© TarotAlexa, 2021
© Ilustraciones de la baraja del Tarot: LEMATCOMUNICACIONES SL
© Foto de la autora: Ana María Cabrera
© Editorial Planeta Colombiana S.A. 2021
Calle 73 n.º 7-60, Bogotá
www.planetadelibros.com.co
Primera edición: febrero de 2021
ISBN 13: 978-958-42-9258-2
ISBN 10: 958-42-9257-9
Desarrollo E-pub
Digitrans Media Services LLP
INDIA
Impreso en Colombia- Printed in Colombia
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Para Diego, Susana, Ana María,
Fabián y Maximiliano, las estrellas
que han guiado mi camino.
UN MAESTRO LLAMADO TAROT
U na certeza se instaló en mi corazón. Sin saber para qué, mi alma me pidió a gritos conocer el tarot. Tenía 21 años y jamás había estado en contacto con un mazo de cartas. Tampoco tenía ninguna información sobre el tema, pero algo me empujó a descubrir qué escondían esas imágenes. El deseo de conectarme con ellas y conocer sus secretos movió poderosamente algo en mi interior.
Intuía que el tarot era un camino sagrado y no entendía por qué la mayoría de la gente lo veía como algo maligno o lo usaba como un oráculo que de manera irresponsable vaticinaba crisis, accidentes, envidias, peligros e infidelidades. Yo no quería adivinar nada; esa idea me ha aterrado siempre, pero sí quería sumergirme en un mundo desconocido que me seducía y me convocaba.
Cuando cumplí 22 años, el novio que tenía en ese momento me regaló mi primer tarot. Era un tarot astrológico, con imágenes muy bellas, que me abrió el camino a este conocimiento. Antes de comprar un libro que me enseñara o predeterminara mi manera de ver las cartas, quise relacionarme con ellas a mi manera. Observaba sus detalles, sus colores y su simbología. Trataba de conectarme con la información que encerraba cada arcano y, poco a poco, esas imágenes fueron siendo mías. No estaban en un papel, estaban vivas. Empezaron a danzar conmigo, a hablarme y a guiarme.
Sin embargo, sentía que algo faltaba. Meses después, una película cambió mi manera de entenderlo. Fue La montaña sagrada (1973), de Alejandro Jodorowsky. Al final del filme aparecía él, un hombre de barba blanca y voz afable, explicando el tarot de Marsella con una sensibilidad y respeto que jamás había escuchado. Me cautivó y, al día siguiente, compré su libro La vía del tarot. Como si la espiral diera otra vuelta, el día de mi cumpleaños número 24 recibí otro tarot. En esa ocasión mi hermana, sin saber que yo lo quería, me regaló el tarot de Marsella que en 1997 restauraron Alejandro Jodorowsky y Philippe Camoin. Las imágenes, tan distintas a las de mi tarot astrológico, me inspiraron de inmediato. En ese momento el tarot de Marsella se convirtió en mi maestro. Un maestro poderoso que me pedía mirarme completamente.
Así comencé un trabajo interior profundo, primero con los arcanos mayores (22 estados de conciencia que integraremos en este libro) y más tarde con los 56 arcanos menores (copas, bastos, espadas, oros y figuras de la corte: paje, reina, rey y caballero). Entendí que el tarot proponía una búsqueda psicológica honda y que cada arcano develaba un aspecto de mi inconsciente que algunas veces era sencillo asumir e integrar, y otras casi imposible de reconocer. Las resistencias aparecían, pero el tarot siempre me abría la puerta. Me enseñaba la manera de enfrentarlas, de atravesarlas y de tomarme completa.
Hoy sé que el tarot y yo hemos danzado juntos durante muchas vidas, y que lo que generalmente hacemos al acercarnos a estas herramientas sagradas es tan solo recordar. Cada arcano es un universo. El trabajo que plantea el camino del tarot es eterno y no conduce a conclusiones predeterminadas ni metas absolutas. Pero, ante todo, es un proceso amoroso que, si lo permitimos, nos sana y nos transforma intensamente.
Caminar con el tarot es atreverse a transitar por una vía de autoconocimiento y de realización. Después de caminar a su lado durante 17 años, aún me considero su discípula. Todos los días me enseña, me guía, me cuestiona y me ilumina. Y eso es lo que deseo que vivas tú también. La idea es que este libro se convierta en una herramienta para tu uso diario, que aprendas a familiarizarte con el lenguaje de los arcanos mayores y a usar su sabiduría en tu vida cotidiana.
Este viaje comienza con el arcano de El Mago y finaliza con Le Mat, conocido como El Loco. Pero en realidad, como lo verás, no se trata de un fin. El tarot no nos presenta un camino lineal ni dual. El tarot es un gran mandala y nos remite siempre a la unidad. Por lo tanto, el final de este libro solo será un nuevo comienzo para ti, uno que podrás emprender con toda la información que te darán los arcanos mayores y con el trabajo interior que, cada uno de ellos, te invita a realizar.
En cada capítulo descubrirás qué nos propone cada arcano, su simbología, sus sendas y el trabajo práctico que te sugiere. También encontrarás preguntas que espero que respondas porque, si bien el tarot contesta nuestras preguntas, también nos plantea las suyas. Cada arcano formula varios interrogantes y, al hacerlo, te lleva a cuestionar, ver o sanar diferentes aspectos de tu vida.
Sin embargo, dependerá de ti, y únicamente de ti, hacer el trabajo. Como ser humano autónomo decidirás realizar o no el proceso evolutivo que te proponen los arcanos. De corazón, espero que lo hagas. Que desde tu libre albedrío elijas el amor y te atrevas a verte desde la luz que te habita.
La idea no es llenarte de información y darle gusto únicamente a tu mente lógica. Por supuesto, conocer el significado y la simbología de los arcanos es importante, pero también lo es animarte a trabajar en ti, arriesgarte a soltar tus protecciones y darte cuenta de que, suceda lo que suceda en tu vida, siempre puedes elegir de nuevo. Trabajar en nosotros mismos es lo más amoroso que podemos hacer en este fragmento de vida. Atravesar eso que nos genera tan-to miedo y resistencia, nos hace libres.
A medida que avanzas en las páginas de este libro, vas a darte cuenta de tus nudos y limitaciones, pero también de tus tesoros y del inmenso potencial que habita en ti. Vas a saber usar las cartas en tu vida diaria, aprenderás a preguntarle al tarot y, si estás dispuesto(a), recibirás sus regalos. Solo te pido una cosa: no hagas de las cartas un fetiche y, de una vez por todas, deja de lado la idea de que el tarot es brujería y adivinación. Respeta profundamente esta hermosa herramienta. Úsala para tu evolución y conciencia.
El tarot vive en mí, permite que viva en ti también. Anímate y recorramos juntos el sagrado camino del tarot.
EL TAROT: UNA HISTORIA MISTERIOSA
A partir de otras cosas nunca extraerás la unidad, a no ser que hayas logrado la unidad en ti mismo
—Gerhard D orn
C omo todo lo sagrado, al tarot también lo envuelve un halo de misterio que mantiene gran parte de su historia y sus orígenes ocultos. Es tan antiguo que no es posible decir con precisión quién o quiénes lo crearon, cuándo y dónde surgió, y en qué momento empezó a utilizarse como una herramienta de conocimiento y transformación.
Nadie sabe tampoco el significado exacto de la palabra “tarot”, aunque sí se conoce que de este nombre surgen más de veinte palabras místicas como Torá (texto sagrado del pueblo judío), oro, ora, rota y Aor (símbolo del reiki unitario que significa fuerza divina). Según Alejandro Jodorowsky y Marianne Costa, “la palabra ‘tarot’ sería egipcia (tar: camino; rog: real), indo-tártara (tan-tara: zodiaco), hebrea (torá: ley), latina (rota: rueda; orat: habla), sánscrita (tat: el todo; tar-o: estrella fija), china (tao: principio indefinible), etc.”.