Giuseppe Mascheroni - Cristina Pezzaglia
CONSEJOS Y PROYECTOS
DEL ARQUITECTO PARA
LAS BUHARDILLAS
EDITORIAL DE VECCHI
A pesar de haber puesto el máximo cuidado en la redacción de esta obra, el autor o el editor no pueden en modo alguno responsabilizarse por las informaciones (fórmulas, recetas, técnicas, etc.) vertidas en el texto. Se aconseja, en el caso de problemas específicos —a menudo únicos— de cada lector en particular, que se consulte con una persona cualificada para obtener las informaciones más completas, más exactas y lo más actualizadas posible. EDITORIAL DE VECCHI, S. A. U.
Los autores agradecen a Massimo Antonicelli, Giampiero Bernini, Emilio Carvatti, Umberto Panzeri y Michela Zaniboni su atención y la cesión de material, proyectos e imágenes para preparar este libro.
Asimismo, desean expresar su agradecimiento a Gabriella, Elena, Luca, Franca, Toni, Pigi y Federico por haberles abierto las puertas de sus casas.
El Editor agradece a las empresas VELUX® y Harnois el material fotográficoque amablemente le han proporcionado.
Traducción de Maria Àngels Pujol i Foyo.
Proyecto gráfico de la cubierta de Design Simona Peloggio (Bérgamo - Italia).
© Editorial De Vecchi, S. A. 2019
© [2019] Confidential Concepts International Ltd., Ireland
Subsidiary company of Confidential Concepts Inc, USA
ISBN: 978-1-64461-676-5
El Código Penal vigente dispone: «Será castigado con la pena de prisión de seis meses a dos años o de multa de seis a veinticuatro meses quien, con ánimo de lucro y en perjuicio de tercero, reproduzca, plagie, distribuya o comunique públicamente, en todo o en parte, una obra literaria, artística o científica, o su transformación, interpretación o ejecución artística fijada en cualquier tipo de soporte o comunicada a través de cualquier medio, sin la autorización de los titulares de los correspondientes derechos de propiedad intelectual o de sus cesionarios. La misma pena se impondrá a quien intencionadamente importe, exporte o almacene ejemplares de dichas obras o producciones o ejecuciones sin la referida autorización». (Artículo 270)
Índice
INTRODUCCIÓN
Las primeras viviendas humanas estaban formadas probablemente sólo por una cubierta, constituida por una losa de piedra inclinada o por un entramado de ramas y hojas. Todavía en la actualidad la cubierta, y no sólo desde el punto de vista formal, es el lógico y natural complemento del edificio, define su perfil y le confiere su aspecto característico.
Habitar bajo una cubierta significa volver a vivir la propia esencia de la idea de casa, muy distinta de esos apartamentos impersonales, difíciles de distinguir desde el exterior, típicos de las últimas décadas.
En esto consiste el renovado gusto por la buhardilla, hereditaria de los fascinantes estudios bohemios de París, caracterizados por una luz suave, un espacio recogido bajo el techo inclinado, un distanciamiento (real y visual) de la calle y de cuanto acontece en el mundo. En pocas palabras, la buhardilla es una vivienda con carácter, libre e informal.
La buhardilla nace de una innovación, aparentemente insignificante, pero que en realidad ha revolucionado la arquitectura del norte de Europa. Un sinónimo, mansarda, procede del nombre de su autor, que vivió en la mitad del siglo XV , el arquitecto J. Hardouin Mansart, y que utilizó un esquema ya empleado en la zona más antigua del palacio del Louvre y que permitía separar en dos partes de distinta pendiente el empinado y voluminoso faldón de la cubierta. Mansart enriqueció y perfeccionó esta solución hasta el punto que, sea por su intrínseca eficacia como por la gran laboriosidad del proyectista, este tipo de cubierta invadió París, cambiando su panorama y se difundió a continuación por todas las ciudades nórdicas.
Esquema de una cubierta tipo Mansart : la fuerte pendiente del faldón, más cercano a la línea del alero, permite que el desván alcance la altura habitable. Las ventanas especiales similares a los tragaluces, llamadas también Mansart , iluminan y ventilan los ambientes, haciendo que sean utilizables
En los países mediterráneos no obtuvo el mismo éxito que encontró en otros lugares, por ejemplo en Austria o en Bélgica. En las ciudades meridionales, de hecho, las pendientes de las cubiertas no permitían el recurso a la solución de Mansart y los desvanes solían convertirse en despensas alimentarias o en habitaciones de la servidumbre.
En años más recientes, vivir en los desvanes ha representado una solución económica para quien quería encontrar un apartamento en la zona central de la ciudad, sin tener la posibilidad de comprar otro inmueble. La recuperación de estos locales ha sido por lo tanto, en primer lugar, un fenómeno dictado por las exigencias del mercado que presentaba una oferta bloqueada, a menudo por la imposibilidad de construir nuevas casas, o insuficiente o absolutamente antieconómica.
Por esta razón, la buhardilla ha sido durante muchos años una vivienda provisional o secundaria para solteros, profesionales viajeros o jóvenes parejas. Actualmente, en cambio, se puede hablar de una nueva manera de vivir que, después de abandonar los esquemas provisionales del pasado, busca un espacio personal, reconocible, cálido y recogido.
La nueva tendencia de habilitar buhardillas para vivir está relacionada con la búsqueda de un espacio muy personal, acogedor e íntimo
Es un mar tranquilo, rojo, un mar de cerámica, en una encrespadura de tejas. Es un mar de pensamientos. Árido mar. Y me basta verlo entre las ventanas apenas entreabiertas: y siento que me habla. De una teja a la otra, como de boca a boca, el áspero mensaje fulmina mi corazón...
(CARLOBETOCCHI)
VIVIR EN UNA BUHARDILLA EN LA ACTUALIDAD
Vivir en una buhardilla
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Cómo aprovechar de la mejor forma posiblela pendiente de la cubierta
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Buhardillas de espacio abierto
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Habitaciones bajo el faldón
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Decoraciones fijas y soluciones para aprovechar el espacio
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Escaleras interiores, altillos y espacios a toda altura
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Luz natural y luz artificial
© VELUX®
El espacio de la buhardilla se presta para crear ambientes acogedores para el tiempo libre y funcionales para las actividades profesionales (© Harnois; fotografía de J. Bouvier; © VELUX)
Vivir en una buhardilla
Comprar o alquilar un apartamento en una buhardilla, desde el punto de vista económico, todavía es conveniente, aunque la evolución del gusto y del mercado han provocado un aumento de los precios. Todavía es posible comprar un desván a un precio ventajoso para hacer en él la propia casa, aunque esto comporta grandes gastos de reforma. Existen muchos desvanes que todavía no se han convertido en casas, a menudo en propiedad de una comunidad, que decide ponerlos en venta para poder superar algunos gastos extraordinarios.
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