Karen Moore - Oraciones para un mujer de gran valor: 52 oraciones para ayudarte a ser la mujer que Dios quiere que seas

Si el Espíritu nos da vida,
andemos guiados por el Espíritu.

Gálatas 5:25

Padre celestial:

Cuando éramos jóvenes, nos ayudaste a aprender a caminar. Protegiste nuestros pasos y aplaudiste los esfuerzos que hicimos por crecer para que pudiéramos no solo caminar, sino también correr y brincar.

Del mismo modo en que aprendimos a caminar cerca de ti, Señor, hemos llegado a confiar en que tú estás siempre a nuestro lado, siempre cerca para guiarnos y sostenernos en el camino.

En verdad eres un amigo amoroso y sabemos que nuestra relación contigo puede llegar a ser tan íntima y real como nosotras decidamos que sea.

Señor, ayúdanos a elegir caminar contigo en todo lo que hagamos. Ayúdanos a buscar tu consejo y sabiduría en nuestras vidas. Ayúdanos a admitir nuestras recaídas y la necesidad de que tú nos levantes nuevamente. Ayúdanos a mantenernos constantes en tus sendas, avanzando siempre en la dirección que deseas para nosotras.

Ya no somos tan jóvenes, Señor, pero aun venimos a ti con una fe infantil, extendiendo nuestros brazos a tu abrazo bondadoso. Ayúdanos a mantenernos siempre cerca de ti, aprendiendo a confiar y obedecer en cada paso que damos.

Que caminemos contigo cada instante de nuestras vidas.

Oramos en tu Espíritu.

Amén.

Un pensamiento valioso
Toma a Dios por esposo y amigo para andar continuamente con él, y no pecarás, sabrás amar, y te irá bien.
Juan de la Cruz

Espero al S EÑOR , lo espero con toda el alma; en su palabra he puesto mi esperanza. Espero al S EÑOR con toda el alma, más que los centinelas la mañana.

Salmo 130:5-6

Padre celestial:

Tantas veces te presentamos nuestras peticiones, esperando respuestas instantáneas y directivas fáciles. A veces respondes a nuestras necesidades de modo rápido y generoso y nos malcrías con tu gran amor y bondad.

Ayúdanos a comprender que si tenemos que esperar más, si debemos ser pacientes hasta que llegue la respuesta, eso no significa que nos has retirado tu favor o que demoras la respuesta por la sola razón de hacernos esperar, sino porque estás trabajando para encausar cada cosa para nuestro bien y ese proceso lleva tiempo.

Ayúdanos a confiarte siempre nuestras mentes y corazones con una fe genuina, creyendo que realmente quieres lo mejor para nosotras en todo momento. Concédenos poder descansar en tus manos hasta que la medida de nuestra fe y la gracia de tu voluntad nos otorguen la bendición que esperamos recibir.

Que en todo, Señor, podamos estar siempre convencidas de que nos escuchas y que estás obrando la respuesta.

¡Te alabamos, Señor!

Amén.

Un pensamiento valioso
Debemos esperar que Dios se manifieste, en el viento y la lluvia, en el trueno y el relámpago, en el frío y la oscuridad. Espera, y él vendrá. Él nunca va a quienes no esperan.
F. W. Faber

Porque a los ojos de Dios la sabiduría de este mundo es locura. Como está escrito: «Él atrapa a los sabios en su propia astucia»; y también dice:«El Señor conoce los pensamientos de los sabios y sabe que son absurdos».

1 C ORINTIOS 3: 19-20

Padre celestial:

A veces creemos que la sabiduría está relacionada con la inteligencia. Creemos que el conocimiento es sabiduría. Creemos que tener experiencia en la vida es sabiduría. Creemos que envejecer es sabiduría. Sin embargo, Señor, no somos coherentes en nuestra propia sabiduría, nuestras experiencias o nuestro limitado conocimiento. Somos sabias en algunas cosas e insensatas en otras.

Ayúdanos a comprender en profundidad tu definición de sabiduría y sus implicancias. Ayúdanos a buscar cada día tu sabiduría para nuestras vidas. Si llegamos a entenderla realmente, permítenos experimentarla en nuestra relación con otras personas, y en nuestra relación contigo. Enséñanos a llorar, reír y a amar conforme a tu interpretación divina.

Ya sea que hayamos estudiado en una prestigiosa universidad, o nos hayamos formado en la escuela de la vida para alcanzar el conocimiento que tenemos, nada se compara a la sabiduría que el Espíritu prodiga sobre nosotras de un modo tan generoso, cuando más le buscamos. Ayúdanos hoy a ser alumnas entusiastas de tu Espíritu.

En agradecimiento y adoración.

Amén.

Un pensamiento valioso
Nuestra sabiduría debería ser sencillamente adoptar con humilde docilidad, y sin cuestionamientos, todo lo que enseñan las Sagradas Escrituras.
Juan Calvino

Entonces bajé a la casa del alfarero, y lo encontré trabajando en el torno. Pero la vasija que estaba modelando se le deshizo en las manos; así que volvió a hacer otra vasija, hasta que le pareció que le había quedado bien.

J EREMÍAS 18:3-4

Padre celestial:

Cada día damos por sentado que nos despertaremos, luego de una buena noche de descanso, nos desperezaremos y gozaremos al ver el nuevo día y escuchar el sonido de la mañana. Somos una creación maravillosa, disfrutamos de cosas asombrosas que nos has dado.

Ayúdanos a reconocer que nuestros cuerpos fueron diseñados de un modo perfecto. Tenemos capacidades para pensar, sentir, reír y llorar. Podemos decir lo que pensamos y expresar nuestra alabanza. Podemos hacer todas las cosas, gracias a lo que tú has hecho. Te agradecemos, Padre, porque así como el alfarero crea cada una de sus vasijas con sumo cuidado y originalidad, tú también nos creaste a cada una de nosotras, y viste con agrado el resultado. Somos distinguidas y únicas. Somos obra de tus manos.

Que en cada instante de nuestras vidas podamos usar los dones que pusiste en nosotras para tu gloria. Permítenos movernos con tu Espíritu en nosotras, y así acercarnos cada día más a lo que tú quieres que seamos. Moldéanos, fórmanos, y renuévanos conforme a tu buena voluntad, porque solo tú sabes lo perfectas que podemos llegar a ser.

Te agradecemos por cada paso que nos permitistes dar.

Amén.

Un pensamiento valioso
Hay en nosotros, si tan solo tenemos ojos para verla, una creación de espectacular abundancia, despilfarradora riqueza, y absurdo detallismo, como para quitarnos el aliento en asombrosa estupefacción.
Michael Mayne

Porque los ojos del Señor están sobre los justos, y sus oídos, atentos a sus oraciones