DR. AUBREY DE CREY & MlCHAEL RAE
Eljin del envejecimiento
Los avances que podrían revertir el envejecimiento humano durante nuestra vida
Traducido del inglés
por Clara Crau Valenciano, Ana Crau Valenciano y Carlos García Hernández
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Lola Boolcs presentó este libro en San Lorenzo de El Escorial el 21 de marzo de 2013 con la colaboración de la revista de divulgación científica Tendencias 21 twww.tendencias21.net)
Copyright © Lola Books CbR, Berlin 2013
www.lolabooks.eu
Copyright © de la traducción: Lola Books CbR
Queda totalmente prohibida cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación total o parcial de esta obra sin el permiso escrito de los titulares de explotación.
Título original:
Ending agt'ng: the rejuvenation breakthroughs that could reverse human aging in our lifetime
Copyright © Aubrey de Grey, 2007
Publicado con el consentimiento de Aubrey de Grey
Todos los derechos reservados
Diseño de cubierta: Chrístine Wenning
Copyright © Christine Wenning
Impreso en Clausen &. Bosse, Leck
ISBN 978-3-g442O3-i4-o
Primera edición 2013
Contenido
Prólogo
PARTE UNO
CAPÍTULO UNO
El momento eureka
CAPÍTULO DOS
|Despierte, envejecer matal
CAPÍTULO TRES
Desmitificando el envejecimiento
CAPÍTULO CUATRO
Aplicando la ingeniería al rejuvenecimiento
PARTE DOS
CAPÍTULO CINCO
Fusión de las centrales energéticas de la célula
CAPÍTULO SEIS
Saliéndose de la cuadrícula
CAPÍTULO SIETE
Majorando las incineradoras biológicas
CAPÍTULO OCHO
Liberándonos de las telas de arana celulares
CAPÍTULO NUEVE
Rompiendo los grilletes de la edad
CAPÍTULO diez
Acabando con los zombis
CAPITULO ONCE
Cambiando células viejas por nuevas
CAPÍTULO DOCE
Mutaciones nucleares y la derrota total del cáncer
PARTE TRES
CAPÍTULO TPECE
De aquí hasta el objetivo: la guerra contra el envejecimiento
CAPÍTULO CATORCE
Labrándonos el camino hacia un futuro sin envejecimiento
CAPÍTULO QUINCE
Bonos de guerra para la campana contra el envejecimiento
A modo de ep¡logo
Glosario
Notas
Indice
PRÓLOGO
La revolución biomédica descrita en este libro queda todavía un poco lejos, al menos a unas pocas décadas, quizá más ¿Por qué. se preguntarán ustedes, debemos preocuparos de ello ahora?
La respuesta es simple: una vez que ustedes sepan lo que tengo que decirles, querrán hacer que suceda antes, y algunos de ustedes llevarán ese deseo a la práctica. Cuanto más gente sea consciente de lo que actualmente se prevé en la lucha contra nuestro enemigo más antiguo, el envejecimiento, más rápidamente será aceptable “declararse” ferviente adversario del envejecimiento, y entonces será Inaceptable no hacerlo. Aún no estamos lo bastante próximos a esta revolución para poner fecha precisa a su llegada, pero estamos lo suficientemente cerca como para que nuestra acción (o inacción) hoy influya en cuál sea el día en el que el envejecimiento será derrotado.
De hecho, estamos en dicha situación desde hace unos cuantos años. Podría, en consecuencia, argumentarse si debería haber escrito este libro antes Bien, quizás sí, pero hay algo que compensa no haberlo hecho: cada año que ha pasado desde que los ideé, los conceptos clave aquí expuestos han sufrido progresos en el laboratorio. Cada paso de este progreso ha afianzado la idea de que el proyecta en su conjunto tendrá éxito, por lo que el libro en su totalidad resulta más convincente de lo que podría haberlo sido hace uno o tres años. En realidad, sin los diligentes esfuerzos de un amplio número de científicos tanto dentro como fuera de la bjogerontología, mi plan para vencer al envejecimiento no podría existir.
Otro motivo por el que este libro se ha escrito ahora es el habitual: los libros no se escriben solos, y he pasado cada hora del día dedicado a otros trabajos para acelerar la misión del antienvejecimiento Sin duda, ahora no tendrían ustedes el libro en sus manos si no fuese por el trabajo concienzudo de mi colaborador y ayudante de investigación Michael Rae, que le dedicó buena parte de 2OOS: a él le corresponde el mérito de la mayoría del texto de la Parte 2.
M ichael no es el único sin el cual este libro no habría salido adelante. Agradecimientos especiales a nuestro equipo gráfico, que se ocupó de las ilustraciones: Bram Thljssen, Bryan English, Benjamín Martin, Tyler Chesley, Zachary Eos, Hoyt Smith y su coordinador Jeff Hall. Además, Michael y yo hemos recibido una excelente asistencia editorial por parte de los voluntarios de la Methuselah Foundation, Reason, Anee Convin y David Fisher. Nuestro agente, John Brockman, y su personal fueron muy eficientes guiando el procesa de publicación del libro en todo el mundo, y nuestro editor en St. Martin’s, Phil Revzin, también realizó una valiosísima aportación editorial Y, por último, mi trabajo en este libro, con todas mis contribuciones a la cruzada contra el envejecimiento, no habría sido posible sin el inquebrantable apoyo intelectual y emocional de mi querida esposa, Adelaide Carpe nter.
Espero que este libro guste a un amplio abanico de lectores; si es así, muchos lectores no serán biólogos ni seguramente biogerontólogos. Algunos, sin em bargo, serán personas que posean experiencia en estos ámbitos
A ese grupo me gustaría aclarar desde un principio que, presentando SENS* a un público generalista, no he sido capaz de ahondar en cada rincón y grieta de la ciencia correspondiente, y seguramente se reconocerán aspectos de SENS que, si lo que se lee aquí fuese todo lo que hay sobre ello, parecerían inconsistentes.
Me limito a recordarles que este libro no es todo lo que hay relativo a SENS, y que, si creen que algo de lo que digo es un error garrafal, deberían consultar mis publicaciones académicas (y también, preferiblemente, consultarme personalmente) antes de criticarlo.
Sin embargo, lo arriba expuesto se aplica solo a los "errores" de omisión. Asumo plenamente cualquier error cometido como mi única responsabilidad
2 Strategies for Engineered Negligible Senescence (Estrategias para un envejecimiento nulo).
Eljin del envejecimiento
Parte uno
CAPITULO UNO
El momento eureka
HOTEL MARRlOT, PLAYA DE MANHATTAN, CALIFORNIA. 2$ DE JUNIO DE 2000. CUATRO EN PUNTO DE LA MADRUGADA.
Eran las 4 de la madrugada en California, pero mi cuerpo insistía en recordarme que eran las 9 en Cambridge. Me encontraba exhausto a causa del vuelo intercontinental y de un día de debate con algunas de las personalidades más influyentes de la biogerontología durante una sesión de tormenta de ideas a puerta cerrada para combatir el envejecimiento. Estaba allí el biólogo evolucionista Mlchael Rose. También los investigadores de la restricción calórica Richard Weindruch y Ceorge Roth, el nanotecnólogo Robert Freitas, y muchos otros
Pero yo no podía dormir, y para colmo del desajuste entre los relojes biológico y geográfico, me sentía frustrado por lo que interpretaba como el fracaso de ese día a la hora de hacer cualquier avance real hacia un plan antienvejecimiento realista y concreto.
Mientras dormitaba y cavilaba, una idea sobre la naturaleza del metabolismo y el envejecimiento se coló en mi mente y no me la podía quitar de la cabeza. En medio de mi irritación soñolienta, me incorporé, me pasé las manos por la barba, y empecé a caminar por el cuarto, dándole vueltas al dilema en la cabeza.