Índice
Te damos las gracias por adquirir este EBOOK
Visita Planetadelibros.com y descubre una nueva forma de disfrutar de la lectura
¡Regístrate y accede a contenidos exclusivos!
Próximos lanzamientos
Clubs de lectura con autores
Concursos y promociones
Áreas temáticas
Presentaciones de libros
Noticias destacadas
Comparte tu opinión en la ficha del libro
y en nuestras redes sociales:
Explora Descubre Comparte
Divulgación/Autoayuda
Últimos títulos publicados
E. Lukas, Equilibrio y curación a través de la logoterapia
C. Coria, Anna Freixas y Susana Covas, Los cambios en la vida de las mujeres. Temores, mitos y estrategias
E. Lukas, Libertad e identidad. Logoterapia y problemas de adicción
M.-F. Cyr, ¿Verdad o mentira?
B. O’Hanlon, Crecer a partir de las crisis
R. Cava, Cómo tratar con personas difíciles
E. Lukas, Ganar y perder. La logoterapia y los vínculos emocionales
C. Poch, Catorce cartas a la muerte (sin respuesta)
M. Bosqued, Mobbing
E. J. Langer, La creatividad consciente
E. Giménez de Abad, Cómo poner límites a los hijos
J. Moix, Cara a cara con tu dolor. Técnicas y estrategias para reducir el dolor crónico
A. Aparicio y T. Muñoz, Después del silencio. Cómo sobrevivir a una agresión sexual
E. Lukas, El sentido del momento. Aprende a mejorar tu vida con logoterapia
C. Zaczyk, Cómo tener buenas relaciones con los demás
F. Réveillet, Diez minutos. Más de 400 consejos y ejercicios para sentirte mejor todos los días
A. Freixas, Nuestra menopausia. Una versión no oficial
V. Tobi, Embarazo transformador
A. Ellis, Usted puede ser feliz
F. Réveillet, Diez minutos de pequeñas alegrías
J. M. Gottman y J. S. Gottman, Diez claves para transformar tu matrimonio
B. J. Jacobs, Cuidadores
M. McKay y P. Fanning, Cómo resolver conflictos. Técnicas y estrategias para superar las situaciones problemáticas con éxito
M. Lavilla, D. Molina y B. López, Mindfulness. O cómo practicar el aquí y el ahora
M. Bosqued, Quemados. Qué es y cómo superarlo
W. Glasser y C. Glasser, Ocho lecciones para un matrimonio feliz
J. Kabat-Zinn, Mindfulness en la vida cotidiana. Donde quiera que vayas, ahí estás
M. Bosqued, Superwoman. El estrés en la mujer
T. Attwood, Guía del síndrome de Asperger
S. Berger y F. Thyss, Diez minutos para sentirse zen. Más de 300 consejos y ejercicios para alcanzar la serenidad
M. Williams, J. Teasdale, Z. Segal y J. Kabat-Zinn, Vencer la depresión. Descubre el poder del mindfulness
L. Purves, Cómo no ser una madre perfecta
G. Cánovas Sau, El oficio de ser madre. La construcción de la maternidad
C. André, Guía práctica de psicología para la vida cotidiana
M. McKay y P. Rogers, Guía práctica para controlar tu ira. Técnicas sencillas para mejorar tus relaciones con los demás
S. Gullo y C. Church, El shock sentimental. Cómo superarlo y recuperar la capacidad de amar
R. Brooks y S. Goldstein, El poder de la resiliencia. Cómo superar los problemas y la adversidad
B. O’Hanlon, Atrévete a cambiar
C. Coria, Decir basta. Una asignatura pendiente
A. Price, Reinvéntate. Reescribe tu vida desde la experiencia
M. McKay, M. Davis y P. Fanning, Los secretos de la comunicación personal. Aprenda a comunicarse de manera efectiva en cualquier situación
D. O’Brien, Consigue una memoria asombrosa. Técnicas y consejos y que cambiarán tu vida
La mente es como un tronco: si es compacta,
lo conserva casi todo; si no, casi nada.
A UGUSTUS W ILLIAM H ARE
y J ULIUS C HARLES H ARE
Guesses at Truth, by Two Brothers, 1827
Prólogo
Cuando era pequeño me diagnosticaron dislexia. En el colegio, mi tutor me dijo que nunca llegaría a ser gran cosa en la vida. De hecho, durante mis años escolares nadie apostó demasiado por mí. Nadie podía imaginar que un día aparecería en el Libro Guinness de los Récords por lo que alguien ha descrito como una hazaña asombrosa de poder mental, o que sería campeón mundial de memoria no sólo una vez, sino ocho. Veamos algunos fragmentos de mis informes escolares cuando tenía 10 años (la lectura no es muy alentadora):
«Tiende a despistarse en medio de una operación de cálculo, lo que le hace perder el hilo.»
«[Dominic] no ha prestado atención. Parece que está siempre en las nubes.»
«Muy lento. Casi nunca es capaz de repetir la pregunta que se le ha hecho. Debe concentrarse.»
«Si Dominic no espabila y se pone a trabajar, no va a conseguir nada... es muy lento.»
Aunque parezcan duros, esos comentarios ofrecen una visión bastante precisa de mi situación cuando era niño. Me sentía como si mi cerebro fuese un músculo en permanente estado de relajación. Mis profesores lo sabían y se sentían frustrados conmigo. En aquellos días, los profesores no se regían por los mismos códigos de conducta que existen actualmente. Uno en particular se portó muy mal conmigo: me zarandeaba, me gritaba y me humillaba delante de mis amigos. Supongo que con ese comportamiento esperaba sacarme de mi aparente estupor.
Huelga decir que el colegio me estresaba mucho. La verdad es que me daba auténtico pánico. A los 11 años lo odiaba, pero no sólo eso: carecía de la más mínima autoestima. Me entristece tener que decir que salir por la puerta del colegio a la menor oportunidad era una de las cosas que más feliz me hacían, al menos en aquel momento.
Casi quince años más tarde, aprendí por mí mismo a memorizar una baraja de cartas. No puedo describir cómo me sentí en aquel momento: no sólo conseguí un logro asombroso de agilidad mental, sino que además realicé una conquista simbólica. Me deshice de todo el maltrato, la negatividad y las malas notas que había recibido en mi infancia. De pronto, me di cuenta de que tal vez no estaba destinado a ser el perdedor que todos esperaban. Si era capaz de recordar una baraja de cartas, ¿qué más podría lograr?, me pregunté. Poco a poco, con cada nueva señal de que podía conseguir una memoria prodigiosa, empecé a ganar confianza, a creer en mí mismo, y se abrió ante mí un mundo de oportunidades.
Mi músculo de la memoria, bastante flácido en el pasado, hoy funciona a la perfección. Un estricto régimen de entrenamiento de memoria durante veinticinco años lo ha convertido en un músculo tonificado del que me siento muy orgulloso. ¡Qué pena que no descubriese y practicase el arte de la memoria cuando iba al colegio!
En este libro quiero enseñarte a ejercitar la memoria no sólo para realizar acrobacias mentales de las que nunca te habrías imaginado capaz, sino también para darte una enorme inyección de confianza, como me ocurrió a mí. Cuando empieces a vislumbrar el potencial de tu memoria, te darás cuenta de que es aplicable a otros aspectos de tu fuerza mental: desde la capacidad de concentración y de pensar sobre la marcha (lo que se conoce como «memoria fluida»), hasta tu confianza como narrador u orador, e incluso la capacidad de entrar en una sala llena de gente a la que no conoces y moverte como si ése fuese tu lugar en el mundo.
Página siguiente