• Quejarse

Eduardo Calixto - El perfecto cerebro imperfecto

Aquí puedes leer online Eduardo Calixto - El perfecto cerebro imperfecto texto completo del libro (historia completa) en español de forma gratuita. Descargue pdf y epub, obtenga significado, portada y reseñas sobre este libro electrónico. Año: 2020, Editor: Penguin Random House Grupo Editorial México, Género: Ordenador. Descripción de la obra, (prefacio), así como las revisiones están disponibles. La mejor biblioteca de literatura LitFox.es creado para los amantes de la buena lectura y ofrece una amplia selección de géneros:

Novela romántica Ciencia ficción Aventura Detective Ciencia Historia Hogar y familia Prosa Arte Política Ordenador No ficción Religión Negocios Niños

Elija una categoría favorita y encuentre realmente lee libros que valgan la pena. Disfrute de la inmersión en el mundo de la imaginación, sienta las emociones de los personajes o aprenda algo nuevo para usted, haga un descubrimiento fascinante.

Eduardo Calixto El perfecto cerebro imperfecto
  • Libro:
    El perfecto cerebro imperfecto
  • Autor:
  • Editor:
    Penguin Random House Grupo Editorial México
  • Genre:
  • Año:
    2020
  • Índice:
    4 / 5
  • Favoritos:
    Añadir a favoritos
  • Tu marca:
    • 80
    • 1
    • 2
    • 3
    • 4
    • 5

El perfecto cerebro imperfecto: resumen, descripción y anotación

Ofrecemos leer una anotación, descripción, resumen o prefacio (depende de lo que el autor del libro "El perfecto cerebro imperfecto" escribió él mismo). Si no ha encontrado la información necesaria sobre el libro — escribe en los comentarios, intentaremos encontrarlo.

Descubre cómo tu cerebro te ayuda a superar temores e incertidumbres y a lograr bienestar y felicidad.

¿Cómo reacciona nuestro cerebro ante pandemias o catástrofes naturales? ¿Qué ocurre en su interior cuando se presentan momentos de alegría, ilusiones o gratitud? Descubre en estas páginas lo que no sabías acerca de su funcionamiento.

Con el tono más accesible, las investigaciones científicas más avanzadas y la amenidad que lo caracteriza, el doctor Eduardo Calixto explica qué ocurre en nuestro cerebro cuando enfrentamos crisis existenciales, cómo ayudan algunos alimentos a tener mejor salud cerebral, por qué es importante no saltarse el desayuno y hacer ejercicio.

Además, en este libro sorprendente descubrirás:

-Cómo la música influye para el bienestar físico y emocional.

-Ejercicios como caminar en reversa para activar la memoria y los recuerdos. · Dequé forma el cerebro entiende la muerte y cómo se comporta ante la violencia, las mentiras o la tristeza.

-Cómo reacciona ante el confinamiento o el síndrome de fatiga crónica.

-Cómo entender los beneficios de la nostalgia y procurar siempre la risa.

El perfecto cerebro imperfecto es una guía insuperable para enfrentar los tiempos difíciles, vencer la angustia y la incertidumbre, evitar la depresión y la ansiedad, así como para lograr una salud mental positiva.

El autor bestseller nos invita, a partir del conocimiento de las funciones del cerebro, a ser más inteligentes, ¡sí es posible!, a dormir mejor, a controlar nuestros impulsos y, sobre todo, a buscar una vida llena de felicidad en cualquier circunstancia.

Eduardo Calixto: otros libros del autor


¿Quién escribió El perfecto cerebro imperfecto? Averigüe el apellido, el nombre del autor del libro y una lista de todas las obras del autor por series.

El perfecto cerebro imperfecto — leer online gratis el libro completo

A continuación se muestra el texto del libro, dividido por páginas. Sistema guardar el lugar de la última página leída, le permite leer cómodamente el libro" El perfecto cerebro imperfecto " online de forma gratuita, sin tener que buscar de nuevo cada vez donde lo dejaste. Poner un marcador, y puede ir a la página donde terminó de leer en cualquier momento.

Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer

ÍNDICE

Capítulo 1.
La cotidianidad de lo bueno y lo malo

Capítulo 2.
Lo que no le ayuda al cerebro

Capítulo 3.
Análisis para funcionar mejor

A Nando:
mi hermano, ícono de lucha, de amor y ejemplo;
a su alma sencilla, sincera y llena de amor.

Despedida

Soy Arnulfo, tengo 82 años, estoy sentado en una cama de hospital, veo correr a enfermeras y a dos médicos dando indicaciones en forma enérgica, uno de ellos no deja de ver un monitor y señala varias cosas en la pantalla que no entiendo, el otro médico no cesa por llamar mi atención y repite varias veces mi nombre, mis ojos se entrecierran y hay una lágrima en mi mejilla derecha, ya no siento dolor, pero siento frío en mis pies, mi cuerpo está cubierto por una bata sencilla, no percibo sensaciones en mis manos, mi mente no está completamente clara, me cuesta mucho hablar, no entiendo a ciencia cierta qué estoy haciendo aquí, pero tampoco deseo moverme, ya no tengo miedo.

Al ver la luz neón blanca que está arriba de mi cama empiezo a reflexionar que ya la vida me dio varias lecciones, empezando por entender que el orgullo y el miedo nos quitan lo mejor de la existencia. He buscado el sentido y la lógica de la vida, pero he comprendido que la gran mayoría de las cosas que nos suceden no lo tienen. Me he equivocado cuando pensé que lo que nos hace felices por un día no nos hará felices toda la vida, que ahora mi cerebro desensibiliza la felicidad con mucha facilidad. He comprendido que la felicidad es un estado de plenitud que no se puede forzar. A mis 82 años he entendido que las separaciones nos acompañan en nuestra vida, el decir adiós a veces es imprescindible, otras veces es conveniente y algunas más es beneficioso. Mi cerebro ya lloró, divagó y sonrió, y he sido feliz por varios momentos en mi vida, aceptando que esas felicidades son cortas, que por más que insista, no recuerdo días de risas, sino que en realidad son momentos muy breves de felicidad. Sí, una de las grandes conclusiones de mi vida es entender que la felicidad es relativa, subjetiva y las personas que no la han tenido fácil les cuesta más ser felices al final de la vida.

Estoy empezando a entender que perder a quien se ama es una lección inevitable y dolorosa, es lo que más enseño a mis emociones y a mi forma de tomar decisiones. Los momentos con los amigos fueron únicos y la emoción que sentí por abrazar a mis hijos y a mis nietos es indescriptible y están troquelados aquí en mi cerebro; estos recuerdos hechos con la misma esencia neuronal de mis viajes, errores y experiencias. Hoy entiendo que hay un pequeño hilo que me ata al mismo oxígeno que respiran mis seres queridos. Cerrar este ciclo también forma parte de la vida, crecí y envejecí cambiando la percepción del mundo de acuerdo con el transcurso de mi vida. Hoy, en este punto veo las dos grandes fuerzas que me hacen tomar decisiones, las que tiran de mí y me empujan a aceptar con tranquilidad la posibilidad de estar en un mejor lugar. Dicen que antes de morir uno ve pasar su vida muy rápido, ¿será posible?

Mi cerebro se formó entre la tercera y la quinta semana de vida intrauterina, para conectar neuronas que gradualmente han madurado y me permiten este pensamiento.

Mi primera bocanada de aire al nacer, al primer segundo, generó una madurez increíble de mi cerebro y fue esa entrada de oxígeno la orden molecular para conectarse, para empezar a sentir por sí solo en este mundo.

A los tres meses sonreí por primera vez, para nunca dejar de hacerlo.

Al primer año mi cuerpo creció más que en cualquier etapa de mi vida.

Mi cerebro a los cinco años empezó a tener miedo de estar solo.

A los 10 años tuve mis primeros amores platónicos.

Cuando cumplí 15 años percibí conscientemente mi fortaleza física.

A los 20 años empecé a contar historias para enamorarme.

Cuando tenía 25 años tuve dudas de vivir con la persona que escogí para envejecer a su lado.

A los 30 años mi cerebro se dio cuenta de que no siempre tenía la razón.

A los 32 años me di cuenta de que ser padre no se trata de repetir los mismos recursos psicológicos y defectos de educación que me enseñaron a mí.

A los 35 años dudé de los consejos que no concordaban con mi lógica.

Después de los 40 años fue muy común pensar que el amor no siempre fue perfecto y que el desamor no es un castigo, pues ambos son aprendizajes.

A los 45 años reconocí que muchos amores son irrepetibles.

A mis 50 años acepté que muchos sueños nunca se realizaron. Empecé a percibir cómo los pequeños detalles se convierten en lo importante, en lo imprescindible. En esa época aprendí a despedirme de mejor forma.

Cuando cumplí 60 años siempre vi más viejos a mis contemporáneos y me sentí sabio por primera vez.

Me di cuenta de que cuando tuve 70 años ya no quería salir de casa, estaba cansado, recordando las mejores lecciones y consejos de mi madre.

Hoy que tengo 82 años acepto que fui un padre opaco al expresar mis emociones y sentimientos a mis hijos, pero que esta capacidad se revirtió con mis nietos. Fui muy afortunado al tener una segunda oportunidad para cuidar a mis genes.

Los médicos se han dado por vencidos. Hay un silencio espeso en la sala de urgencias del hospital; sí, creo que estoy en un mejor lugar, ya no siento frío, estoy conforme. Una enfermera llora a mi lado derecho, en su mano tiene una nota que le escribí a mi nieto, la cual he leído varias veces, pero no se la pude leer a él. Ahora recuerdo, sí, ¡ya recuerdo!, antes de sentir este horrible dolor en el pecho que me hizo ahogarme y motivó venir de emergencia a este hospital, le escribí algo muy sincero a mi nieto que se encuentra muy lejos de mí y es lo único que me faltó decir, lo voy a extrañar mucho, creo que él más a mí, más…

La enfermera, con lágrimas en los ojos, guarda el papel, el cual me dieron después y que leí varias veces, en voz baja, en el funeral.

Querido Eduardo:

Cerebro que no aprende límites, nunca los pondrá.

Si no lo enseñan a escuchar, difícilmente escuchará.

Si no te han querido, es difícil que sepas querer…

Si nunca te han dado reconocimiento,

te incomoda reconocer.

Sin conocer la confianza, nunca confiamos en otros.

No olvides que siempre me tendrás a mí:

Tu abuelo

Enséñale a tu cerebro quién manda

Simplemente… para mi abuelo: gracias.

A manera de presentación

El cerebro humano tiene un antecedente genético de 4 000 millones de años de evolución, no es el cerebro más grande entre los animales, pero sí el que tiene una mayor cantidad de neuronas en una densidad pequeña, menor, comparada con otros mamíferos, lo que le garantiza una gran eficiencia. Nuestro cerebro evoluciona de una sola neurona a 100 000 millones de neuronas en nueve meses; antes de nacer puede alcanzar una velocidad de división de 250 000 neuronas por minuto y realizar 30 000 conexiones por segundo.

El cerebro humano integra información a gran velocidad, discrimina con exactitud, compara experiencias, prevé y planifica el futuro y toma decisiones; sin duda es un cerebro privilegiado. Tiene un lenguaje, desarrolla una gran plasticidad neuronal al mismo tiempo que puede reconocer sus capacidades y limitaciones, entiende el impacto ecológico de su desarrollo, integra culturas y es capaz de construir interacciones inmediatas de comunicación a través de redes sociales.

La inteligencia humana ha permitido viajar por aire, mar o tierra a grandes velocidades, ha explorado el espacio, incluso puede trasplantar órganos a su cuerpo, entre miles de cosas que hace excepcional su actividad. Nuestras neuronas nos permiten apreciar el arte, llorar en un atardecer o emocionarnos al ver una pintura y apreciar la música, son capaces de construir el amor y cuidar nuestra descendencia. Sin embargo, el número de neuronas no es infinito, y después de cierta edad, pierde gradualmente sus células y disminuye sus capacidades, en especial la memoria. Nuestro cerebro se enferma, se obsesiona y es capaz de atentar en contra de sí mismo. El cerebro humano no es perfecto, es vulnerable, nos confundimos, malinterpretamos, editamos nuestros recuerdos.

Página siguiente
Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer

Libros similares «El perfecto cerebro imperfecto»

Mira libros similares a El perfecto cerebro imperfecto. Hemos seleccionado literatura similar en nombre y significado con la esperanza de proporcionar lectores con más opciones para encontrar obras nuevas, interesantes y aún no leídas.


Reseñas sobre «El perfecto cerebro imperfecto»

Discusión, reseñas del libro El perfecto cerebro imperfecto y solo las opiniones de los lectores. Deja tus comentarios, escribe lo que piensas sobre la obra, su significado o los personajes principales. Especifica exactamente lo que te gustó y lo que no te gustó, y por qué crees que sí.