Cita
Las malas acciones,
aunque toda la tierra las oculte,
se descubren al fin a la vista humana.
WILLIAM SHAKESPEARE, Hamlet
Para los hombres y mujeres
de las Unidades de apoyo del FBI de ciencias del comportamiento
y de investigación del FBI, de Quantico, Virginia, anteriores y actuales,
y los colegas exploradores, compañeros de viaje.
Laminas
Foto de Jack Douglas
La vida en la granja. Así pasé los veranos del instituto. Aquí poso con uno de mis primeros clientes.
Foto de Jack Douglas
El gran partido contra Wantagh High: la primera vez que intenté aplicar el «perfil psicológico» con un rival. Se me ve fácilmente en el banquillo de Hempstead con la máscara tipo Hannibal Lecter porque me había roto la nariz en un partido anterior.
Foto de Jack Douglas
Retrato del agente adolescente. Mi primer viaje a casa tras entrar en la Agencia, posando con mi distintivo y uno de los trajes nuevos que me compró mi padre. Nótese el peinado típico del FBI. Fue uno de los escasos momentos en los que sonreí durante este viaje. Pasé la mayor parte de las vacaciones de Navidad de 1970 memorizando el manual de comunicación de la Agencia para el subdirector Joe Casper.
Foto del FBI
Graduación de la 107.ª edición de la Academia Nacional del FBI, 16 de diciembre de 1976. De izquierda a derecha: yo, Pam, el director del FBI Clarence Kelley, mi madre Dolores y mi padre Jack.
Foto de formación del FBI
Milwaukee. Fotografía utilizada en la patrulla de élite y la formación de rescate de rehenes con las posiciones en el momento en que Joe Del Campo disparó la bala que acabó con el drama con rehenes de Jacob Cohen.
Foto del FBI
La primera generación, enero de 1978. Siete meses después de entrar en la Unidad de Ciencia del Comportamiento de Quantico, posé con algunas de las leyendas vivas. De izquierda a derecha: Bob Ressler; Tom O’Malley, que enseñaba sociología; yo; Dick Harper, que también impartía sociología; Jim Resse, el especialista que se convirtió en nuestro experto en estrés; Dick Ault y Howard Teten, que enseñaban criminología aplicada e iniciaron el programa de perfiles del FBI.
Foto de Mark Olshaker
La siguiente generación, junio de 1995. La Unidad de Apoyo a la Investigación. De izquierda a derecha: Steve Mardigian, Pete Smerick, Clint Van Zandt, Jana Monroe, Jud Ray, yo (de rodillas), Jim Wright, Greg Cooper, Gregg McCrary. No aparecen Larry Ankrom, Steve Etter, Bill Hagmaier y Tom Salp.
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El agente especial John Conway y yo entrevistamos a Edmund Kemper en Vacaville.
AP/Wide World Photo
Wayne D. Williams, durante su juicio por asesinato en 1982 en el caso de los asesinatos de niños de Atlanta. Asesoré al asistente del fiscal de distrito Jack Mallard sobre cuál sería la mejor estrategia para sacar a la luz una parte de la personalidad de Williams que conseguía ocultar al jurado.
Foto de los Alaska State Troopers
Robert Hansen, el panadero de Anchorage, Alaska, que pasó de cazar animales a cazar prostitutas de la zona a las que raptaba y soltaba en el bosque.
Foto de los Alaska State Troopers
Sala de trofeos de Robert Hansen con sus presas antes de pasar a la caza humana.
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Las «últimas voluntades y testamento» de Shari Faye Smith, de diecisiete años, probablemente el testimonio más conmovedor de coraje, fe y carácter que he visto en veinticinco años en las fuerzas de seguridad.
Foto del departamento del sheriff de Lexington County, South Carolina
Larry Gene Bell, condenado por matar a Shari Faye Smith y Debra May Helmick en Carolina del Sur. Cuando le entrevisté en el despacho del sheriff del condado de Lexington, Jim Metts, negó que «el Larry Gene Bell que está aquí sentado» pudiera cometer esos crímenes, pero admitió que «el Larry Gene Bell malo» sí.
Foto de Mark Olshaker
Típico caso de consulta. Gregg McCrary presenta los detalles de la serie de asesinatos de prostitutas en Rochester, Nueva York, a colegas de la Unidad de Apoyo a la Investigación. Esta investigación y las estrategias proactivas de McCrary ayudaron a la policía estatal de Rochester y Nueva York a encontrar y detener a Arthur Shawcross, que fue juzgado y condenado por diez asesinatos. De izquierda a derecha, están Jim Wright, Gregg McCrary, yo y Steve Etter.
Foto del departamento de policía de Nueva York
En la organización de nuestro riguroso programa de formación para nuevos miembros de la Unidad de Apoyo a la Investigación contamos con la generosa colaboración de algunos forenses y organismos de las fuerzas de seguridad destacados. Aquí, Jud Ray y yo regalamos una placa conmemorativa al teniente Donald Stephenson, oficial al mando de la Unidad de Escenarios del Crimen del departamento de policía de Nueva York, por la ayuda prestada por el departamento en la formación de nuestra gente sobre el terreno.
The Fairfax Journal
Ejemplo de técnica proactiva. En determinados casos, tras desarrollar el perfil, a menudo «lo hacemos público» en los medios locales con la esperanza de que alguien reconozca la descripción del sujeto desconocido y acuda a nosotros.