Paloma Quintana - Cocina, come y pierde grasa: Recetas deliciosas para una vida saludable

A mis padres. A mi madre, por todo lo contado, y lo que no cabe en estas páginas; a mi padre por confiar siempre en mí, por acompañarme, ayudarme y valorarme sin dejar de ser exigente. Por ser un ejemplo de que el esfuerzo, el trabajo y el buen hacer deben llevarse a cabo con una sonrisa; por su generosidad, optimismo y actitud envidiable ante los problemas; por haberme hecho heredar su carácter sociable y emprendedor. Gracias, papá, por las risas que nos provocas en los buenos y en los malos momentos, por tus abrazos. Por tus recetas. Gracias a ambos por regalarme a Manu. Gracias, Manu, por ser mi consejero siempre, mi amigo, mi cómplice y el mejor hermano del mundo.

Gracias a mi familia. A mis tíos, primas y primos mayores: Fran, Miriam, Torri, Carmen (con ella se iniciaron los viernes de pizza cuando me tenía que subir al taburete para llegar a la encimera); Sebas y Miguel, grandes cocineros, cada uno en su estilo, y a mi prima Paloma, por ser como una hermana.

A mi tía Carmen, por hacer de abuela; a mi tía Ascen, por hacer de segunda mamá y por enseñarme también las ventajas de vivir de forma saludable, con una vida activa, y mostrarme que, si uno sueña con vivir cerca del mar, lo consigue. A mi tío Paco, por sus arroces de domingo y por ser también imagen del amor por el deporte; a mi tío Juan Ignacio, por inspirarme y enseñarme que uno puede inventar las recetas; y que poner muchas especias suele ir bien.

Gracias a mis profesores de la universidad y del instituto, pero, sobre todo, a mi seño Piedad y mi seño Lola por ayudarme ambas en los momentos más difíciles de mi infancia, por valorarme, animarme a aprender y hacer del cole los años más divertidos; por felicitarme por el buen hacer, que me ayudó a creer en mí.

Gracias a mis «calamares», mis amigas de siempre, mujeres fuertes, por vuestra inspiración y cariño.

Gracias a mis editoras: a Elisabet, por creer en este proyecto juntas y valorar mi trabajo; a Berta, por mimar tanto mi libro y atender a todas mis peticiones. A ambas, por guiarme en esta aventura.

Gracias a mis compañeros de profesión y a los grandes divulgadores en materia de nutrición, entrenamiento y salud, por ser mi inspiración y hacer tanto bien al mundo; de ellos he aprendido casi todo lo que tiene valor hoy en estos campos.