Roger Scruton - Sobre la naturaleza humana
Aquí puedes leer online Roger Scruton - Sobre la naturaleza humana texto completo del libro (historia completa) en español de forma gratuita. Descargue pdf y epub, obtenga significado, portada y reseñas sobre este libro electrónico. Año: 2018, Editor: Ediciones RIALP, Género: Ordenador. Descripción de la obra, (prefacio), así como las revisiones están disponibles. La mejor biblioteca de literatura LitFox.es creado para los amantes de la buena lectura y ofrece una amplia selección de géneros:
Novela romántica
Ciencia ficción
Aventura
Detective
Ciencia
Historia
Hogar y familia
Prosa
Arte
Política
Ordenador
No ficción
Religión
Negocios
Niños
Elija una categoría favorita y encuentre realmente lee libros que valgan la pena. Disfrute de la inmersión en el mundo de la imaginación, sienta las emociones de los personajes o aprenda algo nuevo para usted, haga un descubrimiento fascinante.
- Libro:Sobre la naturaleza humana
- Autor:
- Editor:Ediciones RIALP
- Genre:
- Año:2018
- Índice:4 / 5
- Favoritos:Añadir a favoritos
- Tu marca:
- 80
- 1
- 2
- 3
- 4
- 5
Sobre la naturaleza humana: resumen, descripción y anotación
Ofrecemos leer una anotación, descripción, resumen o prefacio (depende de lo que el autor del libro "Sobre la naturaleza humana" escribió él mismo). Si no ha encontrado la información necesaria sobre el libro — escribe en los comentarios, intentaremos encontrarlo.
Sobre la naturaleza humana — leer online gratis el libro completo
A continuación se muestra el texto del libro, dividido por páginas. Sistema guardar el lugar de la última página leída, le permite leer cómodamente el libro" Sobre la naturaleza humana " online de forma gratuita, sin tener que buscar de nuevo cada vez donde lo dejaste. Poner un marcador, y puede ir a la página donde terminó de leer en cualquier momento.
Tamaño de fuente:
Intervalo:
Marcador:
ROGER SCRUTON
SOBRE LA NATURALEZA HUMANA
EDICIONES RIALP, S. A.
MADRID
Título original: On Human Nature
© 2017 by P RINCETON U NIVERSITY P RESS
© 2018 de la versión española por J OSÉ M ARÍA C ARABANTE M UNTADA
by Ediciones Rialp , S. A.,
Colombia, 63, 8º A - 28016 Madrid
(www.rialp.com)
Realización ePub: produccioneditorial.com
ISBN: 978-84-321-4964-1
No está permitida la reproducción total o parcial de este libro, ni su tratamiento informático, ni la transmisión de ninguna forma o por cualquier medio, ya sea electrónico, mecánico, por fotocopia, por registro u otros métodos, sin el permiso previo y por escrito de los titulares del copyright. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita reproducir, fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra.
ÍNDICE
E L SIGUIENTE ENSAYO ES UNA VERSIÓN revisada de las tres conferencias “Charles E. Test” que impartí en la Universidad de Princeton, en el marco del Programa James Madison, en otoño de 2013. Estoy muy agradecido tanto al programa como a su director, Robert P. George, por la invitación y la hospitalidad que me dispensaron durante mi visita. Y estoy también especialmente agradecido a la animada audiencia que siempre espera al visitante que llega a Princeton y al espíritu de libertad intelectual que allí prevalece. Al preparar estas conferencias para su publicación, soy consciente de que son el mejor resumen de mis ideas, pero no tal vez el mejor modo de responder a todas las dificultades que puedan surgir en un lector atento. He intentado dar respuesta a algunas de esas dificultades en El alma del mundo y en el cuarto capítulo que he añadido en este ensayo a estas conferencias. Otras deberán esperar otro momento, o acompañarme a la tumba.
Bob Grant, Alicja Gescinska y dos lectores anónimos de Princeton University Press han leído los primeros borradores, y he sacado enormes beneficios de sus comentarios.
ESPECIE HUMANA
N OSOTROS , LOS SERES HUMANOS , somos animales sometidos a leyes biológicas. Tanto nuestra vida como nuestra muerte constituyen procesos biológicos de la misma naturaleza que los que observamos en otros seres vivos. Tenemos necesidades biológicas y estamos bajo la influencia de los genes y sujetos a su propio imperativo reproductivo. Y este imperativo se manifiesta también en nuestra vida emocional y nos recuerda la existencia de nuestro cuerpo, así como su poder sobre nosotros.
Durante siglos, poetas y filósofos han elaborado relatos sobre el amor erótico: Platón abrió el camino. Estos relatos han dotado de valor al objeto del amor, de misterio y de una singularidad metafísica que parece situarlo fuera del orden natural. En esas narraciones parece difícil tener en cuenta la dimensión biológica, a pesar de que tendrían poco sentido si no fuera precisamente por nuestra condición de animales reproductivos y por nuestra capacidad para ocupar un nicho gracias a la selección sexual.
Somos criaturas territoriales, como los chimpancés, los lobos y los tigres. Nos reafirmamos en un territorio, luchamos por defenderlo y nuestros genes, que necesitan de esa reafirmación tan exclusiva sobre el mismo para replicarse, dependen de nuestro éxito en esa tarea. Sin embargo, cuando luchamos por ello y lo defendemos, generalmente lo hacemos en nombre de un algún ideal superior: la justicia, la liberación, la soberanía nacional o Dios mismo. De nuevo nos encontramos aquí con la costumbre de componer narraciones que soslayan la realidad biológica subyacente.
También las cualidades humanas más nobles tienen su base biológica, o al menos así lo parece. La capacidad de sacrificio que lleva a la madre a dejar todo de lado por sus hijos, la valentía que posibilita que los seres humanos afronten las privaciones y los peligros más grandes por algo que consideran valioso e incluso virtudes como la templanza y la justicia, que parece que exigen que venzamos nuestros propios deseos, a juicio de muchos tienen sus equivalentes en el reino de los animales inferiores y es posible ofrecer sobre ellos una sencilla explicación, generalizable a cualquier otra especie. El afecto personal ha sido incorporado al ámbito de la biología, primero por la excesivamente metafórica, y ahora en gran parte desacreditada, teoría de Freud acerca de la libido, pero más recientemente por la teoría del apego de John Bowlby, para quien el amor, la pérdida y el duelo se pueden explicar en parte como resultados filogenéticos de nuestra necesidad de una base segura.
Al situar este comportamiento en un contexto etológico, Bowlby ofreció una explicación de nuestros apegos primarios mucho más plausible que la ofrecida por Freud y sus primeros seguidores. Se han de explicar nuestros afectos personales, señalaba, teniendo en cuenta la función que desempeñan en nuestro “entorno de adaptabilidad evolutiva” y en cualquier caso, no se debe concluir de estas explicaciones ninguna diferencia ontológica entre nosotros y los animales. El descubrimiento de la hormona de la oxitocina, y de los efectos que tiene para la predisposición de muchos animales de diferentes especies a las relaciones de afecto con sus congéneres, ha servido para apoyar la suposición de que se puede comprender y explicar el apego sin recurrir a las narraciones con que los seres humanos lo embellecen.
Cuando Darwin y Wallace dieron a conocer su teoría sobre la selección natural, lo que se planteó fue si nuestras cualidades más elevadas, como la moral, la autoconciencia, el simbolismo, el arte y las emociones interpersonales, nos separaban radicalmente de los animales inferiores, tal y como afirmaban algunas teorías existentes. En un primer momento, Wallace pensó que no, pero más tarde cambió de opinión y llegó a la conclusión de que en el orden de los seres hay un salto cualitativo, percatándose de ese modo de que las facultades superiores de la especie humana eran diferentes de las que los seres humanos compartimos con nuestros primos hermanos evolutivos. Señaló que “contamos con capacidades morales e intelectual superfluas en relación con las demandas evolutivas” y que no se pueden explicar con la teoría de la selección natural de los más aptos.
Pero Darwin siguió suscribiendo la idea de que natura non facit saltus y precisamente en su obra El origen del hombre intentó demostrar que las diferencias entre los seres humanos y otros animales, a pesar de que son considerables, se pueden explicar con la teoría del desarrollo gradual.
G ENÉTICA Y JUEGOS
Esta controversia se ha modificado completamente desde que se publicó la investigación pionera de R. A. Fisher sobre genética de la población. En resumidas cuentas, parece que cada vez estamos más cerca de demostrar lo que suponía Darwin: hay cierta continuidad entre nuestro sentido moral y los instintos sociales de otras especies.
No han faltado críticos de la perspectiva genética. Quienes defienden la “selección de grupo” sostienen que la selección natural debe operar en otro ámbito distinto del genético y superior a él, si se quiere dar cuenta de comportamientos complejos desde un punto de vista social, como la capacidad de limitar el tamaño de la población o los patrones de dispersión de la manada.
Sean o no los animales capaces de realizar conexiones entre palabras y cosas o entre palabras y experiencias, son radicalmente diferentes de las que posibilita la gramática transformacional. En el caso de los animales se trata de asociaciones aisladas que, desconectadas de reglas generativas y sin organización semántica, no pueden contar con más medios de pensamiento, diálogo e interrogación que los gritos de alarma de los pájaros o bonobos o el movimiento de la cola de los perros. No se considera que esta objeción sea conclusiva, y los genetistas siguen proponiendo teorías sobre “protolenguajes” e intentando demostrar que hay avances graduales en relación con la competencia lingüística determinados genéticamente.
Página siguienteTamaño de fuente:
Intervalo:
Marcador:
Libros similares «Sobre la naturaleza humana»
Mira libros similares a Sobre la naturaleza humana. Hemos seleccionado literatura similar en nombre y significado con la esperanza de proporcionar lectores con más opciones para encontrar obras nuevas, interesantes y aún no leídas.
Discusión, reseñas del libro Sobre la naturaleza humana y solo las opiniones de los lectores. Deja tus comentarios, escribe lo que piensas sobre la obra, su significado o los personajes principales. Especifica exactamente lo que te gustó y lo que no te gustó, y por qué crees que sí.