Agradecimientos
Me gustaría dar las gracias a las siguientes personas, sin las cuales este libro nunca habría nacido:
Mis padres, Jennifer y Kevin, por todo su amor y paciencia y por todo lo que me han enseñado.
Mis hermanos, Lee, Steven y Paul, y mis hermanas, Claire, Maria, Natasha, Anna-Marie y Shelley, por su amor y comprensión.
Rehan Qayoom, mi mejor amigo en mi etapa escolar.
Elfriede Corkhill, mi profesor favorito.
Lan y Elaine Moore, Lan y Ana Williams, y Olly y Ash Jeffrey, mis mejores amigos.
Birute Ziliene, la persona en quien pienso cuando recuerdo mi estancia en Lituania.
Sigridur Kristinsdóttir, mi tutora islandesa.
Suzy Seraphina-Kimel y Julien Chaumon, por su ayuda con el sitio web Optimnem.co.uk.
Martin, Steve, Toby, Dan y Nicola, el equipo que se halla tras el documental Brainman.
Karen Ammond, por enseñarme el poder del entusiasmo.
Andrew Lownie, mi agente literario.
Rowena Webb, Helen Coyle y Kerry Hood, de Hodder, por su ayuda y su consejo con el libro.
Bruce Nichols y el equipo de free Press por su ayuda con la edición estadounidense.
Finalmente, Neil, mi pareja, por ser él mismo.
Este extraordinario relato nos ofrece una perspectiva inédita: el interior de la mente de un joven autista de 27 años. Afectado por el síndrome de Aspenger, Daniel Tammet es capaz de realizar complicadas operaciones aritméticas con la velocidad el rayo, puede aprender un idioma en tan sólo unos días y ha establecido un nuevo récord al memorizar y recitar más de 22 500 decimales del número pi. Percibe los números con formas, colores y texturas; los números son sus amigos y en cualquier lugar o situación, nunca abandonan su pensamiento. Cuando se siente estresado o triste, cierra los ojos y cuenta.
Su sorprendentes habilidades lo han convertido en una celebridad mundial y está siendo estudiado por los más relevantes neurólogos. En este libro, con una prosa asombradamente clara y cálida, Daniel nos relata los acontecimientos más relevantes de su vida, desde su frustrante y aislada infancia hasta el momento actual.
Daniel Tammet
Nacido en un día azul
Un viaje por el interior de la mente y la vida de un genio autista
ePub r1.2
Rob_Cole 11.04.2016
Título original: Born on a blue day
Daniel Tammet, 2006
Traducción: Miguel Portillo
Editor digital: Rob_Cole
Primer editor: Macronoid (r1.0 a 1.1)
ePub base r1.2
DANIEL PAUL TAMMET (31 de enero de 1979, Londres, Gran Bretaña). Se ha hecho famoso gracias a su habilidad para realizar cálculos mentalmente, aprender idiomas o recordar un gran número de dígitos de Pi. Es el primero de una serie de nueve hermanos y proviene de una típica familia de clase media londinense. Según cuenta en un libro que recoge sus memorias, Born on a blue day (Nacido en un día azul), algunas dolencias como la epilepsia, la sinestesia y el síndrome de Asperger le acompañaron durante toda su infancia y son en gran medida las responsables de sus extrañas habilidades mentales.
Tammet ostenta el récord europeo en cuanto a la memorización y recitado de pi con 22 514 dígitos en algo más de cinco horas. Habla 11 lenguas: inglés, francés, finlandés, alemán, español, lituano, rumano, estonio, islandés, galés y esperanto. Está capacitado para aprender nuevas lenguas de una manera sorprendentemente rápida. Para demostrarlo, con motivo de su documental del Channel Five, fue retado a aprender islandés en una semana. Siete días después, apareció en la televisión islandesa conversando fluidamente en esa lengua, con su instructor comentando de fondo que «no parece humano, ¡es un genio!».
Por sus fantásticas características, Tammet fue objeto de un documental en el Reino Unido titulado El chico del cerebro increíble, siendo la primera emisión del canal de televisión británico Five Channel, el 23 de mayo de 2005.
Tammet y su ex-pareja, el ingeniero informático Neil Mitchell, estuvieron juntos desde 2001. Vivieron en Inglaterra, en un pueblo del condado de Kent, disfrutando de una tranquila vida. Tammet y Mitchell cooperaron en el servicio onlinee-learning donde han publicado cursos para el aprendizaje de idiomas. Hoy Tammet vive con su nueva pareja, Jerome, en Avignon.
Notas
[1] Mister Men: serie de cuarenta y seis libros infantiles de Roger Heargreaves, iniciada en 1971 (N. del T.).
[2] En el libro original aparecían estos dos emoticonos como caracteres especiales. Para evitar incompatibilidades con diversos dispositivos e intentando no desvirtuar demasiado el contenido de la frase, me he decantado por usar sus equivalentes en ascii. Los dos caracteres que había originalmente son los siguientes:
y
(N. del E. D.).
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Nueves azules y palabras rojas
Nací el 31 de enero de 1979, un miércoles. Sé que era miércoles porque para mí esa fecha es azul, y los miércoles siempre son azules, como el número nueve o el sonido de voces discutiendo. Me gusta la fecha de mi nacimiento porque visualizo la mayoría de sus números con formas suaves y redondeadas, similares a los cantos rodados de una playa. Y eso es porque son números primos: 31, 19, 197, 97, 79 y 1979. Todos ellos son divisibles sólo por sí mismos y por la unidad. Puedo reconocer todos los números primos hasta 9973 por su cualidad «cantorrodada». Así es como funciona mi cerebro.
Sufro una afección conocida como síndrome del genio autista, de la que se sabía poco antes de que la describiese el actor Dustin Hoffman en la película Rain Man, que ganó un Óscar en 1988. Al igual que Raymond Babbitt, el personaje de Hoffman, yo también siento una necesidad casi obsesiva por el orden y la rutina, que afecta virtualmente a todos los aspectos de mi vida. Por ejemplo, cada mañana, para desayunar, como exactamente 45 gramos de copos de avena; peso el tazón con una báscula electrónica para asegurarme. A continuación cuento el número de prendas de vestir que me pondré antes de salir de casa. Siento ansiedad si no puedo beber mis tazas de té todos los días a la misma hora. Cuando me estreso demasiado y no puedo respirar bien, cierro los ojos y cuento. Pensar en números me ayuda a calmarme.
Los números son mis amigos y siempre han estado cerca de mí. Cada uno de ellos es único y cuenta con su propia «personalidad». El 11 es simpático y el 5 es chillón, mientras que el 4 es tímido y tranquilo. Es mi número favorito, me recuerda a mí mismo. Algunos son grandes: 23, 667, 1179, mientras que otros son pequeños: 6, 13, 581. Algunos son preciosos, como 333, y otros feos, como 289. Para mí, cada número es especial.