CAPÍTULO 15
ÉSTE NO ES EL FINAL, ES EL PRINCIPIO
¡¡¡Eres una mujer de excelencia!!! Lograste dar el paso. Lograste responsabilizarte. Has logrado tanto… ¡Estoy súper orgullosa de ti, guapa!
¿No te emociona haber llegado hasta aquí? Y adivina qué, éste no es el final, es sólo el principio de tu vida extraordinaria. Sí que deberías de estar feliz.
Yo he tenido varias victorias significativas en mi vida como resultado de implementar a diario la filosofía de vida, disciplinas y herramientas de poder que compartí contigo en este libro. Recuerdo cuando pasé, en menos de seis meses, de tener una deuda de 30,000 dólares a hacer 100,000 en tres meses. El momento de gratitud, de celebración al darme cuenta de la mujer en la que me había convertido para empezar a ver en mi vida resultados de esa magnitud es indescriptible.
Yo estoy segura y sé con convicción que si has implementado todas mis herramientas, nuggets de sabiduría y sutras de poder que has aprendido desde las primeras páginas, ya empezaste a ver cambios y a tener resultados en tu vida. En mi programa “Domina tu psicología”, mis alumnas reportan que desde el módulo de iniciación comienzan a experimentar resultados en su cuerpo, en su relación con la comida y en su habilidad para generar dinero fuera de serie. No me sorprendería que tú ya estés ahí, que estés celebrando este tipo de victoria. ¿Por qué no me lo cuentas? Me encantaría que subieras tus victorias ganadas gracias a este libro en IG y me etiquetaras para que celebremos juntas: @coralmujaes. Amo cuando mis alumnas me incluyen en sus redes y me etiquetan, porque me hacen sentir querida y apreciada.
Así que, guapa, date un momento de pausa, unos dos minutos, y ve las pequeñas grandes victorias que has tenido en tu vida como resultado de vivir con todos los principios que te he compartido. De tener dominadas tus disciplinas diarias, tus compromisos, tu visión, el absoluto control de tu fisiología, tu vocabulario de poder y tu psicología. De ser una mujer en total y absoluto control de su mundo interior. ¿Ya estás aquí? ¡Claro que sí! Porque eres una mujer de poder. No hay límite alguno para lo que puedes crear. Naciste para ser grande, magnífica, y tus sueños te fueron dados por una razón, no olvides eso jamás.
Recuerda que la duda y el miedo son ingredientes que forman parte de la vida de una mujer que aspira a una vida de estándares de excelencia. Hay que darles la bienvenida, pero también ya tienes un gran cinturón de herramientas internas para utilizarlas y salir todavía más fuerte de cada momento de duda y miedo.
Nada sabe tan rico como la victoria, el autocontrol y el poder personal.
TRES CAMINOS EN LA VIDA
Mis mentores me han enseñado que hay tres tipos de personas, tres tipos de carácter, tres tipos de maneras de ser en la vida: dabblers, abrumados o burnouts, y el camino de la maestría. Veamos cada uno a profundidad y elige qué camino quieres seguir a partir de hoy.
1. Diletante o dabbler
Este camino es el de un pie adentro y otro afuera. Es el camino de la mediocridad porque uno nunca termina de comprometerse y concretar, es el camino de medio hago las cosas. Y éste NO es tu estilo o no estarías aquí. Básicamente sueltan cuando la cosa se pone difícil. Renuncian y tiran la toalla.
En español, yo las llamo “personas mediocres”. ¿Quiénes son? Personas con un pie adentro y otro afuera. Son quienes de repente comienzan con el momentum de ¡quiero hacer esto y voy a hacer aquello, ahora sí voy a bajar de peso, ahora sí voy a empezar mi negocio! Empiezan todas emocionadas y hacen planes, pero ¿qué pasa? Inician los retos y la cosa se pone difícil.
¿Qué pasa con la dieta? Pues conforme vas avanzando te va a empezar a dar hambre, ¡es normal!, y conforme vas progresando y vas conquistando tus metas, si quieres bajar más tu porcentaje de grasa o lo que sea, te van a apretar un poquito más la dieta. ¿Qué sería lo equivalente a topar con pared en estas circunstancias? Para rendirse una dabbler dice: “Bueno, pues no estoy tan mal”. Ya lo hemos hablado a lo largo de este curso, el veneno de “no estoy tan mal” te va a impedir que saques tu grandeza. ¡Aguas con eso!
La dabbler empieza a justificarse. Si tu entrenador te dijo que tienes que entrenar siete veces a la semana y entrenaste seis: “Ay, bueno, ya hice seis, me quedo con 90%”. Un pie adentro y uno afuera. Los mediocres sueltan en el momento en que se empieza a complicar la cosa.
NUGGET DE PODER
Siempre vas a ser principiante en tu siguiente nivel.
Si acabas este programa, ya no estás en donde empezaste, estás a años luz de ese lugar, pero ¿adivina qué? Aún el día de hoy sigues siendo principiante. ¿A qué me refiero? Por ejemplo, hoy por hoy yo ya tengo un negocio de seis cifras, estoy generando X dinero mensual, nunca había generado tanto en mi vida, incluso así sigo siendo novata en ese nuevo nivel de ingresos, y claro que cuando pienso en triplicar y a pensar en lo que tengo que hacer para lograrlo, por supuesto que me saca de mi zona de confort porque no lo sé hacer, mi cerebro no tiene evidencia de que yo lo pueda lograr —acuérdate de que lo hemos hablado desde el primer capítulo—, ¿y qué puedo hacer? Optar por el camino de la maestría.
Para empezar, evita ser una mujer que se fija una meta ambiciosa, pero está con un pie adentro y otro afuera. Esto es una incapacidad por comprometerse, presentarse y por hacer lo que se tiene que hacer sin importar lo que pase. Evita ser una dabbler.
Asegúrate de estar en estado interno de poder al tomar una decisión: tu fisiología está en poder, tu estado mental, tu enfoque. Necesitas ponerte en un estado de poder. Cuando yo estoy en un estado de poder me puedo poner una meta ambiciosa y decir: “Pase lo que pase, voy a conseguirlo y me voy a comprometer profundamente a cumplir esta meta para mí y por mí. No para impresionar, no para impactar”.
Mientras escribía este capítulo escuchaba a Tony Robbins (no hay un día en el que no escuche a mis mentores). Te comparto una de las cosas que registré: “El común denominador es el hambre que la persona tiene para lograr ese objetivo”. Nunca permitas que se te quite esa hambre. Esto va a hacer que pases de ser una mujer con un pie adentro y otro afuera a ser una mujer que vive en maestría y en excelencia.
2. Abrumada o burnout
La mujer que se estresa es la mujer que ves siempre tomando acción en todo. La ves súper ocupada, siempre tomando acción, pero es acción desde un estado de estrés, acción sin estrategia, acción tonta. Es la típica mujer que está ocupada, pero no de forma productiva. Hay una gran diferencia entre ser una mujer que está todo el tiempo activa creando resultados.
Las mujeres que se estresan mucho son muy trabajadoras, muy emprendedoras, tenaces, son mujeres que todo el tiempo están apostando. Cuando empieza a ponerse difícil la cosa, a diferencia de las dabblers, las estresadas siguen empujando y de repente, cuando ven, ya están completamente abrumadas, depletadas, y como ya no tienen energía vital para cargar todo lo que tienen que hacer para conseguir su meta, lo sueltan. Entonces llegan a conclusiones como: “No tengo lo que se requiere”, “no soy suficiente”, ya sabes, el mundo de la desesperanza que ni al caso. Están más enfocadas en hacer y hacer y hacer que en ser productivas y efectivas. Están ocupadas estando ocupadas. Esto lleva a frustración y burnout.
NUGGET DE PODER
Juzga por tus resultados. El hecho de que estés corriendo no significa que vas a llegar a ningún lado.
3. Maestra
El siguiente camino es el camino de la maestría. Básicamente es la persona que entiende perfecto cómo tener éxito en la vida, que es practicando los principios fundamentales todos los días. Punto. Guapa, te lo voy a repetir hasta que parezca disco rayado porque al final del día el éxito es muy simple. Si ya tengo estos principios, entonces lo único que tengo que hacer es practicar los mismos principios en todas las áreas de mi vida, y los tengo que nutrir a diario. No puedo soltar.