S É
E J E M P L O
T I M C H A L L I E S
Sé ejemplo
Traducido con permiso del libro Set an Example © Tim Challies 2017 publicado por Crusiform Press , Minneapolis, Minesota.
Copyright © Monte Alto Editorial, 2021
Todos los derechos reservados. Ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida, almacenada en un sistema de recuperación o transmitida en forma alguna por ningún medio, ya sea electrónico, mecánico, fotocopiado, grabado o de otro tipo, sin el permiso previo del editor, excepto en los casos previstos por la ley de derechos de autor de los Estados Unidos.
Traducción al Español: Liliana Fajardo
Editor General: Rudy Ordoñez Canelas
Primera lectura de prueba: Juan Sebastián Rojas
Segunda lectura de prueba: Nedelka Medina
Revisión del libro: Silvia Burbano
Diseño y maquetación: David Studio Co.
Agradecemos la ayuda brindada por Diego y Nedelka Medina, como también a Tim Challies en Español por hacer posible la traducción y publicación de este libro.
Primera impresión 2021 en Colombia
A menos que se indique lo contrario, las citas de las Escrituras son tomadas de La Biblia de las Américas LBLA Copyright © 2005 por The Lockman Foundation.
ISBN Impreso: 9 789584
Monte Alto Editorial www.montealtoeditorial.com/
ACERCA DEL AUTOR
Tim Challies es uno de los blogueros cristianos más leídos en los Estados Unidos y cuyo Blog (challies.com) ha publicado contenido de sana doctrina por más de 6000 días consecutivos.
Tim es esposo de Aileen, padre de dos hijas adolescentes y un hijo que le espera en los cielos. Ha escrito libros como El Caracter del Cristiano y El Mandamiento Olvidado, entre otros. Sirve como pastor en la iglesia Grace Fellowship de Toronto, Ontario.
Índice
Introducció n
Sé ejempl o
Sé ejemplo en palabr a
Sé ejemplo en conduct a
Sé ejemplo en amo r
Sé ejemplo en f e
Sé ejemplo en purez a
El llamado de un artista
Siempre fui pésimo pintando, se podría decir que, sin ningún tipo de esperanza en esta área. En mis clases de arte de la escuela secundaria, la profesora nos daba el tipo de tarea que consistía en estudiar un auto o una forma humana o un tazón de fruta, nuestra asignación consistía en observar y luego pintar. Yo hacía lo que ella decía: miraba el objeto, lo estudiaba, observaba su forma, sus curvas, sus ángulos, sus colores, sus sombras. Pero cuando ponía el pincel sobre el papel, el resultado nunca era el que debía ser, pues no parecía realista, ni impresionista, ni abstracto, sim plemente era un desastre. De modo que con buena razón me salté las bellas artes en la universidad para poder dedicarme a las artes liberales: inglés, historia, humanidades. Era ahí donde realmente pertenecía.
Sin embargo, todavía hay un área en la que sé que tengo el llamado del artista. Puede que no tenga el ojo, la mano y la habilidad para la pintura, pero creo que Dios me ha dado todo lo que necesito para tener éxito en esta otra forma de arte. Francis Schaeffer lo describe así: “Ninguna obra de arte es más importante que la propia vida del cristiano, y todo creyente está llamado a ser un artista en este sentido... La vida del cristiano ha de ser una cuestión verdadera y también una cuestión de belleza en medio de un mundo perdido y desesperado”. Esa es una obra de arte que quiero crear, ya que es una a la que Dios llama a cada uno de nosotros y nos equipa para tal labor. Eso te incluye a ti.
He preparado este pequeño libro pensando en los cristianos más jóvenes. Si tienes dieciséis o dieciocho años
o si estás en los veinte, ya sea que estés en el colegio o en la universidad o acabas de casarte y estás ejerciendo una carrera, quiero hablarte a tí. Quiero hablar contigo, y espero que estés atento a lo que digo y me escuches. Por sobre todo espero que leas los pasajes de las Escrituras a los que me refiero, que ores sobre ellos y que le pidas a Dios que te ayude a aplicarlos en tu vida. Ya que al fin y al cabo, son palabras de Dios, destinadas a conducirte su voluntad.
A medida que avanzamos, quiero centrarme en un versículo clave. Será nuestro tema y volveremos a él una y otra vez. “No permitas que nadie menosprecie tu juventud; antes, sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, fe y pureza” (1 Timoteo 4:12). En estas palabras nos encontramos con el arte, con las ideas de modelar e imitar, de estudiar una forma e intentar recrearla. Pero este arte no existe en el papel o en el lienzo, sino que en la vida, específicamente, en la vida cristiana. Así es, tu vida es el lienzo.
Antes de terminar esta introducción, debemos retroceder unos pocos versículos. En el versículo del mismo capítulo, Pablo emplea una metáfora diferente él camina por el pasillo desde la sala de arte hasta la sala de pesas. “Disciplínate a ti mismo para la piedad; porque el ejercicio físico aprovecha poco, pero la piedad es provechosa para todo, pues tiene promesa para la vida presente y también para la futura.” (1 Timoteo 4:7b-8). El entrenamiento físico es bueno, tanto si se trata de fuerza, velocidad, agilidad
o distancia. Pero este tipo de entrenamiento físico debe quedar subordinado respecto al entrenamiento espiritual: el entrenamiento para la piedad. Queda claro que formar tu carácter es mucho más importante que formar tu cuerpo. El tipo de formación que más le interesa a Dios no es la física, sino la espiritual. Ambas son buenas, pero una es mejor.
Hay muchas buenas maneras de invertir tu tiempo en esta etapa de la vida, pero ninguna es mejor que la búsqueda de la piedad. Como vimos en nuestro versículo clave, la Biblia te llama a ser un ejemplo en palabra, conducta, amor,
fe y pureza. Veremos que estos cinco términos se refieren a tu interior y a tu exterior, a lo que piensas y a lo que dices, a lo que está oculto en tu corazón y a lo que se muestra en tu vida. Veremos que Dios quiere que tu vida sea un lienzo, el escenario de una hermosa obra de arte. Él espera que esta obra de arte sea vista, admirada e imitada.