Hot cocina
E. Tomasini
Hot cocina
Los afrodisiacos
A pesar de haber puesto el máximo cuidado en la redacción de esta obra, el autor o el editor no pueden en modo alguno responsabilizarse por las informaciones (fórmulas, recetas, técnicas, etc.) vertidas en el texto. Se aconseja, en el caso de problemas especí fi cos —a menudo únicos— de cada lector en particular, que se consulte con una persona cualificada para obtener las informaciones más completas, más exactas y lo más actualizadas posible. DE VECCHI EDICIONES, S. A.
Traducción de Gustau Raluy.
Fotografías del interior:© Natalia Hudyma, Konstantin Kalishko, Lana, Taiga, Kirsty Pargeter, Tetastock, Dimitar Marinov, Alexander Potapov, Forewer, RomanPekan, Vorobyev Kirill, Isis Ixworth/Fotolia.com.
Diseñográficode la cubierta: © YES.
Fotografía de la cubierta: © Chistopher Robbins/GettyImages.
© De Vecchi Ediciones, S. A. 2012
Avda. Diagonal 519 08029 Barcelona
Depósito Legal: B. 19.443-2012
ISBN: 978-84-315-5532-0
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¿Habéis dicho «afrodisiacos»?
No podemos referirnos a las sustancias «afrodisiacas» sin citar a la diosa Afrodita, la más bella de las divinidades helénicas, que según la mitología griega nació de la espuma del mar. Afrodita es la reina de los corazones humanos, domina el amor, la voluptuosidad y las fuerzas generadoras del mundo.
Todos los seres humanos, sean de la raza que sean, han experimentado el «transporte» del contacto amoroso. El sexo es la esencia más íntima del ser humano: se trata de una fuerza exaltadora de la naturaleza y un elemento indispensable para la vida. Para estar en armonía con la naturaleza, el acto amoroso debe elevarse de la simple función biológica a los niveles superiores de la espiritualidad.
La búsqueda del placer absoluto
En los textos sagrados de las religiones orientales, sobre todo en los de la antigua India, aparecen principios doctrinales filosóficos que consideran que una existencia dedicada a los placeres legítimos del cuerpo constituye la base de la cultura humana. Y esto es muy cierto, pues el placer forma parte de la vida.
Las divinidades más adoradas por el pueblo indio, Shiva y Krishna, practicaban, según los textos sagrados, rituales eróticos que transformaban el acto sexual en un sacrificio divino.
La unión del hombre y la mujer estaba considerada una transmutación de la dualidad en la unidad.
La búsqueda de una expresión amorosa, en la forma que sea, supone una evasión de la realidad. El amor sobrepasa los límites de la conciencia habitual y alcanza la unión suprema en la que lo humano y lo divino se funden en una única entidad.
Gracias a la sexualidad se crea la existencia. La humanidad tiene su origen en una relación de amor y placer. La madre naturaleza decidió, no sin una cierta malicia, que la especie se perpetuara a través del sexo.
Para glorificar la sacralidad del acto de la procreación, delante de los templos de varias ciudades y pueblos de la India y de Sri Lanka se pueden contemplar unos gigantescos monumentos que representan el lingam («pene») introducido en el yoni («vagina»), emblemas del primer principio de la humanidad.
Destacados filósofos, poetas y artistas, en sus obras literarias y figurativas, nos han mostrado las más exaltadas imágenes afrodisiacas del amor.
Las escenas eróticas esculpidas en las paredes de las grutas de Ellora y de Elephanta, en la India central, expresan la alegría de poseer un cuerpo y sentir cómo palpita.
En la literatura, citaremos uno de los libros más conocidos: el Kama Sutra , escrito en sánscrito por Vatsyayana, expresa la teoría que «el verdadero conocimiento es perfección». Y también la siguiente idea: «Los placeres del cuerpo son tan necesarios como los alimentos…».
El Kama Sutra es un código del amor donde se describen normas, experiencias y recetas para provocar los deseos sexuales. La apertura hacia un conocimiento más consciente de las distintas expresiones de la existencia nos debe inducir a buscar los medios para vivir y satisfacernos mejor.
Esta búsqueda no sólo nos ayuda a encaminarnos hacia unas inclinaciones sexuales innatas, sino que también trata sobre el mundo vegetal, el cual nos ayuda a conocer el potencial de la sexualidad.
Una naturaleza tan generosa…
Al hablar de los afrodisiacos vegetales naturales, y en concreto de las plantas que tienen esta propiedad, estamos tratando un elemento de la naturaleza en el que se pueden encontrar los medios para desarrollar, aumentar y realizar los momentos de liberación de las energías sexuales reprimidas.
El uso de plantas resulta interesante no sólo por la eficacia de las sustancias que contienen, sino también a causa de la analogía que existe entre la esencia humana y la vegetal. Algunos importantes biólogos y fisiólogos de la Antigüedad, como Plinio y Dioscórides, nos dan indicaciones sobre el tema en sus estudios sobre los procesos activos en el reino vegetal desde el punto de vista psicoquímico y en función de la in fl uencia que tienen sobre las personas.
La mayor parte de las plantas afrodisiacas crecen en lugares cálidos y soleados, bien por sus exigencias naturales, o bien porque unas condiciones climáticas particulares permiten su mejor desarrollo. Se encuentran en la India y otras zonas de Asia, en América Central y en las islas oceánicas. Gracias a este medio favorable, y más concretamente a las lluvias de la mañana y al sol del resto de la jornada, las plantas que crecen en estos países consiguen almacenar una gran cantidad de principios activos y emanar efluvios capaces de embriagar favorablemente al psiquismo y a los sentidos.
Las partes de las plantas utilizadas con una finalidad terapéutica son las hojas, las fl ores, los frutos, las semillas, la corteza del tallo y/o de las ramas, además de las raíces, siempre según el tipo de planta. La utilización de vegetales se inició en Oriente y representaba el mejor antídoto para vencer el agotamiento que las tórridas temperaturas causan en el organismo.
Los aromas acres y penetrantes tienen una acción erótica que los indígenas saben aprovechar; por esto aromatizan tanto la comida como la bebida con las plantas afrodisiacas que la naturaleza ofrece espontáneamente.
De todas las plantas afrodisiacas, hemos escogido las más interesantes y las más utilizadas.
Últimas confidencias
En Europa se pueden encontrar los ingredientes afrodisiacos secos, en forma de píldoras, polvos, tinturas, extractos, etc., en las herboristerías y las farmacias.
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