La vida según Sheldon
Toni de la Torre
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Adaptación de la cubierta, Booket / Área Editorial Grupo Planeta
Fotografía de la cubierta, © Ed Carosia
© Toni de la Torre, 2014
© Editorial Planeta, S. A., 2014, 2020
Avinguda Diagonal, 662, 6.ª planta. 08034 Barcelona (España)
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Este libro es un trabajo independiente de comentario, análisis y crítica. Ni el libro, ni su autor o editorial están autorizados, apoyados, patrocinados o afiliados en ningún sentido con el propietario del copyright de «The Big Bang Theory» ni los creadores de «The Big Bang Theory».
Primera edición en libro electrónico (epub): mayo de 2020
ISBN: 978-84-480-2757-5 (epub)
Conversión a libro electrónico: Pablo Barrio
Aunque soy de los que creen en la teoría de los universos paralelos que postula la existencia de un infinito número de Tonis en un infinito número de universos, os aseguro que en ninguno de ellos sabría vivir sin Mireia.
EPÍLOGO
Sheldon en una estación de tren. Esperando, dispuesto a iniciar una nueva vida lejos de todo lo que conoce. Leonard y Penny ya se han marchado y ante el personaje se abre un camino completamente nuevo. En «The Big Bang Theory» se ha jugado en varias ocasiones con la idea de que Sheldon pudiera cambiar. Lo han hecho sobre todo a partir de su relación con Amy, que ha generado la posibilidad de un Sheldon más empático, más tierno, más comprensivo, en definitiva, más humano. Y es cierto que Sheldon ha tenido momentos en los que parecía que estaba cambiando y que Amy era una influencia real en su vida.
Pero todos estos acercamientos del personaje hacia la normalidad han acabado siendo infructuosos, con los guionistas dando siempre marcha atrás, siendo los amagos de cambio un recurso para aportar suspense dramático en momentos puntuales. En realidad no existe ningún motivo para que Sheldon se vuelva «más normal». Son precisamente sus peculiaridades lo que lo hacen un personaje tan querido por la audiencia y acabar con ellas sería acabar con la serie. Ésta es la lección de «The Big Bang Theory»: la singularidad es lo que nos hace únicos, es mejor ser uno mismo que ser uno de tantos. Sheldon espera en la estación de tren, pero nadie quiere que se marche ni que vuelva cambiado. Porque queremos a Sheldon tal y como es.
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NOTAS
La expresión «bazinga» se ha traducido al español como «¡Zas! En toda la boca». (N. del a.)
Los billones americanos son mil millones.
Esta expresión se ha traducido en el doblaje como «Que se haga la luz», con lo cual se pierde la referencia original. (N. del a.)
PRIMERA PARTE:
TOC, TOC, TOC Sheldon y él mismo
1. PENNY, PENNY, PENNY
Sheldon siempre, siempre, siempre golpea tres veces la puerta del apartamento de Penny, y la llama por su nombre otras tres. A Penny o a quien sea. Sheldon hace lo mismo con todas las puertas y todas las personas. ¿Por qué lo hace? Algunos dirían que es algo extraño y posteriormente pasarían a calificar a Sheldon de tipo raro. ¡Una afirmación absurda! Sheldon no es un tipo raro. Porque si fuera así, tú no estarías leyendo este libro.
Sheldon es el protagonista de una de las series de más éxito de la televisión, con millones de espectadores en todo el mundo. Millones de espectadores que ríen con él y conectan con sus referencias al mundo del cómic, las series y películas de ciencia ficción y los videojuegos. De este modo, es imposible considerar a Sheldon un tipo raro. Porque, cuando tanta gente se identifica con un personaje, éste deja automáticamente de ser raro, pues no puede ser raro algo que interesa a una mayoría, ¿verdad? Es de sentido común.
El propio Sheldon se lo explica a Penny cuando ella afirma que Howard es raro:
Penny: (a Howard) Entiendo que eres peculiar, igual que Sheldon.
Sheldon: Disculpa, Penny, pero en esta casa eres tú la que es peculiar.
Penny se queda sorprendida, pero no hay duda de que él tiene razón: en una habitación en la que se encuentran Sheldon, Howard, Raj y Leonard, la que es diferente, la alienígena del grupo, es ella. Puede que Penny no sepa diferenciar entre Star Wars y Star Trek, pero los protagonistas de «The Big Bang Theory» sí pueden, y los seguidores de la serie, también.
Y es que la popularidad de Sheldon como personaje televisivo es el reflejo de otra mayoría. Una mayoría hasta ahora silenciosa que durante mucho tiempo no se ha visto reflejada en las series de televisión. Pues hasta la llegada de Sheldon, personajes como él estaban destinados a ser secundarios, el contrapunto cómico frente a los protagonistas «normales». Sin embargo, Sheldon le ha dado la vuelta a la situación. ¿Y si lo peculiar es lo normal?
Aunque en la mayoría de ficciones se insista en mostrar que el raro es la excepción (el elemento de la clase que es menospreciado por los demás por ser diferente), la realidad es que el espectador medio tiene más en común con el viciado a los videojuegos que con el capitán del equipo de fútbol. Más en común con las chicas que leen libros de fantasía que con las que organizan las fiestas del equipo de animadoras. De nuevo pensemos en la idea de la habitación propuesta por Sheldon: ¿quién es mayoría, los Sheldons o las Pennys?
En el centro de la filosofía de vida de Sheldon se encuentra una defensa implícita de la peculiaridad, de aprender a adorar las propias singularidades. Sheldon llama a la puerta tres veces, y quizá eso lo hace diferente a ojos de algunos. Pero en realidad todos tenemos particularidades que nos hacen diferentes entre nosotros. Sean o no visibles.