Max Lugavere - Una vida genial: Sana tu mente, fortalece tu cuerpo y vuélvete extraordinario

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¿Necesitas claridad? ¿O sólo quieres estar conectado? El primer lugar que debes visitar es el Córtex. Creé una comunidad privada en Facebook para que las personas que están atravesando su propio viaje de salud compartan consejos, trucos, recetas, investigaciones y más. Muchas de ellas ya tienen experiencia y disfrutan de una vida genial, mientras que otras apenas comienzan. ¡No olvides presentarte!

Ve mi documental, Bread Head

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Mi historia está documentada en mi película, Bread Head, el primer y único documental que trata exclusivamente sobre prevención de la demencia, porque los cambios se manifiestan en el cerebro décadas antes del primer síntoma de pérdida de memoria. Visita la página para apoyar la película, ve el avance, suscríbete para recibir avisos de proyecciones y conviértete en un activista de Bread Head.

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Sugerencias de productos

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¿Quieres saber cuáles son mis lentes favoritos para bloquear la luz azul? ¿Qué hay del curso de meditación en línea que recomiendo? ¿Estás buscando un nuevo filtro de aire o de agua? ¿O quizá una mejor opción de sal? (Nada de esto te sorprenderá después de leer este libro.) Con los años he entablado amistad con muchos fabricantes y, como resultado, me han permitido probar varios productos. Aquí puedes revisar mis recomendaciones para los productos a los que hago referencia en este libro (y obtener descuentos exclusivos). Todas mis recomendaciones son cosas que he examinado y uso personalmente.

Recursos de investigación

Una de las principales formas de asegurar que la información que recibas sea verídica es buscar en lugares confiables y tan cercanos a la ciencia como sea posible. Éstas son las únicas fuentes que recomiendo usar para identificar y buscar investigaciones científicas:

Science Daily

www.sciencedaily.com

El sitio comparte los comunicados de prensa universitarios que muchas veces acompañan a las publicaciones de los estudios. Reúne investigaciones de muchas disciplinas diferentes, y a veces puedes encontrar buenas cosas bajando la página hacia la sección “Health News”, o escribiendo “salud” en la barra del buscador.

Nota: Los comunicados de prensa de las universidades no son necesariamente perfectos, pero son un gran punto de partida y suelen ofrecer vínculos a las investigaciones comentadas. Leer tanto el comunicado como el artículo del estudio te puede ayudar a aprender cómo interpretar las investigaciones. Y los periodistas suelen usar los comunicados como fuentes para escribir sus artículos, así que, en esencia, ¡este sitio te lleva directo a la fuente!

Medical Xpress

www.medicalxpress.com

Este sitio hace lo mismo que Science Daily, pero trata exclusivamente medicina y salud.

Eurek Alert!

www.eurekalert.org

Es parecido a los dos recursos anteriores —publica comunicados de prensa—, pero lo administra la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia, la cual publica la revista Science.

PubMed

www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed

En mis investigaciones uso PubMed seguido. Una forma de utilizar Google para consultar PubMed es escribir “site:nih.gov” en la barra del buscador. Por ejemplo, “Insulina en Alzheimer site:nih.gov” buscará en la página de NIH (Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos) —que incluye PubMed— todos los artículos donde se mencionen las palabras insulina y Alzheimer.

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Para mi mamá, Kathy. Te quiero y te extraño

Índice

A primera vista, mi mamá parecía cumplir con todos los requisitos para tener una larga vida y muy buena salud. No tenía sobrepeso, no bebía y nunca fumó. Comía muchas frutas y verduras, y siempre consumía productos de granos que fueran bajos en grasa, sin sal y “saludables para el corazón”. Por eso fue un shock para mi familia cuando, en 2010, a la edad de 58 años, su cerebro empezó a fallar.

Fue muy sutil al principio, pero pronto se volvió notorio, cuando cocinábamos juntos —una de nuestras actividades favoritas—, que su capacidad para realizar tareas sencillas se había convertido en un esfuerzo mental. Le pedía que me pasara un cucharón, por ejemplo, y le tomaba unos cuantos segundos extra responder. Era extraño ver a mi mamá batallar de pronto, pero nadie en mi familia había tenido problemas cerebrales. Creí que sólo la estaba viendo envejecer.

Todo se volvió un poco más serio cuando le dijo a la familia que había visto a un médico en Nueva York, pero incluso entonces los detalles de su consulta eran difusos, se perdían entre el miedo y la confusión que probablemente estaba experimentando. En agosto de 2011 decidimos agendar un viaje a la Clínica Cleveland, en Ohio, y yo la iba a acompañar. Después de realizar una serie de pruebas esotéricas, el neurólogo levantó la mirada de sus notas y diagnosticó a mi mamá con una rara versión de la enfermedad de Parkinson. Nos entregó unas cuantas recetas y nos mandó a casa.

Esa noche hice lo que cualquier millennial con una conexión wifi haría, y consulté el oráculo de nuestro tiempo: Google. Me enteré de que a mi mamá no sólo le habían prescrito medicamentos para Parkinson, sino para enfermedad de Alzheimer. “¿Por qué Alzheimer?”, me preguntaba. ¿Esto quería decir que mi mamá se iba a morir? ¿Se iba a olvidar de quién era yo?

Conforme estas preguntas comenzaban a circundar mi mente, sentimientos de miedo e impotencia borboteaban y se derramaban como agua hirviendo sobre un fuego muy alto. Me empezó a latir fuerte el corazón, el cuarto se oscureció y todo lo que podía escuchar era un zumbido en los oídos. Me estaba dando un ataque de pánico. ¿Cómo era posible que le estuviera pasando esto a la persona que más amaba, y justo bajo mis narices? ¿Qué podíamos hacer? ¿Cómo la podía salvar?

Al día siguiente volamos de vuelta a Nueva York y empecé a programar consultas con otros médicos. La acompañé a todas porque, si hay algo que una carrera en periodismo me ha enseñado, es cómo hacer preguntas. Desesperado por encontrar respuestas, lo que generalmente obteníamos era poco más de un “diagnóstico y adiós”. Muchas veces un médico añadía otro nuevo medicamento al régimen de mi mamá o aumentaba la dosis de alguno que ya estuviera tomando.

Abatidos, pero aún con esperanza, seguimos buscando. Investigué más, programamos nuevas consultas, y mi mamá siempre tuvo una gran actitud. “Estoy contenta de haber llegado hasta aquí”, decía.

En los años siguientes sus síntomas empeoraron, sobre todo en lo relacionado con el pensamiento. La enfermedad de Alzheimer vuelve efímeros los recuerdos de una persona, como gis sobre una banqueta. En el caso de mi mamá, se parecía más a un estrangulamiento pausado y debilitante de su capacidad cerebral. Perdió la habilidad de comunicarse con cualquier clase de profundidad o riqueza, y muchas veces perdía el hilo de sus pensamientos poco después de empezar a hablar.