Las citas bíblicas corresponden a la Santa Biblia,
versión Reina Valera, revisión de 1960, Sociedades
Bíblicas Unidas ©
Original publicado en Inglés bajo el título
“Manual for the Deliverance Worker”
© Todos los derechos reservados por el autor.
“MANUAL DE LIBERACION Para Obreros Cristianos”
Edición en Español, © derechos reservados por
Editorial Desafío’ Apdo. 29724, Bogotá, Colombia, bajo arreglo con el autor.
Traducción - Iglesia El Shaddai, Ciudad de Guatemala Revisión idiomática y de estilo: Pablo Barreto M.D.
A.A. 8025 Cali, Colombia
Dibujo Carátula: Fernando Triviño
Impreso en Colombia.
Categoría: Guerra Espiritual
Producto No.:603004
ISBN 958-95462-0-X
Un Manual de Labores
para quien trabaja en
el Ministerio de la Liberación
LECTOR: POR FAVOR TOME NOTA:
Si cada una de las cosas que como creyentes
empezamos a hacer y el Espíritu Santo no las inicia
y las dirige, entonces propagamos un Ismael.
El Ministerio de la Liberación deberá
únicamente dar gloria a Dios y no restar
la preeminencia y centralidad
a nuestro vencedor, Cristo, Jesús.
Contenido
Prólogo
En el ministerio cristiano, los hombres maduros son grandes fuentes de sabiduría y entendimiento. Por medio de la predicación, en las enseñanzas y los escritos, se adquiere conocimiento, que se transmite de generación en generación.
Pablo desafió al joven Timoteo con estas palabras: “Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros” (2 Timoteo 2:2). El rey Salomón escribió el Libro de Proverbios como una fuente de “inteligencia y cordura a los jóvenes — Oirá el sabio, y aumentará el saber, y el entendido adquirirá consejo” (Proverbios 1:4-5).
Frank Marzullo cuenta con un ministerio comprobado en la liberación y la guerra espiritual. Se le respeta ampliamente por sus enseñanzas basadas en la Biblia y por la unción de Dios. Los estudiantes inteligentes y los compañeros en la obra pueden aprender mucho de su sabiduría y experiencia. Tom Snyder, el yerno de Frank, es otro “Timoteo” en el ministerio. Estos hombres han unido su conocimiento y habilidad en las comunicaciones para traer este gran aporte al Ministerio de la Liberación.
Este libro provee riqueza y guía práctica para todos aquellos interesados o que planean trabajar o que están activamente comprometidos en ofrecer libertad a los cautivos de espíritus demoníacos. Realmente, “oirá el sabio, y aumentará el saber”.
Frank D. Hammond
Prefacio
Al hacer guerra espiritual debemos mirar todo el cuadro. Nuestro primer objetivo es hacer guerra contra los espíritus territoriales en el segundo cielo. En 2 Corintios 12 Pablo se refiere a un hombre que fue hasta el tercer cielo, al paraíso. Si hay un tercer cielo debe haber también un primero y segundo cielos. El primer cielo que podemos ver incluye las nubes, el sol, la luna y las estrellas. Desde el segundo cielo Satanás dirige su guerra contra naciones, regiones, ciudades, instituciones, hogares e individuos. Podemos ver la prueba de esto en Daniel 10:12-13 donde el ángel Gabriel viene en respuesta a su oración.
“Entonces me dijo: Daniel, no temas; porque desde el primer día que dispusiste tu corazón a entender y a humillarte en la presencia de tu Dios, fueron oídas tus palabras; y a causa de tus palabras yo he venido. Mas el príncipe del reino de Persia se me opuso durante veintiún días; pero he aquí Miguel, uno de los principales príncipes, vino para ayudarme, y quedé allí con los reyes de Persia”.
Aquí vemos la guerra en el segundo cielo donde el ángel Gabriel tuvo que luchar contra el príncipe del reino de Persia, que son los principados y poderes territoriales que Satanás ejerce sobre su área.
Frecuentemente la respuesta a nuestras oraciones se demora por la misma razón. Nos toca hacer guerra contra esos espíritus territoriales en el segundo cielo antes de recibirla.
Notemos qué contestó el ángel Gabriel: “El me dijo: ¿Sabes por qué he venido a ti? Pues ahora tengo que volver para pelear contra el príncipe de Persia;y al terminar con él, el príncipe de Grecia vendrá. Pero yo te declararé lo que está escrito en el libro de la verdad; y ninguno me ayuda contra ellos, sino Miguel vuestro príncipe” (Daniel 10:20- ).
Entonces, hay guerra constante en el segundo cielo entre las fuerzas malignas de las tinieblas y las huestes celestiales. Nuestras oraciones y las peticiones que hagamos en el nombre de Jesús serán más efectivas si derribamos y destruimos estas fortalezas malignas para alcanzar la victoria.
En Mateo 16:19 Jesús dijo: “... y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos”. Aquí, Jesús nos da su autoridad para atar los poderes de las tinieblas en el segundo cielo.
Recomiendo dos libros recientes sobre este asunto que describen esta guerra en el segundo cielo: “Tomando nuestras ciudades para Dios”, por John Dawson y “Esta patente oscuridad” por Frank E. Peretti.
Oro para que Dios nuestro Padre te bendiga en el estudio de este Manual y que recibas mucha sabiduría para pelear la guerra espiritual.
Frank Marzullo
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El Ministerio de Liberación
Autoridad Bíblica para
Ministrar Liberación
Jesús vino a destruir las obras del diablo, (1 Juan 3:8). También Jesús nos dijo en Su Palabra: “Sígueme”.
“El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos” (Lucas 4:18). Aquí Jesús, cita Isaías 61:1-2 y declara su ministerio. Después hizo exactamente lo que proclamó... y como discípulos suyos, deberíamos hacer lo mismo.
“De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre” (Juan 14:12). Esta declaración es dura de entender para la mente humana, pero, si Jesús lo declaró, entonces es un hecho.
Jesús llamó a sus doce discípulos para que estuviesen con él y les dio autoridad para echar fuera los espíritus inmundos y para sanar toda enfermedad y dolencia (Mateo 10:1). Esta autoridad no se ha retirado en ningún momento, sino que al contrario, la reenfatizan una y otra vez en otros versículos de la Biblia.
“Y yendo, predicad, diciendo: El reino de los cielos se ha acercado. Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia” (Mateo 10:7-8). Estas palabras indican que los discípulos mismos habían de recibir sanidad y liberación si iban a dar lo que habían recibido.
“Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas.. (Marcos 16:17). Nota que la primera señal que sigue a los que creen es “echarán fuera demonios”. Esto es el Ministerio de la Liberación. La segunda señal es “hablarán nuevas lenguas”. Esto se refiere al Bautismo en el Espíritu Santo. Creo que primero limpiamos la casa, luego pedimos a Jesús que nos bautice en el Espíritu Santo. Este es el orden que nos dio Jesús.
Jesús salió de la sinagoga y fue a casa de Simón. La suegra de Simón tenía una gran fiebre; y le pidieron a Jesús que la ayudara. E inclinándose hacia ella, reprendió a la fiebre; y la fiebre la dejó, y levantándose ella al instante, les servía (Lucas 4:38-39). Aquí Jesús nos dio un ejemplo de cómo ministrar... reprender la fiebre. ¿Por qué? Pues estaba bajo el control de un espíritu inmundo. Jesús hizo lo mismo en Lucas 13 cuando encontró a la mujer que tenía un espíritu de enfermedad. Primero, Jesús liberó a la mujer de ese espíritu y después puso las manos sobre ella para su sanidad.