Altas Capacidades
en niños y niñas
| Esta obra ha sido publicada con una subvención de la Dirección General del Libro, Archivos y Bibliotecas del Ministerio de Cultura, para su préstamo público en Bibliotecas Públicos, de acuerdo lo previsto en el artículo 37.2 de la Ley de Propiedad intelectual. |
Altas Capacidades
en niños y niñas
DETECCIÓN, IDENTIFICACIÓN
E INTEGRACIÓN EN LA ESCUELA
Y EN LA FAMILIA
Mª Teresa Gómez Masdevall
Victoria Mir Costa
NARCEA, S. A. DE EDICIONES
MADRID
Índice
Nuestro más sincero agradecimiento:
A los directores, compañeros y alumnos
de las escuelas que han hecho posible la detección e
identificación de estos alumnos.
A todos y a todas muchas gracias.
A Pere Pujolàs por la orientación sobre el aprendizaje
cooperativo.
A Cecilia Gafarot por su entusiasmo en la práctica educativa y
orientación sobre Inteligencias Múltiples y trabajo cooperativo.
Introducción
Un violinista en el metro
Un hombre se sentó en una estación del metro en Washington y comenzó a tocar el violín, en una fría mañana de enero. Durante los siguientes 45 minutos, interpretó seis obras de Bach. En este tiempo, se calcula que pasaron por esa estación algo más de mil personas, casi todas camino de sus trabajos.
Transcurrieron tres minutos, el violinista recibió su primera donación: una mujer le dió un dólar y continuó su marcha. Algunos minutos más tarde, alguien se apoyó contra la pared a escuchar, pero enseguida miró su reloj y retomó su camino.
Quien más atención prestó fue un niño de 3 años. Su madre tiraba del brazo, apurada, pero el niño se plantó ante el músico y no se movía. Cuando su madre logró arrancarlo del lugar, el niño seguía girando su cabeza para mirar al artista. Esto se repitió con otros niños. Todos los padres, sin excepción, los forzaron a seguir la marcha.
El violinista recaudó 32 dólares. Cuando terminó de tocar y se hizo silencio, nadie pareció advertirlo. No hubo aplausos, ni reconocimientos.
Nadie lo sabía, pero ese violinista era Joshua Bell, uno de los mejores músicos del mundo, tocando las obras más complejas que se escribieron alguna vez, en un violín tasado en 3.5 millones de dólares. Dos días antes de su actuación en el metro, Bell llenó un teatro en Boston, con localidades que promediaban los 100 dólares.
Esta es una historia real. La actuación de Joshua Bell, de incógnito en el metro, fue organizada por el diario “The Washington Post” como parte de un experimento social.
¿Somos capaces de reconocer el talento en un contexto inesperado? ¿Y en el entorno escolar?
Habitualmente al hablar de Educación Especial, se hace referencia a los alumnos que manifiestan severas dificultades de aprendizaje o handicaps y que por sus características necesitan de una atención y tratamiento educativo diferenciado. En la práctica escolar se deja de atender a los alumnos con altas capacidades a pesar de que tanto la normativa estatal como la autonómica los considera como alumnos con Necesidades Educativas Especiales (NEE).
Estos alumnos no constituyen un grupo homogéneo sino que tienen características muy diversas, semejantes a las que podemos encontrar entre los alumnos con grandes dificultades de aprendizaje. En primer lugar, es necesario detectarlos, tenerlos muy en cuenta y saber que existen en la escuela, con nombres y apellidos; para luego atender a sus necesidades educativas. Muchas veces se detectan, pero, por considerar que no necesitan ninguna ayuda o porque tienen capacidades superiores o por ignorar qué se puede hacer con ellos, no se realiza ninguna actuación.
Dentro de la práctica diaria, en algún caso aislado, lo que suele hacerse es acelerar sus estudios, permitiendo que pasen a un curso superior y/o un trabajo de ampliación de las competencias curriculares.
Es muy importante detectar e identificar a estos alumnos desde la más tierna infancia, mediante observaciones, entrevistas, cuestionarios y pruebas específicas.
Al detectar sus necesidades educativas a nivel de rendimiento académico, social, creatividad, motivación…, etc., debemos dar una respuesta a sus capacidades, posibilidades, intereses, así como a sus ritmos de aprendizaje.
Si les damos las oportunidades necesarias para desplegar con eficacia sus competencias y habilidades, conseguiremos mejorar la calidad educativa de los centros escolares, porque los demás alumnos también resultarán beneficiados.
Las situaciones que a nivel familiar presentan estos alumnos, pueden ser vividas como fuente de problemas. Unas veces niegan que su hijo tenga altas capacidades y en otras ocasiones llegan a generar grandes expectativas, lo que ejercerá una fuerte presión emocional sobre su hijo.
A nivel escolar se debe procurar que las interrelaciones entre los docentes sean coordinadas y que trabajen en equipo, a fin de consensuar estrategias pedagógicas comunes: trabajo cooperativo, tener en cuenta las Competencias Básicas, así como programar basándose en las Inteligencias Múltiples, etc. Conviene estudiar opciones de trabajo por medio de metodologías activas que tengan en cuenta la diversidad del alumnado.
La comunidad educativa ha de tener una línea común y ponerse de acuerdo en el tipo de estrategias didácticas que se van a utilizar. Se puede optar por un enriquecimiento del currículum o, si es preciso, por la realización de un plan individualizado, una aceleración, (pensar en qué momento se realiza, preparar al grupo que va a recibir al alumno y contar con la aprobación del mismo y de la familia), etc.
Se ha constatado que desde la más tierna infancia, los niños con altas capacidades desarrollan unas habilidades inusuales para su edad, que deben servir de pista a padres y educadores. Si se pueden identificar a tiempo, se podrá motivar a estos niños para el aprendizaje y evitar el fracaso escolar.
Será necesario un trabajo riguroso, exhaustivo y práctico que facilite el conseguir en las aulas un ambiente de aprendizaje que proporcione las oportunidades necesarias para que cada alumno, incluyendo los de altas capacidades y los que tienen dificultades para aprender, puedan desarrollar al máximo sus posibilidades.
Para ello, es sumamente importante estimular las inteligencias múltiples (lingüística, lógico-matemática, espacial, musical, cinéticacorporal, pictórica, naturalista y personal (empatía, autoestima y espiritualidad), tratando de formar personas íntegras, a través de los valores y trabajando los aspectos emocionales.
1. Concepto de Inteligencia
La comunidad científica tiene dificultades para poder establecer una definición de inteligencia. Es difícil saber por qué existen tantas diferencias, tanto en el alumnado que se halla en el «límite superior» como en el que se encuentra en el «límite inferior». Esto dificulta el poder establecer una definición compartida.
Hasta hace poco la inteligencia era considerada como algo innato e inamovible, era cuestión de genética. Actualmente se sabe que es el resultado, tanto de factores genéticos como ambientales.
Podría definirse la inteligencia como la capacidad de coordinar, gestionar, organizar el conocimiento y al mismo tiempo saber escoger la mejor opción para resolver un determinado problema. Se necesita además de un ambiente enriquecedor y favorable para que pueda desarrollarse. La inteligencia, aunque es fija, está en una evolución continua y puede ser modificada según los aprendizajes, el ambiente familiar, afectivo y social, la educación, la experiencia y la personalidad.
Teorías y modelos
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