necesito que me ayudes a terminar el trabajo de astronomía.
Hipólita. Yo ya terminé mi parte. ¿Papá?
Teseo . No he tenido tiempo de llamarla, Hipólita. Fui directo del aeropuerto al instituto, a buscarte. Estaba loco por verte. Siempre te extraño mucho.
Aricia. ¿Sobré qué planeta lo hiciste? ¿Me ayudas con el mío?
Hipólita . Urano. Sobre Urano. Te ayudo, claro. ¿Y por qué estás descalza, Aricia?
Aricia. Ah, claro, sí, Urano.
Teseo . Voy a darme una ducha que huelo a turista.
Hipólita . Ya te había dicho que era sobre Urano. Lo dije en la clase. ¿Te aprietan los zapatos?
Aricia . Ah, no, es que tenía mucho calor. Me molestan esas medias y sí, también los zapatos y tengo uno medio roto, con la suela despegada y son incómodos para caminar…
Fedra. Teseo. ¿Qué haces aquí? Hola, Hipólita.
Teseo . ¡Hola, mi amor! ¡Sorpresa!
Fedra. ¿Sorpresa? ¿Qué pasó? Y tú eres…
Aricia . Aricia. Soy amiga de Hipólita. Hemos hablado por teléfono, no sé si se acuerda de mí.
Hipólita . Estudia conmigo en el instituto. ¿Dónde estabas?
Fedra. ¿Y por qué estás descalza?
Teseo . ¿Y dónde estabas tú?
Fedra. A ustedes se les olvidó que hoy es miércoles. ¿Y tú, no llegabas mañana?
Teseo . Claro, la consulta. Vamos, acompáñame y te cuento. Estudien, niñas. Hasta luego Aricia, encantado de conocerte. Vamos, Fedra.
Aricia . Gracias, igualmente.
Fedra. Voy. Déjame abrir una cerveza. Que me la merezco. ¿Te llevo una, mi amor?
Aricia. Tu madrastra.
Hipólita . La misma. ¿Qué planeta escogiste?
Aricia . Todavía no lo sé. En eso quiero que me ayudes. Tú sabes mucho más del sistema solar que yo. Pesadísima.
Hipólita . No le hagas caso. Tampoco tienes que ponerte los zapatos. Esa es Enona, mi perra.
Aricia. No me gustan mucho los perros, me asustan. Ni yo a ellos, parece. Desde que llegué me está gruñendo.
Hipólita . No muerde. Saca el libro y escoge el planeta, luego yo te ayudo a desarrollar la idea.
Aricia. Parece muy vieja.
Hipólita . Muchos años. ¿Qué planeta te gustaría?
Aricia . Siempre hablas mucho de Urano. ¿Cuéntame cómo es y por qué te gusta?
Hipólita . Es hermoso.
Aricia. Como todo en esta casa.
Hipólita. ¿Te vas a concentrar en el trabajo?
Aricia . Estoy concentrada. Háblame de Urano. Luego yo escojo otro. Me encanta la fascinación con que hablas de ese lugar.
Fedra. ¿Y no estarán más cómodas sentadas en el comedor que tiradas en el suelo?
Aricia . Estamos bien, gracias.
Hipólita . Vamos a mi cuarto. Ahí tengo muchos libros de astronomía.
Fedra . ¿Al cuarto? ¿ Quieren una cerveza?
Hipólita . Somos menores de edad, Fedra. ¡Vamos Aricia!
Fedra . Son jóvenes. Además, por una cerveza no pasa nada.
Hipólita . ¿Y tú, por cuantas vas hoy?
Fedra . ¡Ay! Hipólita, no empecemos.
Aricia. Mejor me voy. Otro día me enseñas tus libros.
Hipólita . Espérate. Te voy a prestar uno para que veas qué hermoso es Urano.
II
Enona . ¿Estás convencida?
Hipólita. Absolutamente.
Enona . ¿Y cuando se despierte?
Hipólita . Que piense lo que le dé la gana.
Enona . Estás loca.
Hipólita . Ya lo sé. ¿Qué le voy a hacer?
Enona . De remate…
Hipólita . ¡No me lo digas más!
Enona . Loquísima.
Hipólita . ¡Cállate, perra!
Enona . ¿A dónde vas?
Hipólita . Lejos.
Enona . ¿Y tu amiga va?
Hipólita . ¿Aricia? ¡Claro que no!
Enona . Menos mal. Esa muchacha no me gusta.
Hipólita . Estás como Fedra. Quiero que solo tú me acompañes. ¿Vamos?
Enona . ¿Y por qué quieres que yo te acompañe?
Hipólita . Porque hemos estado juntas toda la vida. Estás vieja, enferma. Te quiero. Y no te dejaré bajo el amparo de Fedra. Sería como dejarte sola.
Enona . Basta de inmadureces. Suelta la mochila y vete a hacer el café de Fedra.
Hipólita . Subiré a la azotea. Allí me recogerán. Ven conmigo. Pasaremos todo el día allá arriba para que nos puedan ubicar bien. Si nos vamos ahora es mejor. Aprovechemos que no está mi padre y que ella duerme.
Enona . No. Lo que quieres es lanzarte del techo. No subiré. Padezco de vértigo. No pienso suicidarme. ¿Me puedo llevar mi butacón? Lo necesito.
Hipólita . No lo sé, supongo que sí. Pero en Urano no existen las necesidades. ¿Entonces vas conmigo?
Enona . ¿Urano?
Hipólita . Séptimo planeta. Gira fuera de la órbita de Saturno y dentro de la órbita de Neptuno. Es de sexta magnitud, por lo que es poco observable a simple vista. ¡Qué maravilla!
Enona . ¡Me asustas! ¡Yo no voy!
Hipólita . Lo descubrió accidentalmente en 1781 el astrónomo británico William Herschel. Estaremos mejor que aquí. Nos espera mi madre.
Enona . Antíope está muerta. En el cielo o bajo la tierra pero segura estoy de que no se la llevó ningún extraterrestre.
Hipólita . Muerte. Esa palabra que le encanta a los terrícolas, a los mortales, a los que barnizan la verdad. Mi madre fue abducida y yo también lo seré. Y tú conmigo. ¡No puedo ir sin ti!
Enona . Ponle el nombre que el conformismo te indique. Pero yo no voy. No me gustan los alienígenas. No los conozco. No creo que existan.
Hipólita . Ven conmigo Enona; ¡no puedo dejarte! Llevaremos tu butacón.
Enona . Primero tendrás que prepararle el café. Está a punto de levantarse.
Hipólita . A partir de hoy se lo hará ella misma. Sabrá a rayo porque ni eso puede hacer. ¿Estás llorando, Enona?