A Fede, por el apoyo incondicional. A mis padres y a Cleo.
Limpiadores, aguas micelares, sérums, mascarillas, exfoliantes, cremas, lociones, geles… Para los amantes del skincare, el momento de la rutina es una aventura de los sentidos, un hermoso ritual de autocuidado. Aunque también puede generar muchas preguntas, dudas y algunos temores. Lo cierto es que para disfrutar del skincare, y sobre todo de sus enormes beneficios para la salud y la estética, hay que aprender sobre las necesidades de cada piel, pero también conocer las claves de los productos y sus ingredientes. Diseñar una rutina eficaz y saludable es un proceso que puede llevar tiempo (y quizás haya algunos tropezones en el camino), pero definitivamente vale la pena.
Este es un libro para aquellas personas que quieren armar su primera rutina de skincare o mejorar la que tienen porque no está dando los resultados esperados. La cosmetóloga y creadora de contenido Patricia E. Fernández (@amadorablog) nos acompaña en un recorrido muy completo y sencillo por los pilares fundamentales del cuidado de la piel y sus secretos.
PATRICIA E. FERNÁNDEZ
Es cosmetóloga especialista en fórmulas e ingredientes cosméticos. Se formó en el Centro de Estudios Cosmética Científica y realizó actualizaciones en Cosmiatría Superior (Universidad de Buenos Aires) y Buenas Prácticas de Manufactura y Legislación para Laboratorios de Cosméticos (Universidad Católica de Córdoba). Su blog de reseñas de productos cosméticos fue uno de los primeros en publicar análisis de ingredientes y rutinas de skincare.
Desde 2015 escribe sobre productos de cuidado de la piel en la cuenta de Instagram @amadorablog, donde detalla a fondo sus componentes y beneficios. En los últimos años comenzó a dictar una serie de populares talleres online para aprender a leer las etiquetas de los cosméticos e interpretar sus fórmulas, y se desempeña como docente del curso de Cosmetología en Idraet. También lanzó Cosmeleaks, un podcast de 10 capítulos sobre skincare junto a la cosmetóloga e influencer Dadatina, que se puede escuchar en las principales plataformas.
© Eliana Janka para 54 Fotografía
Fernández, Patricia E.
Secretos del skincare / Patricia E. Fernández. - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Montena, 2022.
Libro digital, EPUB
Archivo Digital: descarga y online
ISBN 978-987-8940-07-6
1. Belleza Personal. I. Título.
CDD 646.726
Diseño de cubierta: Candela Insua
Corrección: Guadalupe Rodríguez
Edición en formato digital: mayo de 2022
© 2022, Penguin Random House Grupo Editorial, S. A.
Humberto I 555, Buenos Aires
penguinlibros.com
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Conversión a formato digital: Libresque
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S i efectivamente estás usando este libro como una rutina de skincare paso a paso, llegado a este punto ya te limpiaste bien la piel, ya la exfoliaste (si te tocaba hacerlo) y estás a punto de zambullirte en uno de los momentos más importantes: los tratamientos.
Si tomaste el camino de la exfoliación física o mecánica, luego de enjuagar bien el producto que hayas usado podés aplicar un tónico.
Los tónicos son aguas que están enriquecidas con ingredientes beneficiosos para la piel. Su acción es la de humedecer la piel y así permearla para que los productos que coloquemos a continuación penetren mejor. También son el primer elemento que ayuda a restablecer nuestra barrera cutánea luego de haberla limpiado y exfoliado. Pensá que en esos pasos le quitamos a la piel no solo suciedad sino también secreciones naturales necesarias, así que en los pasos siguientes intentaremos compensar esa quita ayudándola a resetearse.
Por lo general los tónicos pueden tener extractos de hierbas, vitaminas, aminoácidos, antioxidantes y elementos humectantes. Algunos vienen perfumados, otros no. Se pueden aplicar con las manos directamente en la cara dando golpecitos o usando un algodón bien embebido sin arrastrar fuerte. Este paso ayuda también a darnos cuenta de si la limpieza que realizamos fue efectiva: si el algodón sale bien blanco, buena señal; y si sale con algún resto de maquillaje o suciedad, quizás sea mejor repetir la limpieza.
Sin embargo, el tónico no es un paso completamente necesario. Durante mucho tiempo se creyó que los tónicos eran esenciales para que la piel restablezca su pH fisiológico luego de una limpieza, pero la realidad es que a partir de las dos horas de habernos lavado la cara, la piel vuelve a sus valores usuales de pH, sin necesidad de ayuda externa.
Para quienes elijan usar tónicos y realicen exfoliaciones químicas sin enjuague, el orden de aplicación cambia, en comparación con la exfoliación física y mecánica, en este caso lo recomendable será hacer limpieza, seguir con el tónico y recién ahí aplicar el exfoliante químico elegido.
Luego del tónico, si usamos, podemos aplicar un tratamiento específico para alguna necesidad de la piel.
En este paso vamos a darle a la piel algo que ayude a obtener aquello que está necesitando o que queremos mejorar. Hay tantos tipos de tratamiento como de preocupaciones, así que vamos a hablar un poco de ellas para saber cómo elegir bien sin marearnos.
Cómo identificar las necesidades de mi piel
¿Tengo que usar un sérum? ¿Cuál es el indicado para mí? Los sérums son productos concentrados que suelen venir en un frasquito con gotero para colocar a diario tanto en la rutina de día como en la de noche. También lo podemos encontrar en formato ampollas que deben partirse para extraer el producto y colocarlo sobre la piel. Lo que tienen a favor las ampollas es que son aptas para olvidadizos: si alguna vez te pasó de abrir un sérum o crema, usarlo dos veces y dejarlo abandonado en el cajón hasta que se venció, las ampollas son la salvación. Las abrís solamente cuando te disponés a usarlas, sin riesgo de que se echen a perder por dejarlas mucho tiempo guardadas ya que son de un solo uso (a lo sumo de dos o tres, si dosificás bien la cantidad).
Generalmente los sérums tienen una textura liviana y cómoda, que cae en forma de gotas en la palma de tu mano. Se colocan sobre la cara y se masajean o se aplican con un suave tecleo con los dedos hasta que se absorben.