Maurizio Corrado
APARTAMENTOS Y ESTUDIOS DE UN SOLO AMBIENTE
A pesar de haber puesto el máximo cuidado en la redacción de esta obra, el autor o el editor no pueden en modo alguno responsabilizarse por las informaciones (fórmulas, recetas, técnicas, etc.) vertidas en el texto. Se aconseja, en el caso de problemas específicos —a menudo únicos— de cada lector en particular, que se consulte con una persona cualificada para obtener las informaciones más completas, más exactas y lo más actualizadas posible. EDITORIAL DE VECCHI, S. A. U.
© Editorial De Vecchi, S. A. 2016
© [2016] Confidential Concepts International Ltd., Ireland
Subsidiary company of Confidential Concepts Inc, USA
ISBN: 978-1-78525-980-7
El Código Penal vigente dispone: «Será castigado con la pena de prisión de seis meses a dos años o de multa de seis a veinticuatro meses quien, con ánimo de lucro y en perjuicio de tercero, reproduzca, plagie, distribuya o comunique públicamente, en todo o en parte, una obra literaria, artística o científica, o su transformación, interpretación o ejecución artística fijada en cualquier tipo de soporte o comunicada a través de cualquier medio, sin la autorización de los titulares de los correspondientes derechos de propiedad intelectual o de sus cesionarios. La misma pena se impondrá a quien intencionadamente importe, exporte o almacene ejemplares de dichas obras o producciones o ejecuciones sin la referida autorización». (Artículo 270)
Índice
Introducción
La vivienda de un solo ambiente es un tipo de habitación de los más conocidos en la historia del hombre; de hecho, la utilización de espacios interiores abiertos y sin divisiones fijas ha estado siempre presente en la humanidad: la misma idea de casa se identifica con la de un espacio interior recogido alrededor de un centro, de un lugar que protege, íntimo y secreto.
La construcción en un solo ambiente configura un espacio interior muy particular; es el más parecido al exterior, abierto y sin divisiones, móvil y que cambia con el paso del tiempo.
Este libro, sin considerar las grandes dimensiones, se fija en las medidas más comunes y presenta 25 soluciones para viviendas de un solo ambiente, ilustradas con planos y fotografías, además de planos con otros ejemplos. Se trata de lugares muy diferentes entre sí, a veces con proyectos ex novo , otras veces restaurados o sencillamente amueblados: se pasa del salón del palacio del siglo xviii a los pocos metros cuadrados del piso de ciudad, de la buhardilla al piso-estudio del artista.
Aquí, el espacio de la vivienda se analiza por zonas funcionales, estudiando las características de cada una de ellas y ofreciendo ejemplos y consejos acerca de materiales, equipos y muebles principales; se consideran las diferentes maneras de utilizar la casa y las posibles soluciones a los problemas diarios de los pequeños espacios; se presenta también una selección de mobiliario especial para estudios y apartamentos, desde las mesitas a los objetos de cocina.
La cultura de la vida sana y natural caracteriza todo el libro: el bienestar de quien vive es uno de los puntos de partida de las nuevas investigaciones en arquitectura, que proponen utilizar los objetos y el espacio de manera más sencilla y natural.
Características generales
La casa constituida por un solo ambiente es una de las formas de habitación más utilizada por el hombre a lo largo de su historia. En este primer capítulo se analiza cómo el hombre ha organizado su manera de vivir en el interior de espacios únicos y abiertos, y se determinan qué enseñanzas se pueden sacar no sólo de esta experiencia milenaria, sino también de la investigación contemporánea acerca del hábitat.
Las primeras casas del hombre tenían planta circular; aquí se ve una vivienda de Khirokitia (Chipre) que se remonta aproximadamente al 6000 a. de C. La casa, hecha de adobe, descansa sobre una base circular de piedra; una gran cúpula cierra un interior único sobre dos niveles, conectados por una escalera que nada tiene que envidiar a las soluciones más minimalistas; el umbral de la puerta de acceso es alto para impedir la entrada de lluvia y barro; en el centro una piedra excavada o un círculo de piedras marca el lugar del fuego y un agujero en el ápice de la cúpula permite la salida de humo (dibujo de Angela Pedone)
La forma abovedada es una de las preferidas para la casa de la zona mediterránea. Un ejemplo lo constituye esta casa típica de Lucania, similar a las utilizadas en Apulia, citada por Benevolo a raíz de un informe parlamentario que se realizó en 1954. Es un gran espacio abierto con un entrepiso: en la planta baja se desarrollan todas las actividades de la casa, mientras que la alta sirve de almacén y de espacio nocturno para una parte de la familia.
Arriba , la planta baja y del entrepiso. Abajo , la sección
Viviendas de un solo ambiente en el tiempo y en el mundo
Ya desde el comienzo, en las cavernas, encima de los árboles o en otros lugares, el hombre, durante miles de años, ha utilizado como casa un espacio interior único, abierto y sin divisiones fijas. Todos los hábitat de los pueblos nómadas, desde las tiendas de pieles de animales hasta los iglúes de los esquimales, entran en esta tipología y reúnen las mismas funciones en un ambiente único, vivido de varias maneras a lo largo del día. El tiempo marca la diferencia en estos lugares y el espacio se modifica según sus exigencias.
Durante milenios, el hombre ha utilizado los espacios interiores para protegerse, para dormir y descansar, mientras que ha desarrollado las demás funciones , desde la caza hasta la comida, al aire libre.
La historia de la verdadera y auténtica casa nace con el desarrollo de la agricultura y de civilizaciones que dejan de ser nómadas. Dejando templos, palacios y monumentos a la historia de la arquitectura y centrándose en la vivienda común, se descubre que desde su origen la estructura básica de la casa no se ha modificado durante miles de años.
En todo el Mediterráneo las casas varían según las características de cada lugar: el amplio local único situado a nivel del suelo se modifica para hacerse más fresco o más cálido, según la posición geográfica y la estación del año.
Aunque construido con materiales diferentes, tierra, piedras, ladrillos, madera, permanece fiel al gran arquetipo del primer espacio que cada hombre conoce: el vientre materno, único, suave, cálido, el primer lugar de vida.
El propio concepto de casa surge de este primer modelo, de este espacio indiviso, cálido y protegido donde descansar y nutrirse.
Durante el Imperio romano, las viviendas más comunes en el campo estaban formadas por un amplio espacio que se abría a un patio delimitado por paredes y un portal; en el centro del espacio abierto normalmente había un estanque y en el interior se encontraban la chimenea y los Lares, las divinidades protectoras de la casa; a esta célula básica se podían añadir otras construcciones. En las ciudades, y en Roma en particular, la mayoría de la gente vivía en grandes construcciones de varios pisos, llamadas insulae , cuya planta baja estaba destinada a las tiendas.
La casa se ha aprovechado también como lugar de trabajo; de hecho, antes de la Revolución industrial, las actividades artesanales, el comercio y los intercambios se ejercían casi siempre en una zona de la vivienda.
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