Julio Peradejordi - Los templarios y el Tarot

La idea de que en el Tarot están contenidos los secretos de los Templarios no es nueva, pero sí difícil de demostrar. Desde sus inciertos orígenes, el Tarot ha sufrido numerosas metamorfosis, adaptándose discretamente a los diversos usos que se han hecho de sus Arcanos. Para el autor del presente ensayo estos misteriosos naipes han servido de soporte para vehicular enseñanzas de tipo oculto relacionadas con la Cábala y con la Alquimia. Pero su verdadero secreto no es distinto del que se llevaron a la tumba los caballeros Templarios. Analizando el simbolismo de los naipes, utilizando la numerología y apoyándose en las enseñanzas de los cabalistas, Julio Peradejordi indica las numerosas coincidencias entre el Tarot tradicional y las enseñanzas iniciáticas occidentales que rodean al Santo Grial.

Julio Peradejordi

Las cartas del Santo Grial

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Titivillus 08.07.16

Título original: Los templarios y el Tarot

Julio Peradejordi, 2004

Diseño de cubierta: Michael Newman

Editor digital: Titivillus

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[1] Dan Brown, El Código da Vinci, Umbriel, Barcelona 2003.

[2] De hecho no se dispone de ningún dato fiable anterior a 1956, con lo cual el famoso Priorato bien podría ser un invento moderno. Ver a este respecto el libro de Luis Miguel Martínez Otero, El Priorato de Sión, Ediciones Obelisco, Barcelona 2004.

[3] Recordemos la opinión que René Guénon tenía sobre este tema: «Habría mucho que decir a este respecto, particularmente del uso del Tarot donde se encuentran los residuos de una ciencia tradicional indiscutible, sea cual fuere su origen real, aunque poseedora de aspectos harto tenebrosos; no pretendemos hacer alusión con ello a las abundantes elucubraciones ocultistas a las que ha dado lugar y que en gran parte carecen de toda relevancia, sino a algo mucho más efectivo que hace su manejo mucho más peligroso para todo aquel que no esté suficientemente precavido contra las “fuerzas de abajo”». La presente nota fue publicada en 1996 en el n.º 11-12 de la revista SYMBOLOS: Arte - Cultura - Gnosis, dedicado a la «Tradición Hermética».

[4] Logia constituida en 1773 bajo los auspicios de la Gran Logia de Francia A esta Logia perteneció un curioso personaje que bajo el pseudónimo de Dr. Duchanteau (que en realidad se llamaba Touzay) publicó un Apocalipsis Hermético en 1790. Duchanteau, alquimista operativo, desarrolló estudios sobre las virtudes curativas de la orina, que relacionaba con los trabajos alquímicos. Durante la Revolución Francesa la mayoría de sus escritos fueron destruidos.

[5] Aparte de estos personajes célebres y respetables, esta Venerable Logia contó con miembros mucho menos honorables como el corsario norteamericano John Paúl Jones o el inventor de la guillotina: José Ignacio Guillotin.

[6] Monde primitif analisé et comparé avec le Monde Moderne, considéré dans son génie allégorique et dans les allégories auxquelles conduisit ce génie; précédé du Plan général des diverses parties qui composeront ce monde primitif: avec des Figures en taille-douce, par M. Court de Gébelin, París 1773.

[7] El verbo posséder, «poseer» significa también en francés «dominar» y «comprender». Court de Gébelin juega aquí con este doble sentido.

[8] Leonardo da Vinci (1452-1519), fue Gran Maestre del Priorato de Sión, según Brown. Para otros autores habría pertenecido también a la Fraternidad Rosacruz. Curiosamente la figura que forman los aspectos de su carta astral (dibujada en un círculo como se hace actualmente, forman una flor de cinco pétalos casi perfectos, como ha descubierto el gran astrólogo valenciano Tito Macià. A lo largo del Código de Vinci se hacen frecuentes alusiones a la flor de cinco pétalos. Ver a este propósito las ilustraciones de la

[9] A propósito de los gitanos escribía don Sebastián de Covarrubias en su Tesoro de la Lengua Castellana o Española (Madrid 1611): «Quasi Egitano, de Egypto […] aquella tierra adonde estuvo retirada la Virgen nuestras Señora con su preciosísimo Hijo por orden del Espíritu Santo».

[10] A excepción de unas páginas que dedica al tema Joaquín Albaicín en su libro En pos del Sol, Ediciones Obelisco, Barcelona 1997, págs. 267 a 276. Albaicín, profundo conocedor del esoterismo y de Guénon por una parte y de las tradiciones gitanas por otra, establece relaciones sumamente interesantes entre los Arcanos Mayores y diversos temas gitanos e hindúes.

[11] Publicado en la revista Sincronía, Departamento de Letras Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades Universidad de Guadalajara, Jalisco, México.

[12] Ver El Libro de Henoch, publicado en esta misma colección. 7.ª edición, Ediciones Obelisco, Barcelona 2003.

[13] Una corriente de investigadores sostiene que el verdadero inventor del Tarot tal como lo conocemos fue un benedictino, el Abad Suger (1081-1151), protector de los Templarios y Regente del reino de Francia durante la segunda Cruzada. Junto con san Bernardo, Suger fue una de las figuras políticas y religiosas más importantes de su época. Se le conoce como el padre del arte gótico. Haciendo un juego de palabras, podemos decir que, como Suger, el Tarot es un libro mudo que no explica nada, sino que sugiere.

[14] Se han hecho con esta fecha todo tipo de especulaciones. Hay quien ha visto una referencia al fatídico número 13 y al sagrado número 7, correspondientes en el Tarot de Marsella a La Muerte y a El Carro. Nos parece interesante, dado el tema que nos ocupa, la relación entre estos números y el Capítulo XIII, versículo 7 del Apocalipsis de san Juan, que habla de la Bestia:

«Fuele otorgado hacerle la guerra a los santos y vencerlos».

Los santos serían los Templarios y la Bestia el contubernio formado por el Papa Clemente V y el rey Felipe el Hermoso.

[15] Ver a este respecto los magníficos artículos que dedicó Emmanuel d’Hooghvorst al Tarot en La Puerta (Magia), Ediciones Obelisco, Barcelona, 1993.

[16] Ver a este respecto Frater Iacobus, Rituales secretos de los Templarios, 2.ª edición, Ediciones Obelisco, Barcelona, 1999.

[17] A propósito de LVI y el Tarot citemos una curiosa frase que a principios del siglo XVIII encontró el padre Ménestrier en un libro de cuentas del año 1392 del rey Carlos VI: «A Jacquemin Gringonneur, peintre, pour trois jeux de cartes à or et à diverses couleurs de plusieurs devises pour porter devers ledit roi pour son esbattement… LVI sols Parisis». Gringonneur, peintre, pour trois jeux de cartes a or et a diverses couleurs de plusieurs devises pour porter devers ledit roi pour son esbattement… LVI sols Parisis». Gringonneur fue el autor de uno de los Tarots franceses más antiguos, el famoso Tarot de Carlos VI.

[18] En la controversia de si el Tarot se compone de 77 o de 78 cartas, una curiosidad numerológica juega a favor del 78 y es que 21, o sea los Arcanos Mayores, es el número secreto o triangular del 6 (1+2+3+4+5+6=21). Por otra parte si sumamos los números que van del 7 al 12 (7+8+9+10+11+12) obtenemos 57. 57+21=78; 78 es, por otra parte, el número secreto del 12; 78 es el valor numérico en hebreo de Jalom, «sueño», una alusión al famoso sueño de Jacob; 12 alude a Jacob, padre de las 12 tribus. También según podemos deducir de una lectura atenta de Lucas III, 23-38, las generaciones que separan a Adán de Jesús serían precisamente 78.