El futuro ya ha ocurrido. La innovación, y la capacidad para generar cambios y adaptarse a sus efectos está en el ADN del ser humano. A través de las páginas de Una breve historia del futuro podrás viajar en el tiempo para comprobar cómo los seres humanos ya hemos vivido profundas disrupciones en nuestra forma de vivir, de aprender, de trabajar, de disfrutar de nuestro ocio, de alimentarnos o de amar. Entender cómo las personas reaccionamos a las anteriores revoluciones industriales —la llegada del automóvil, de las primeras vacunas o de nuevas industrias que barrieron a las anteriores— nos puede ayudar mucho a comprender cómo afrontar los enormes desafíos que nos esperan y a combatir la ansiedad que nos provoca la incertidumbre.
Porque, como nos recuerdan Nacho Villoch y Conrado Castillo: «Cuando soplan vientos de cambio, mientras unos construyen muros, otros fabrican molinos».
CONRADO CASTILLO
Es fundador y CEO de Rooter. Tiene una dilatada experiencia como consultor de Innovación y Transformación digital para más de 150 empresas en todo el mundo. Colabora como catalizador de proyectos de la Unión Europea sobre Inteligencia artificial, Internet de las Cosas y otras tecnologías exponenciales. Participa en el desarrollo de programas formativos para universidades, empresas y organismos como Google. También ha publicado diferentes manuales de gestión empresarial.
NACHO VILLOCH
Es un referente en innovación aplicada a los negocios, el talento y la sostenibilidad. Profesor invitado en programas de las principales escuelas de negocio, mentor y dinamizador de eventos institucionales y corporativos. Con más de 30 años de experiencia asesorando a empresas y como mentor de emprendedores, en 2021 ha sido nominado por Forbes entre los 40 mejores futuristas de España. Es autor de novelas empresariales como El desafío de Yago y La aventura de Diana, este último recomendado como uno de los mejores libros para ayudar a cambiar de carrera.
UNA BREVE HISTORIA DEL FUTURO
Una breve historia del futuro
© 2021, Conrado Castillo y Nacho Villoch
© 2021, Arzalia Ediciones, S.L.
Calle Zurbano, 85, 3º-1. 28003 Madrid
Diseño de cubierta, interior y maquetación: Luis Brea
ISBN: 978-84-19018-00-7
Depósito Legal: M-24305-2021
Producción del ePub: booqlab
Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser reproducida, ni en todo ni en parte, ni registrada en o transmitida por un sistema de recuperación de información en ninguna forma ni por ningún medio, sea mecánico, fotomecánico, electrónico, magnético, electroóptico, por fotocopia, o cualquier otro, sin el permiso por escrito de la editorial.
www.arzalia.com
«El ayer es historia. El mañana un misterio.
El hoy es un regalo».
Atribuido a ELEANOR ROOSEVELT
«El pasado, el presente y el futuro no existen.
El tiempo es una mera percepción de nuestros sentidos».
ALBERT EINSTEIN
«El futuro me interesa porque es el sitio donde
voy a pasar el resto de mi vida».
WOODY ALLEN
«Hacer predicciones es muy difícil,
especialmente cuando se trata del futuro».
NIELS BOHR
Índice
Prólogo
Regreso al futuro
¿Quién no recuerda las populares películas de la saga Regreso al futuro, en las que Marty McFly, a bordo del mítico DeLorean, viajaba hacia el pasado y el futuro? Aquellos viajes cinematográficos nos permitían reflexionar con hipótesis del estilo ¿qué hubiera pasado si nuestros padres no se hubieran conocido? o ¿y si supiéramos con antelación las combinaciones de la lotería primitiva o los resultados de los próximos partidos, como sucede con el famoso libro de apuestas del matón Biff Tanen, que le permite hacerse millonario apostando sobre seguro?
Por suerte o por desgracia, viajar en el tiempo no es posible, al menos por el momento. La teoría de la relatividad, los universos paralelos y otras hipótesis cuánticas, sin olvidar la imaginación de muchos realizadores y guionistas de Hollywood, nos han entretenido en bucles metafísicos de cíborgs que vienen del futuro para impedir que nazca el causante de una guerra o en viajes al pasado que pretenden cambiar el curso de la historia, nos han hecho imaginar esa posibilidad. La máquina para viajar en el tiempo todavía no existe ¿O sí?
Estimado lector de Una breve historia del futuro, tienes en tus manos una máquina para viajar en el tiempo, hacia el pasado y hacia el futuro. No es un prototipo, su eficacia está más que demostrada. Estos van a ser viajes «mentales» a través de la lectura sobre hechos históricos, algunos de los cuales reconocerás y otros no, y acerca de hipótesis futuras y determinados momentos presentes. En definitiva, el futuro y el pasado se encuentran en el presente.
El hecho es que el pasado no podemos cambiarlo, de igual manera que carecemos de capacidad para predecir el futuro. Solo tenemos el presente. Solo podemos gestionar el aquí y el ahora, mientras recordamos lo que hicimos y cómo nos sentimos ayer, y planeamos lo que haremos y nos gustaría sentir mañana.
El pasado, incluso el más remoto, podemos analizarlo, interpretarlo, e incluso en muchos casos reescribir la historia bajo nuevas perspectivas. Un ejercicio no exento de riesgos, como estamos comprobando ante ciertos revisionismos, como el de la crítica de la trata de esclavos del siglo XVIII desde el marco de los derechos humanos del siglo XXI, u otras revisiones que acaban por proscribir o censurar las películas de Walt Disney o las novelas de Mark Twain por no ser «políticamente correctas» a la luz de los estándares actuales de sensibilidad. Podemos aprender mucho del pasado.
Sobre el futuro, siempre han existido chamanes, nigromantes, druidas, hechiceros, oráculos que han intentado predecirlo. Muchos son los que han afirmado poseer esa capacidad de adivinar y anticipar el porvenir, «lo que está por venir», es decir, el futuro, despejando a sus clientes las incertidumbres y mitigando sus ansiedades. No se puede adivinar lo que no ha pasado todavía, aunque sí podemos proyectar algunos elementos que nos ayuden a diseñar, a planificar un futuro más o menos probable y anticipar decisiones. Todos hacemos planes para el fin de semana con base a los pronósticos del «hombre del tiempo». O tendemos a pensar que los patrones se repiten, y por eso planeamos ir a esquiar en navidades y a la playa en verano. No lo estamos «adivinando», simplemente anticipamos una hipótesis más o menos probable. Ya, pero no es lo mismo hablar de dentro de una semana que del verano que viene, del de dentro de cinco años o del de 2260. ¿Cuándo empieza el futuro? ¿Cuándo acaba el pasado? ¿Pretérito indefinido o futuro perfecto? ¿Hicimos, hacemos, haremos o hubiéramos hecho? Lo que sí resulta inexorable es que a cada segundo que transcurre el futuro se convierte en pasado.
¿Te acuerdas del «Horizonte 2020»? ¡Pero si ya es pasado! Así es, pero seguramente te suenan muchos planes de inversión, estrategias y presupuestos europeos que tenían el H2020 como límite temporal; cuando empezamos a trabajar en Digitalización, en Innovación y Diseño de Futuros en 2007, el #H2020, fórmula de aquella iniciativa, era objeto de ejercicios de prospectiva, más o menos especulativa, que pretendían planificar cómo sería la experiencia de usuario, qué tecnología tendríamos, cómo serían los clientes, los escenarios, a veces utópicos, a veces distópicos… ¿Sabes qué? No hemos acertado en casi nada, pero fue muy útil. Desde luego nadie anticipó una pandemia global, un confinamiento de cientos de millones de personas, el cierre de las universidades, estadios de futbol sin espectadores, la generalización del teletrabajo o el fenómeno de las criptodivisas basadas en
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