Relaciones tóxicas - Reconócelas y aprende a solucionarlas o a olvidarlas
Sarah Goldberg
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Traducido por Sara Del Cueto
“Relaciones tóxicas - Reconócelas y aprende a solucionarlas o a olvidarlas”
Escrito por Sarah Goldberg
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Traducido por Sara Del Cueto
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Relaciones tóxicas
Reconócelas y aprende a solucionarlas o a olvidarlas
Sarah Goldberg
Índice
I ntroducción
Capítulo Uno
¿CÓMO SE DESARROLLA UNA RELACIÓN TÓXICA?
Capítulo Dos
FACTORES PRESENTES EN UNA RELACIÓN TÓXICA
Capítulo Tres
REPERCUSIONES DE UNA RELACIÓN TÓXICA
Capítulo Cuatro
CÓMO SOLUCIONAR UNA RELACIÓN TÓXICA
Capítulo Cinco
¿CÓMO SE REPONE LA GENTE DE UNA RELACIÓN TÓXICA?
Lecturas extra
Descargo de responsabilidad
INTRODUCCIÓN
¿Te quedas mirando por la ventana de tu habitación si un motivo aparente? ¿Te resulta complicado mantener contacto visual cuando hablas con otros? ¿Tienes la sensación de estar escondiéndote del mundo? ¿Estás un poco harta del rumbo que ha tomado tu vida? Si estas preguntas te han hecho pararte a pensar, lo mejor será que sigas leyendo. Con lo que leerás a continuación desvelarás la verdad que oculta tu miseria. Esto es exactamente lo que hizo Sarah. Joven, lista, inteligente y llena de vida. Sarah tenía un montón de posibilidades ante ella, solo tenía que seguir lo que le decía su corazón. Estaba lista para revolverse y retomar su vida. En ella, en su vida, se cruzó un apuesto joven. Una cosa llevó a la otra y terminaron casándose.
Tras un año de relación, ella empezó a notar cambios en el carácter del joven. Todos ellos parecían estar vinculados a una frustración hacia ella, con enfados, con rabia incontrolada por cosas de lo más trivial. Él empezó a menospreciarla con pequeños actos, ideas y a través de gente que Sarah quería. Le gustaba controlar cada aspecto de su vida, llegando al punto de decirle qué vestidos podía ponerse. Al principio, Sarah se negó a ver la evidencia, y vivía negándose lo obvio, pero las cosas se pusieron feas. Aquí fue cuando Sarah se dio cuenta de que su relación no solo era insatisfactoria, sino que además, era “tóxica”. Pensó que sería tan solo una fase e intentó suavizar el ambiente tanto como pudo, pero no lo consiguió. Tras un año de infierno en vida junto al hombre que la consideraba una propiedad, Sarah decidió que ya había tenido suficiente.
Dio el primer paso y se negó a dejarse vapulear. Se dio cuenta de que, antes de su matrimonio, tenía una vida plena, así que decidió pelear por recuperarla. Empezó a darse cuenta de que, si no se hacía valer, esta relación la destrozaría en cuerpo y espíritu. Así que, una vez reunió el coraje suficiente, pidió ayuda profesional y recurrió también a su madre para que la apoyara en cada decisión que tomase en el futuro. Fue un viaje duro, Sarah lloró mucho en su cama, pero esta chica tan fuerte jamás dio el brazo a torcer.
Hoy, Sarah es madre soltera de un niño encantador. Es feliz, independiente y cree firmemente en ella y en su estilo de vida. Está muy orgullosa de haber tenido el valor para haberse levantado y haber luchado por ella misma como hizo. Está prometida y se va a casar con Conner, que la quiere más de lo que la mayoría de tíos quieren al programa de fútbol de los domingos. El valor que demostró hace tres años no solo la salvo de una relación abusiva, también le ha brindado un futuro feliz y prometedor a su hijo.
Las relaciones no son siempre perfectas, sean marido y mujer, hermanos, socios o amigos los que las compongan. Son más bien como caminos con altibajos, y para sobreponerse a ellos, ambas partes han de compartir un compromiso que les haga querer seguir adelante. De todos modos, es más sencillo de decir que de hacer y no todo el mundo encuentra el equilibrio necesario para navegar sin hundirse y para llevar estas relaciones a buen puerto, sin hacer daño y sin salir herido. Y es en ese momento cuando un pensamiento del tipo “¿estaré metido en una relación tóxica?”, emerge.
Cuando hablamos de una relación debilitada, también conocida como una relación tóxica, solemos referirnos a una relación que te consume emocional y físicamente, en lugar de ser fuente de paz y alegría. Las relaciones tóxicas no solo te frustran, también minan tu espíritu, tu personalidad y tu mentalidad. El mayor indicador de que una relación es tóxica es que tu nivel de estrés se eleva. Falta de sueño y de apetito, evitación, mal humor, problemas de memoria y enfado constante son síntomas claros ligados al estrés producido por una relación tóxica. La cura necesita consejo, compasión y compromiso por parte de ambas partes para tender puentes, llenar vacíos y reparar el daño hecho en esta relación disfuncional.
Desvincularte de estas relaciones parasitarias no es sencillo. Necesitas mucho valor y ganas de que dejen de utilizarte. Lo más importante es ser consciente de la realidad y trabajar de manera sistemática para arreglarla. Necesitas tomar el control de tu vida, esa en la que te han reprimido e ignorado durante tanto tiempo. Debes crear barreras, hacerte valer, y no avergonzarte porque, al final, todos somos humanos. Considera a tu pareja, socio o hermano, un espejo en el que mirarte para marcar tu camino. Decide si realmente esta relación merece tanto la pena. Si es que sí, a por ello, busca respuestas. Si es que no, rompe con todo y empieza de nuevo.
Este eBook no va a ser un paseo por el parque para todos los que estéis pasando por una mala época en vuestras relaciones. El objetivo es que dejéis de huir y deis la cara. Hará que os cuestionéis a vosotros mismos y lleguéis al fondo de la cuestión. Además, os puedo asegurar una cosa, según vayáis leyendo este libro, iréis construyendo un plan muy sólido sobre cómo hacer de vuestra vida algo más sencillo y feliz.
CAPÍTULO 1: ¿CÓMO SE DESARROLLA UNA RELACIÓN TÓXICA?
1.1 Relaciones normales a vista de pájaro
Las relaciones, hablando de ellas en un contexto exclusivo, son especiales para las dos partes que las componen. Integras tu vida en la de otra persona. Les dejas entrar en la tuya, dejas que te conozcan mejor de lo que te conoce el resto del mundo. Esta postura es una fuente de alegría, puesto que ambas partes se preocupan por la otra y quieren lo mejor para ella. Este es el pensamiento de la gente que comparte una relación normal, sea romántica o platónica. Cuando hablamos de identificar una relación tóxica, es importante fijarnos en el pasado del otro y observar que tipo de hechos le hicieron ser como es y convertirlo en la persona que es hoy. Cuando eliges pareja, has de fijarte en los detalles del carácter que realmente te importan, así ambos podréis entenderos y la relación se mantendrá en un punto positivo.
1.2 Cosas que debes considerar cuando comienzas cualquier relación
La elección de con quién te quieres vincular ha de ser tuya así que es normal que te preguntes si has tomado la decisión adecuada. Si en el pasado has tenido algún problema con alguien que te importaba, es fácil que todavía notes las profundas cicatrices que pueda haber dejado en tu personalidad. Cuando eliges pareja basándote en cómo te han tratado en el pasado, es muy probable escojas a la persona equivocada. Aprender a confiar de nuevo, tras una relación salpicada de abusos, conlleva tiempo y valor. Esta contradicción que vives en tu mente, esta guerra constante entre aquello en lo que crees y aquello que has vivido en una experiencia muy dura, puede ser desastroso para tu relación.
Además, es mejor que conozcas bien a la otra persona antes de tomar decisiones importantes. Háblales, comprueba qué les hace saltar, observa su modo de vida, sé sutil en tus pesquisas e interpreta su lenguaje corporal. Es muy importante que tengas la capacidad de percibir cualquier gesto agresivo y que sepas ver si un comportamiento volátil puede llegar a ser tan dañino como parece. La estabilidad emocional no debe ser ignorada bajo ningún concepto.
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