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4 semanas para acelerar su metabolismo
y perder peso para siempre
MARCELLE PICK, MSN, OB/GYN NP
cofundadora de Mujeres para Mujeres
con GENEVIEVE MORGAN
HAY HOUSE, INC.
Carlsbad, California • New York City
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Derechos de Autor © 2009 por Marcelle Pick
Publicado y distribuido en los Estados Unidos por: Hay House, Inc., P.O. Box 5100, Carlsbad, CA 92018-5100 USA • (760) 431-7695 ó (800) 654-5126 • (760) 431-6948 (fax) ó (800) 650-5115 (fax) • www.hayhouse.com®
Diseño: Tricia Breidenthal
Traducción al español: Oscar Gomezese y el equipo de Mincor (www.mincor.net)
Título del original en inglés: THE CORE BALANCE DIET: 4 Weeks to Boost Your Metabolism and LoseWeight for Good
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La autora de este libro no otorga consejos médicos ni prescribe el uso de ninguna técnica, como forma de tratamiento de problemas médicos o físicos sin consultar con la opinión médica, directa o indirectamente. La intención de la autora únicamente es ofrecer información de naturaleza genérica para ayudarlo en su sendero hacia el bienestar emocional y espiritual. En el evento de que usted use cualquier información en este libro para su uso personal, lo cual es su derecho constitucional, el autor y la editorial no asumen ninguna responsabilidad por sus acciones.
ISBN: 978-1-4019-2204-7
Impresión #1: Noviembre 2009
Impreso en los Estados Unidos
Una advertencia al lector consciente:Ningún libro puede reemplazarlos consejos y las recomendaciones de un médico. Si se encuentra bajo elcuidado de un profesional de la salud o un médico, si está tomando medicinasrecetadas o padece una enfermedad crónica como la diabetes, por favor,consulte con su médico antes de empezar con este programa. La mayoría demis pacientes ha incorporado sin problemas La dieta del equilibrio esencial dentro de su rutina personal de salud, pero siempre es prudente discutircualquier cambio en la dieta o estilo de vida con un médico, de preferencia unoque entienda tanto los métodos tradicionales como los alternativos, enfoqueque llamamos “medicina integral”. Si está embarazada, o lactando, no es elmomento adecuado para iniciar un programa de pérdida de peso.
Para mis hijos: Joshua, Micah
y Katya, y en honor a su futuro.
Contenido
En un momento de mi vida, llegué a tener un sobrepeso de 18 kilos y, hasta hace poco, todavía tenía de 7 a 10 obstinados kilos de más. Desde mi adolescencia hasta después de los cincuenta, estuve en una constante lucha con mi peso alimentada por la confusión y la falta de confianza en mí misma. Mi niñez transcurrió en el desierto australiano, donde nunca me preocupé por mi cuerpo. Allí corría, jugaba y trabajaba feliz; estaba saludable, fuerte, y comía con regularidad lo que se cocinaba en casa con los alimentos que mis padres podían cultivar, conseguir o comprar. Cuando cumplí 10 años, nos mudamos a los Estados Unidos y fue allí cuando, por primera vez en mi vida, tomé conciencia de mi cuerpo. En el colegio, las compañeras se burlaban de mí por ser más robusta que ellas (aunque no tenía casi sobrepeso) y empecé a obsesionarme con mi talla. Nuestra dieta cambió cuando empezamos a integrarnos a la cultura estadounidense, aunque mi madre seguía cocinando para nosotros todos los días. Nunca tuve sobrepeso cuando niña, pero tampoco fui delgada. Dios, ¡cuánto deseaba ser delgada!
Eran los años sesenta y todos los íconos culturales, como Twiggy, parecían esqueletos. Durante mi paso por la secundaria, me enganché en las típicas escaramuzas que las mujeres libramos para perder peso: me maté de hambre, comí sólo toronja por una semana, intercalé todas las dietas que estaban de moda, y siempre estuve activa y motivada; pero, sin importar qué tanto me esforzara, nunca llegué a estar verdaderamente delgada. Entre los veinte y los treinta, cuando empecé mi propia familia, los kilos extras se apoderaron de mí y gasté una enorme cantidad de energía tratando de perderlos. Me suscribí a Weight Watchers (club para perder peso), medía cada onza de comida y me desesperaba con la agonizante lentitud de perder un cuarto de kilo cada semana. Me quedaba estupefacta cuando otras personas de mi grupo, que estaban siguiendo el mismo programa, ¡perdían de 1 a 3 kilos en el mismo período! Me tomó un año perder 7 kilos, los que recuperé cuando volví a comer de manera normal.
Si en esa época hubiera sabido lo que sé ahora, habría sospechado de inmediato que algunos problemas subyacentes se interponían en mi camino hacia la pérdida de peso. Pero no lo sabía y entonces, simplemente comía menos, iba al gimnasio temprano en las mañanas o me culpaba por no tener la suficiente disciplina para perder peso. El lado positivo de esta experiencia, fue empezar a sintonizarme con mi dieta y aprender más sobre la importancia de la nutrición óptima y la alimentación orgánica. También empecé a explorar la medicina integral y luego, la funcional. Mi peso era estable (aunque pesaba más de lo que quería), estaba saludable y llena de energía. Fue por esa época, que tres compañeras y yo, empezamos Mujeres para Mujeres, una de las primeras clínicas médicas en los Estados Unidos especializada en la práctica de la sanación integral de mujeres por mujeres, con la misión de cambiar y mejorar la salud de la mujer.
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