Resiliencia
SERIE INTELIGENCIA EMOCIONAL DE HBR
Reverté Management
Barcelona · México
Harvard Business Review Press
Boston, Massachusetts
Cómo funciona
la resiliencia
Diane Coutu
E mpecé mi carrera de periodista como reportero en la que entonces era una revista nacional. Trabajaba también allí un hombre al que llamaré Claus Schmidt. Tenía algo más de 50 años, y mis ojos, impresionables por aquel entonces, lo veían como un prototipo de periodista: cínico a veces, pero también un curioso insaciable, lleno de vida y a menudo increíblemente divertido, con un humor corrosivo. Escribía un sinfín de artículos y reportajes que se publicaban en primera plana, con una velocidad y una elegancia con las que yo solo podía aspirar a soñar. Siempre me sorprendió que no lo ascendieran a jefe de redacción.
Pero la gente que conocía a Claus mejor que yo no lo veía como a un gran reportero, sino como al superviviente por excelencia: alguien que había resistido en un entorno a menudo hostil al talento. Había pasado por al menos tres cambios importantes en la dirección de la revista; lo que para él supuso perder a la mayoría de sus mejores amigos y compañeros de trabajo. En su casa, dos de sus hijos sufrían enfermedades incurables, y el tercero había muerto en un accidente de tráfico. A pesar de todo, o tal vez precisamente por ello, día tras día se paseaba por la redacción ayudando a los reporteros novatos y comentándoles las novelas que estaba escribiendo, siempre confiado en lo que el futuro le iba a deparar.
¿Por qué algunas personas sufren auténticas adversidades y no se dan por vencidas? Claus Schmidt podría haber reaccionado de forma muy distinta. Todos lo hemos visto en alguna ocasión: una persona que, tras haber sufrido una desgracia, no llega a recuperar su confianza. Otra que, después de un divorcio, se deprime profundamente y se encierra en sí misma durante años. La pregunta que a todos nos gustaría que nos respondieran es ¿por qué? ¿En qué consiste exactamente esa resiliencia que ayuda a la gente a sobrellevar la vida?
La resiliencia es algo que me ha fascinado desde que en el colegio me explicaron la existencia de los supervivientes del Holocausto. Volví sobre el tema en la facultad, y más tarde, durante mis estudios como investigador asociado en la Boston Psychoanalytic Society and Institute. Sin embargo, últimamente lo he abordado con un interés renovado, porque creo que los actuales acontecimientos de terrorismo, guerra y recesión implican que el entender la resiliencia sea más urgente que nunca. He considerado tanto la naturaleza de la resiliencia como qué hace que algunas organizaciones sean más resilientes que otras. ¿Por qué algunas personas y algunas compañías se hunden en los momentos de crisis? ¿Y qué hace que otras solo caigan y vuelvan a levantarse con fuerza? Mis indagaciones me han enseñado mucho sobre la resiliencia, aunque es un tema en el que todavía queda mucho por investigar. Así es, la resiliencia es uno de los grandes misterios de la naturaleza humana, como la creatividad o la inclinación a la espiritualidad. Pero, tras revisar las investigaciones psicológicas realizadas y reflexionar sobre la multitud de historias que he escuchado acerca de este tema, he sido capaz de entender mejor los corazones y las mentes de personas como Claus Schmidt, y al hacerlo también he podido comprender mejor el espíritu humano.
El entusiasmo sobre la resiliencia
La resiliencia es un tema de actualidad en el mundo de los negocios. Recientemente, estaba hablando con el socio sénior de una respetada firma de consultoría sobre cómo conseguir a los mejores MBA (así se denomina, de sus siglas en inglés, a quienes han completado un Máster en Administración y Dirección de Empresas). El socio, llamémosle Daniel Savageau, enumeró una larga lista de cualidades que su compañía buscaba en las nuevas incorporaciones: inteligencia, ambición, integridad, capacidad analítica, y así sucesivamente. «¿Y la resiliencia?», pregunté. «Bueno, es muy popular ahora mismo», dijo. «Es la nueva palabra de moda. Incluso son los propios candidatos quienes nos dicen que son resilientes; ellos nos ofrecen tal información. Pero, francamente, son demasiado jóvenes para saber eso de sí mismos. Solo después de hechos concretos te das cuenta de si tienes resiliencia o no».
«Pero, si pudieras, ¿valorarías la resiliencia de los candidatos?», pregunté. «¿Es importante en el mundo de los negocios?».
Savageau hizo una pausa. Es un hombre de unos cuarenta y tantos años que saborea el éxito personal y profesional. Aunque el camino hacia la cima no le ha resultado fácil. De joven era un francocanadiense pobre que vivía en Woonsocket, en Rhode Island. Perdió a su padre cuando tenía 6 años. Consiguió una beca universitaria para jugar en el equipo de fútbol pero lo expulsaron de la Universidad de Boston dos veces por consumir alcohol. En los siguientes veinte años, su vida dio varios giros: se casó, se divorció, volvió a casarse y crió a sus cinco hijos. En el camino, construyó y perdió dos fortunas antes de ayudar a fundar la firma de consultoría que ahora dirige. «Sí, importa», acabó reconociendo. «De hecho, probablemente sea lo que más importa entre las distintas cualidades que normalmente buscamos en los candidatos». Mientras investigaba para preparar este artículo, he escuchado una y otra vez la misma afirmación. Lo dice Dean Becker, presidente y director ejecutivo de Adaptiv Learning Systems, una compañía con cuatro años de vida ubicada en King of Prussia (Pennsylvania), que desarrolla y distribuye programas para el entrenamiento de la resiliencia: «Más que la educación, la experiencia o la preparación, el nivel de resiliencia de una persona es lo que determina quién triunfa y quién fracasa. Eso es así en la planta de oncología, en las Olimpiadas y en las salas de juntas».