INTRODUCCIÓN
En la actualidad ha habido un desarrollo tecnológico muy importante y gracias a estos avances podemos acceder a cualquier tipo de información de manera casi inmediata, con un solo clic. Estas facilidades hacen que en cualquier momento, sea de día o de noche, acudamos inmediatamente a internet a verificar, consultar o recabar información, sin ningún tipo de control. Al mismo tiempo, a lo largo del día, estamos sometidos a un sinfín de estímulos: múltiples notificaciones de WhatsApp, Facebook, redes sociales, llamadas... Hay casos en los que seremos capaces de controlarlos y en otros no. «Pero, ¿qué problema hay?», se preguntará, «si todo el mundo lo hace y no pasa nada. ¿Qué relación tiene esto con la memoria?».
Todos estos estímulos diarios a los que estamos sometidos contribuyen a desarrollar en nuestra mente una tendencia, un hábito, en este caso negativo. ¿Por qué? Porque, si nos habituamos a recibir este tipo de estímulos con una frecuencia de cinco minutos aproximadamente, ¿qué sucede cuando dejamos de recibirlos? ¿Qué nos ocurre cuando no nos llegan whatsapps, o no vemos el Facebook? Nuestra mente está intranquila y busca satisfacer ese deseo que tanta ansiedad le produce. Como resultado, tenemos dificultades para mantenernos concentrados en cualquier actividad durante más de diez minutos, no recordamos nada —porque aparentemente no lo necesitamos— y nuestra memoria se va debilitando. Este debilitamiento se debe a que no la utilizamos, y cuando algo no se utiliza se deteriora progresivamente.
No cabe duda, por otro lado, de que el entrenamiento físico está socialmente aceptado: la gente considera importante mantenerse en forma y ejercitan su cuerpo abiertamente, delante de todo el mundo. Sin embargo, en el caso de la memoria, al tratarse de una capacidad interna, parece que como si no contara, tal vez porque las «tabletas» del cerebro no son físicamente visibles. Como la memoria es más difícil de mostrar y no se suele alardear de ella, apenas se le presta atención y el entrenamiento del cerebro se descuida. Socialmente no resulta tan atractivo decir que dedicas parte de tu tiempo a entrenar la mente, y de hecho al principio te miran un poco como si fueras un bicho raro. Aunque externamente parezca tener poca relevancia, conforme vayamos avanzando entenderemos por qué desarrollar la memoria es tan importante y cómo puede afectar de manera directa a nuestro día a día.
Con el objetivo de ayudarle a evitar el deterioro progresivo de la memoria, y aprender a estimularla de forma eficaz, nace este libro. Únicamente somos transmisores de unas técnicas que vienen utilizándose desde la antigüedad y, debido a su eficacia, han perdurado en el tiempo hasta la actualidad. Con humildad queremos compartir estos conocimientos, junto a la experiencia de años de entrenamiento en el ámbito de la memoria, para que, al igual que nosotros, usted pueda mejorar su memoria y disfrutar de unas buenas cualidades mentales.
LA MEMORIA DE LOS ELEFANTES
El título del libro hace referencia a los elefantes y a su memoria. Debemos por tanto comentar por qué se utiliza esta expresión tan habitual y qué relación tiene con nuestra memoria.
Tradicionalmente el elefante ha sido considerado como el paradigma de la buena memoria. Es un animal cuyas funciones cerebrales están muy desarrolladas, como está ampliamente documentado: así, por ejemplo, nunca olvidan cuando han sido maltratados por alguien, ni tampoco el olor de la ropa de la tribu que los ha atacado anteriormente; son capaces de distinguir la llamada de más de cien individuos diferentes y de recordar rutas concretas que les conducen a muy diversas fuentes de alimento o de agua. Con estas habilidades mnemónicas almacenan los recuerdos de mayor relevancia para su supervivencia y la de los suyos, para cuando sea necesario recuperarlos.
Esta capacidad para recordar información es deseada por muchos. Por suerte, la memoria se puede mejorar mucho con ayuda de diversas técnicas. Desde simples consejos a recursos más elaborados que le permitirán, a usted también, conseguir una memoria de elefante.
LA IMPORTANCIA DE UTILIZAR TÉCNICA
Al principio nos pueden surgir dudas sobre si debemos utilizar técnicas para memorizar o no. Podemos pensar: “Yo lo hago como siempre he hecho, y ya está”. Veamos con dos ejemplos la importancia de utilizar una técnica.
Todas las personas con capacidades normales pueden correr; de hecho, son muchos los corredores aficionados que concurren a las carreras y pruebas de atletismo populares. Pero, si todos pueden correr y entrenan durante horas, ¿qué es lo que distingue a un atleta o un corredor profesional de otro que no lo es?: la técnica. Los corredores profesionales se han tomado la molestia de aprender una técnica que les permite conseguir mejores resultados con menos esfuerzo; también han hecho algo que les diferencia del resto: han seguido un entrenamiento. De la misma manera, aunque todos podemos memorizar, lo que marca la diferencia en los resultados es la utilización de la técnica adecuada. Todo ello podrá aprenderlo a lo largo de este libro.
Le proponemos realizar el siguiente ejercicio de visualización mental, con el mayor número de detalles que le sea posible. Vamos a imaginar que estamos en el puerto de Valencia y queremos ir a la bella Italia, que es nuestro sueño. Tenemos un barco preparado para el viaje y, cuando subimos en él, nos damos cuenta de que no tiene sistema de navegación GPS. Soltamos amarras y empezamos a navegar. Ahora nos surgen varias preguntas: ¿dónde queda Italia?, ¿hacia dónde direccionamos el barco?, ¿seremos capaces de llegar?, ¿cuánto tiempo nos llevará el viaje, si es que llegamos? Demasiadas dudas para hacer nuestro viaje con garantías. Al principio puede parecer divertido, y podemos decir: “¡Vamos a la aventura!”. Pero, pasado un tiempo, empiezan a surgir los problemas derivados de la falta de preparación. Lo más probable es que nos perdamos y que el proyectado viaje termine siendo una pésima experiencia. Esto es lo que sucede cuando aprendemos y memorizamos sin técnica: lo hacemos “en bruto”, sin un GPS que nos guíe y nos marque el rumbo para conseguir nuestro objetivo. Algunos llegan a su destino y otros no; lo que está claro es que aquellos que llevan GPS y un buen sistema de navegación tienen muchas más posibilidades de conseguirlo y el viaje les resultará mucho más placentero. Están confiados y seguros de que llegarán.
Le invitamos a realizar con nosotros un viaje placentero, lleno de aventuras mentales, en las que navegaremos juntos con el fin de que consiga llegar a puerto, disfrutando de los paisajes, y de esta manera pueda utilizar siempre su GPS allá donde vaya.
EL ÁRBOL DE LA MEMORIA
Para desarrollar su memoria, los elefantes necesitan alimentarse de los frutos de los árboles. En nuestro caso también nos alimentaremos de un árbol para mejorar la memoria, pero este árbol es especial, porque nos permite nutrirnos de conocimientos. Lo llamaremos el “árbol de la memoria”. Como cualquier árbol, tiene unas partes que son visibles (el tronco, las ramas) y otras que no lo son (las raíces). Si descuidamos lo que no vemos, en el caso de que consiga crecer nuestro árbol mostrará un triste aspecto, como la siguiente imagen: