Joaquim Vilargunter Muñoz
HAGA USTED MISMO 25 NUEVOS MODELOS DE ESTANTERÍAS
A pesar de haber puesto el máximo cuidado en la redacción de esta obra, el autor o el editor no pueden en modo alguno responsabilizarse por las informaciones (fórmulas, recetas, técnicas, etc.) vertidas en el texto. Se aconseja, en el caso de problemas específicos —a menudo únicos— de cada lector en particular, que se consulte con una persona cualificada para obtener las informaciones más completas, más exactas y lo más actualizadas posible. EDITORIAL DE VECCHI, S. A. U.
© Editorial De Vecchi, S. A. 2016
© [2016] Confidential Concepts International Ltd., Ireland
Subsidiary company of Confidential Concepts Inc, USA
ISBN: 978-1-78525-965-4
El Código Penal vigente dispone: «Será castigado con la pena de prisión de seis meses a dos años o de multa de seis a veinticuatro meses quien, con ánimo de lucro y en perjuicio de tercero, reproduzca, plagie, distribuya o comunique públicamente, en todo o en parte, una obra literaria, artística o científica, o su transformación, interpretación o ejecución artística fijada en cualquier tipo de soporte o comunicada a través de cualquier medio, sin la autorización de los titulares de los correspondientes derechos de propiedad intelectual o de sus cesionarios. La misma pena se impondrá a quien intencionadamente importe, exporte o almacene ejemplares de dichas obras o producciones o ejecuciones sin la referida autorización». (Artículo 270)
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN
Es muy posible que las primeras estanterías aparecieran en la Edad Media, concretamente en el área de dominio bizantino, y se instalaran dentro de los armarios donde se guardaba la ropa y demás enseres. Se conservan muy pocos vestigios, ya que en aquella época se preferían los muebles fácilmente transportables, como el arca, o los que formaban parte de las paredes o de la estructura de los edificios. Fue a partir del siglo xviii cuando las librerías se popularizaron entre las clases acomodadas, pues las empleaban para exponer sus colecciones de libros y antigüedades.
La construcción de estanterías o de librerías es uno de los trabajos más recomendables para iniciarse en el bricolaje de la madera a causa de su sencillez. Si además le gusta dedicar su tiempo libre a construir un mueble con sus propias manos y que satisfaga, además, sus exigencias de comodidad, este breve manual le será de gran utilidad, pues le permitirá disponer de unos modelos con los que obtener excelentes resultados.
A lo largo de estas páginas, el lector encontrará numerosos modelos de estantería para cuya realización tan sólo deben emplearse los materiales, las herramientas manuales y la maquinaria portátil más corrientes y accesibles.
Aunque en principio esta obra ha sido planteada como continuación y ampliación del libro Haga usted mismo 25 modelos de estanterías , todos los proyectos pueden construirse siguiendo las indicaciones técnicas que los acompañan.
No obstante, por razones de espacio se ha prescindido de la exposición de las técnicas y conocimientos básicos que figuraban en el libro anterior.
La materia se ha dividido en varios capítulos para facilitar su comprensión.
En el primero se indican y recomiendan las herramientas y la maquinaria portátil que pueden emplearse en la construcción de estanterías.
En el segundo se presentan los diversos materiales que se utilizan en carpintería.
En el tercero se exponen las técnicas de montaje y de acabado.
En el cuarto se desarrollan tres proyectos de estanterías de cierta complejidad en donde se describen técnicas avanzadas de ebanistería que servirán de ejemplo para desarrollar los veintidós modelos restantes.
Esperamos que la construcción de cualquiera de las nuevas estanterías que presentamos depare grandes satisfacciones.
INSTALACIONES Y EQUIPO NECESARIO
La práctica del bricolaje requiere el uso de unas instalaciones que cumplan con unos requisitos mínimos.
Ante todo, habrá que procurar que el espacio de trabajo permita desenvolverse con comodidad. Debe tenerse en cuenta que la maquinaria que suele emplearse en estos casos produce mucho ruido, serrín, virutas y polvo, y hay que manejar en ocasiones materiales voluminosos, por lo que convendrá escoger una dependencia alejada de la zona principal de la casa o, si fuese posible, habilitar un garaje o un taller, que deberán estar bien iluminados y ventilados.
El taller
Planificación del taller
La distribución adecuada del taller ha de prever la colocación de mesas y superficies de trabajo donde se dejarán la maquinaria estacionaria y la portátil.
Antes de comenzar a trabajar, lo mejor será dibujar un croquis a escala sobre papel milimetrado del espacio disponible y distribuir sobre la planta los elementos que componen el taller, de manera que quede espacio suficiente entre la maquinaria, el banco de trabajo y el almacén para moverse con facilidad ( ).
La maquinaria portátil y estacionaria es uno de los elementos más importantes del taller. En líneas generales, habrá que preparar un lugar donde colocar —o, en su caso, guardar— la sierra de cinta de sobremesa, el taladro acoplado al soporte de columna, el torno, el cepillo eléctrico de banco y la electroafiladora. Las mesas y superficies de apoyo serán de mucha utilidad.
Si no es posible disponer de un espacio lo suficientemente grande para la instalación de la maquinaria semiprofesional que se recomienda, o no se puede o no se quiere gastar dinero en maquinaria que vaya a utilizarse esporádicamente, se puede recurrir a la adquisición de madera cortada a medida, en la mayoría de los casos ya labrada y escuadrada.
Fig. 1. Elementos de un taller: 1. banco de carpintero; 2. panel para herramientas; 3. mesa de montaje; 4. estantería de barras graduables; 5. estantería para materiales; 6. armarios bajos; 7. mesa estacionaria para acoplar la maquinaria
El banco de trabajo
En el caso de que se desee practicar esta afición con cierta asiduidad, habrá que disponer de un banco de carpintero o una mesa de trabajo lo suficientemente robustos como para soportar el esfuerzo realizado en operaciones tan corrientes como el corte, cepillado, taladrado y montaje de los muebles.
El banco de trabajo deberá hallarse en la zona del taller que mejor iluminación disponga (natural a ser posible). El elemento fundamental del banco de carpintero es la prensa o mordaza vertical donde se sujetan las piezas que van a trabajarse.
En el banco de trabajo se pueden guardar herramientas para tenerlas al alcance de la mano.
Los bancos de bricolaje
Aunque disponer de un banco de carpintero profesional sería lo ideal, existen en el mercado bancos para aficionados, sencillos, económicos y de dimensiones más reducidas que cumplen perfectamente con los requisitos necesarios para realizar un buen trabajo.
Algunos bancos incorporan en su diseño una prensa horizontal que cumple la misma función de sujeción. Para que sea cómodo, su altura (que por lo general oscila entre los 85 y 90 cm ) debe ser proporcionada a la estatura de la persona que va a utilizarlo ( ).
Fig. 2. Vista del taller: 1. banco de bricolaje de estructura metálica con plataforma de madera y dos prensas; 2. panel para colgar herramientas; 3. botiquín y extintor
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