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Diez mujeres de la Biblia
G racias por tu disposición a conducir un grupo a través de Diez mujeres de la Biblia. Los beneficios de ser un líder son diferentes de los beneficios que reciben los que participan, y esperamos que esta experiencia te ayude a profundizar tu caminar con Jesús. A lo largo de las diez lecciones que componen este estudio, ayudarás a tu grupo a explorar las vidas de diez personajes fascinantes de la Biblia a través de lecturas inspiradoras escritas por Max Lucado, de preguntas para debatir en grupo que les harán reflexionar y a través de ejercicios prácticos para llevar a casa. Hay varios elementos en esta guía del líder que te ayudarán a medida que estructuras tu estudio y reflexionas sobre él, de modo que te animo a seguir y beneficiarte de cada uno.
Antes de comenzar
Antes de tu primera reunión, haz que los participantes del grupo obtengan un ejemplar de Diez mujeres de la Biblia para que puedan empezar a familiarizarse con la guía de estudio y escribir sus respuestas con anticipación. O alternativamente, puedes repartir las guías de estudio en tu primera reunión y dar a los miembros del grupo un tiempo para que revisen el material y hagan preguntas preliminares. Durante tu primera reunión, haz circular una hoja para que los miembros anoten sus nombres, números de teléfono y dirección de correo electrónico. Esta información te permitirá mantener el contacto con ellos durante la semana.
Generalmente, el tamaño ideal para un grupo es entre ocho y diez personas, lo que garantiza que todos tengan tiempo suficiente para participar en las discusiones. Si tienes más personas, puedes dividir el grupo principal en subgrupos más pequeños. Alienta a los que acuden a la primera reunión para que se comprometan a asistir en forma regular durante toda la duración del estudio. Esto ayudará a los miembros del grupo a conocerse, a crear estabilidad entre ellos a la vez que contribuirá a que sepan cómo prepararse cada semana.
Ten en cuenta que cada una de las sesiones comienza con una historia de apertura de Max Lucado que se enfoca en el personaje de la Biblia de esa semana. Las dos preguntas que siguen sirven como un rompehielos para que los miembros del grupo piensen en la persona y en el tema que se desarrollará. Seguramente habrá alguien que quiera contar una historia extensa en respuesta a una de estas preguntas, pero el objetivo es hacer que las respuestas y los comentarios sean breves. Lo ideal es que todos tengan la oportunidad de responder a lo menos una de estas preguntas de apertura por lo cual deberás darle a cada respuesta un máximo de un minuto. Si tienes en tu grupo uno o más miembros parlanchines adviérteles desde un comienzo lo limitado del tiempo del que dispondrán.
Ofrece a todos la oportunidad de responder, pero que nadie se sienta presionado a hacerlo si no lo desea. Cuando se esté en medio del estudio mismo, generalmente no es una buena idea que todos respondan a cada pregunta; es preferible un flujo libre de discusión. Pero con las preguntas rompehielos de la apertura, puedes ir ofreciendo la oportunidad a cada uno; sin embargo, junto con alentar a las personas a que intervengan, que nadie se sienta forzado a hacerlo si no lo desea.
Antes de tu primera reunión, deja que los miembros del grupo sepan que las lecciones se dividen en cinco días de material de lectura. El objetivo al estructurar el material en este formato es alentar a los miembros del grupo a pasar tiempo cada día con la Palabra de Dios. Durante el tiempo de discusión los participantes deberán basarse en las respuestas que anotaron durante la semana; por lo tanto, anímalos a que siempre lleguen con sus tareas hechas. También invítalos a traer cualquier pregunta o idea que hayan descubierto mientras leían el material para la siguiente reunión, especialmente si han experimentado algún avance o si no entendieron algo.
Preparación semanal
Como líder, hay algunas cosas que debes hacer para prepararte para cada reunión:
• Lee la lección completa. Te ayudará a familiarizarte con el contenido y a saber cómo estructurar los tiempos de discusión.
• Decide qué preguntas quieres que se discutan. Como cada lección contiene cuarenta preguntas de estudio bíblico (ocho por día), sería muy difícil cubrir todas las preguntas; por eso, selecciona dos o tres en la lectura de cada día que te hayan parecido más relevantes. Somete esas a discusión.
• Familiarízate con las preguntas que deseas someter a discusión. Cuando el grupo se reúna, tú vas a estar mirando el reloj, por lo que querrás asegurarte de que estás familiarizado con las preguntas que has seleccionado. Entonces puedes volver a dedicar tiempo al pasaje con el grupo ya reunido. De esta forma, te asegurarás de que el pasaje lo tienes bien posesionado en tu mente, más de lo que lo tienen los integrantes del grupo.
• Ora por tu grupo. Ora por los miembros de tu grupo a lo largo de toda la semana y pídele a Dios que los guíe mientras estudian su Palabra.
• Trae suministros adicionales a la reunión. Los miembros deben traer sus propias plumas para escribir notas, pero es una buena idea tener algún material extra para los que lo olvidan. Es posible que también quieras traer papel y Biblias adicionales.
Ten en cuenta que en muchos casos no habrá una respuesta «correcta» para la pregunta. Las respuestas variarán, especialmente cuando se les pida a los miembros del grupo que compartan sus experiencias personales.
Forma de estructurar el tiempo para discusión
Tendrás que determinar con tu grupo la duración de cada sesión semanal y luego, sobre esa base, planificar tu tiempo. Por lo general, la mayoría de los grupos prefieren que sea entre sesenta y noventa minutos; en tal caso, puedes usar uno de los siguientes esquemas:
SECCIÓN | 60 MINUTOS | 90 MINUTES |
BIENVENIDA (los alumnos llegan y se acomodan en la sala) | minutos | minutos |
ROMPER EL HIELO (discusión de las dos preguntas de apertura) | minutos | minutos |
DIÁLOGO (diálogo de las preguntas del estudio bíblico seleccionadas con anticipación) | minutos | minutos |
ORACIÓN/CLAUSURA (oración en grupo y despedida) | minutos | minutos |
En tu condición de líder, dependerá de ti controlar el tiempo y lograr que la dinámica del grupo no decaiga ni se aparte del plan preestablecido. Tendrás que ser muy estricto en esto de modo que tú
y los estudiantes sean conscientes de que deben restringir su participación a los minutos de que dispongan. (Si vas a utilizar un temporizador, ten en cuenta que hay algunas buenas aplicaciones de teléfono para temporizadores que emiten un sonido suave y agradable en lugar de un ruido molesto). No te sientas presionado para cubrir todas las preguntas que has seleccionado si el grupo desarrolla una buena dinámica. Nuevamente, no es necesario pedir a cada uno que compartan sus opiniones; que lo hagan en forma espontánea los que lo deseen. Siempre hay en cualquier grupo individuos que prefieren callar o que son más lentos para reaccionar. Déjalos que trabajen las ideas en sus mentes. Puede ser una experiencia nueva para ellos. Solo haz una pregunta y deja que flote en el ambiente hasta que alguien rompa el silencio. Luego puedes decir: «Gracias. ¿Alguien más quiere opinar? ¿Qué vino a sus mentes cuando leyeron el pasaje?».
Dinámica de grupo
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