LOS ENJUAGUES CON ACEITE ME DEVOLVIERON LA VIDA
¿Tomar una cucharada de aceite vegetal, ponérmelo en la boca y distribuirlo por toda ella? Tara no se lo podía creer. ¿Cómo era posible que enjuagarse la boca con aceite mejorara la salud? Sencillamente, no parecía que tuviera sentido. Pero cuando inició esa inusual terapia, sus dudas se convirtieron en convencimiento.
«Empecé con los enjuagues hace siete meses –nos relata Tara, de Melbourne (Australia), en un mensaje dejado en www.earthclinic.com–. Hacía catorce años que padecía fatiga crónica [...] Estaba postrada en la cama y tenía una movilidad reducida».
La fatiga crónica no era su único problema. Tara también padecía fibromialgia… «Sufría dolores crónicos y tenía ideas suicidas. Apenas podía mover la lengua y me era imposible andar. Estaba muy enferma. Nunca antes había padecido nada de tanta gravedad».
La terapia del oil pulling le cambió por completo la vida, con una mejoría evidente día tras día: «Seguí con los enjuagues con aceite, y los cambios se fueron sumando progresivamente, hasta que al cabo de un par de semanas recuperé la salud normal [...] Hoy me encuentro bien y con fuerzas, y no necesito descansar tanto. Llevaba muchos años en esas condiciones, y el oil pulling me devolvió la vida. También me solucionó un problema de la piel con el que nada parecía que sirviera [...] Los enjuagues me han cambiado la vida». En pocas semanas, Tara había superado dos enfermedades crónicas que los médicos aseguran que son incurables.
«Es la terapia más eficaz que nunca he seguido –afirma Lee, de West Bountiful (Utah), en un mensaje a www.earthclinic.com–. Llevo un mes y tres días enjuagándome la boca con aceite, y mi mujer también. Es para ambos una experiencia desconcertante. Me siento mucho más sosegado, digiero mucho mejor y las deposiciones son más regulares, duermo estupendamente y ha desaparecido la distensión muscular que sufría. Tengo sesenta y cinco años, siento los dientes mucho más firmes y tengo la sensación de que me muevo en el cuerpo de alguien más joven».
Lee está tan convencido de la eficacia de esta sencilla terapia que dice: «Tonto es quien no estudie y pruebe este sistema durante un mes para comprobar que funciona».
¿Basta con un mes para invertir situaciones crónicas de muchos años? En los casos de Tara y Lee fue suficiente. Otros convienen en que necesitan uno o dos meses para conseguir resultados importantes.
«Pensé que era muy joven para tener artritis –es el testimonio de Catalina, de Puerto Vallarta (México), en un mensaje dejado en www.earthclinic.com–, pero empezaban a dolerme las articulaciones de los hombros, la cadera, las rodillas, los pies y el cuello. Después de dos meses de oil pulling , desaparecieron todos los dolores, y seis meses después sigo sin ellos. Tengo los dientes más blancos, la lengua más limpia y sonrosada, las encías de color más vivo, se me han reducido las bolsas oscuras de la parte inferior de los ojos y tengo menos canas. Sí, es verdad. Mi marido y yo hemos observado que las canas han disminuido en un 50%, y que vuelve a crecernos el pelo castaño».
También Catalina, como Lee, se siente más joven: «Duermo más profundamente, tengo más energía y me siento mucho mejor en todos los sentidos. Sé que suena demasiado bien para que sea verdad, pero después de nueve meses de oil pulling , no entiendo que todo se pueda deber a un efecto placebo. Hay algo que funciona. Nunca dejaré los enjuagues». Catalina coincide con Lee: «Pruébalo treinta días, y notarás los resultados».
Como afirmaba Tara, y en lo que probablemente Lee y Catalina estarían de acuerdo: «El oil pulling me devolvió la vida».
¿QUÉ ES TODO ESTO?
Los cambios de los que hablan Tara, Lee y Catalina parecen increíbles. ¿Es posible algo así? Por mis estudios y práctica de la medicina, era escéptico. Cuando oí hablar del oil pulling por primera vez, pensé, como hacen muchos, que era demasiado simple para que tuviera algún valor. ¿Cómo podía ser que enjuagarse la boca con aceite vegetal curara la artritis o la fatiga crónica? No tenía sentido. Lo que enmarañaba aún más el misterio era que la mayoría de quienes practicaban el oil pulling en aquella época lo hacían con aceite de girasol. No se conoce ninguna propiedad curativa especial de este aceite, así que me dispuse a olvidarme del asunto sin molestarme en indagar más sobre él.
Sin embargo, en los meses siguientes, seguí oyendo hablar del oil pulling , y muchas personas parecían convencidas de que algo había de verdad en él. Los testimonios parecían sinceros y convincentes. Eran explicaciones de primera mano, no historias que me contara el hermano de la mejor amiga de la hermana de quien fuera. Por carácter y formación, soy muy escéptico ante las «curas milagrosas», y cuestiono cualquier tratamiento cuya eficacia no esté demostrada, en especial los del campo de la salud natural. He visto que muchos tratamientos «naturales» han demostrado ser completamente inútiles. Lo habitual es que los promoviera alguna empresa para aligerar el bolsillo de los demás y llenarse el propio. Pensaba que estaba ante una más de esas falsas curaciones. Sin embargo, empecé a oír tantas cosas sobre los enjuagues con aceite que decidí estudiar el tema mejor para ver de qué iba todo aquello.