EL CUERPO
GRITA
LO QUE LAS
EMOCIONES
CALLAN
CAROLINA NOVOA ARIAS
EL CUERPO
GRITA
LO QUE LAS
EMOCIONES
CALLAN
UNA GUÍA DE BIOSANACIÓN
Y HÁBITOS SALUDABLES
© Carolina Novoa Arias, 2022
© Editorial Planeta Colombiana S. A., 2022
Calle 73 n.º 7-60, Bogotá
www.planetadelibros.com.co
Diseño de interior: Departamento de Diseño Planeta
Primera edición: agosto de 2022
ISBN 13: 978-628-7570-04-7
ISBN 10: 628-7570-04-0
Conversión ePub: Lápiz Blanco S.A.S.
Hecho en Colombia
Made in Colombia
No se permite la reproducción total o parcial de este libro ni su incorporación a un sistema informático ni su transmisión en cualquier forma o por cualquier medio, sea este electrónico, mecánico, por fotocopia, por grabación u otros métodos, sin el permiso previo y por escrito del editor. La infracción de los derechos mencionados puede ser constitutiva de delito contra la propiedad intelectual.
Este libro se lo dedico a mi familia, a mis pacientes y seguidores que han confiado en mí, pero sobre todo a mi Ángel y mayor maestro, Edgardo, que me cuida hoy desde el cielo.
Índice
Por: Dr. Carlos Jaramillo
¿Qué pasa cuando dejo de rebotar contra el mundo y me hago dueño de mí? ¿Qué tiene que suceder? ¿Qué necesito para que eso sea posible?
Son preguntas con muchas respuestas. Nadie tiene su camino definido, pero ante todo buscamos la felicidad en este paso por la tierra, a veces sin darnos cuenta de que lo que más deseamos es el amor.
El camino de cuidado y amor propio es algo que deberíamos construir desde niños. Cuidarnos debe ser parte integral del amor que nos enseñan. Nos parece importante saber cuál es el monte más alto de Europa, pero no siempre aprendemos a nadar, por ejemplo, y la diferencia crucial entre ambas enseñanzas es que una puede salvarnos la vida mientras que la otra no. En ocasiones me preguntan si concuerdo con que “somos lo que comemos”. La verdad es que con el tiempo creo que la frase completa debería ser: “Somos lo que comemos y pensamos”.
Nutrir nuestro cuerpo y nuestra mente con nuestros pensamientos es una labor determinante y transformadora, es una forma de cuidado personal que trasciende e impacta positivamente la salud de las personas. La pandemia nos ha dejado mensajes importantes, pero también consecuencias que no queremos repetir, entre ellas la permanencia de la enfermedad cardiometabólica y también una creciente tendencia hacia las enfermedades mentales, tales como depresión y ansiedad.
Volvemos a lo mismo. ¿Qué tiene que suceder para que podamos ser dueños de nosotros mismos y de nuestras vidas? ¿Tenemos que enfermarnos? ¿Debe enfermarse un ser querido para que hagamos cambios? Quizás esas medidas de cuidado, como aprender a nadar, saber alimentarse y atender la mente deberían ser fundamentales desde la educación y la crianza de todos los niños en cualquier lugar del mundo, para que luego, cuando sean adultos, puedan tener unos hábitos claros y obvios en su vida.
Quienes estudiamos la ciencia solemos polarizar, pues juzgamos y señalamos con facilidad a los que no tienen nuestro mismo sistema de creencias y no manejan las mismas teorías que nosotros. Cada día nos volvemos más expertos a la hora de construir argumentos basados en evidencia —que justifica el razonamiento— y luego buscamos un comité de validadores que nos den la razón y así cerramos el círculo. Lo que propongamos desde ahí puede ser muy valioso y también cierto, pero el hecho de que sea verídico no lo convierte en verdad absoluta. Las verdades no cambian, las descripciones sobre algo que es cierto sí poseen esa flexibilidad. Lo que es cierto hoy no lo será necesariamente mañana. Lo cierto hoy no lo es en todos lados ni aplicado para todo el mundo. Ahí inicia un eslabón que siempre quedará suelto y que se basa en entender que, dentro de todo argumento, dentro de toda evidencia, al final como científicos no tratamos estudios, sino seres humanos. Tratamos personas que se encuentran en un camino de vida, y que están abandonados por un sistema que poco estimula que aprendan su propia salud. Un sistema en el cual no les enseñamos a las personas a hacerse dueñas de sí mismas.
Entonces, ¿qué tiene que pasar para que yo me haga dueño de mí? Es solo tomar la decisión de hacerlo, la determinación de caminar hacia adelante y aprender sin pausa, de atreverse a dudar, sentir, oler, intentar y probar, y luego volver a dudar, porque solo así podré validar lo que estoy aprendiendo. Solo cuando soy capaz de renunciar a mis creencias, a mis conceptos, a lo que creo saber, cuando me encuentro en disposición de ser aprendiz y estudiante, solo así puedo progresar. Solo así deja de haber ego académico y personal, el cual es reemplazado por humildad creadora y transformadora que permite entender a cada ser humano en su esencia y en su proceso de crecimiento, y que habla de la historia natural de su vida. Todo esto debe ser aplicado de manera íntegra. Creo que por más especialistas que seamos en el campo del estudio de la ciencia que abordemos, o del arte, o de lo que sea, entre más disposición tengamos de integrar desde la razón, la conciencia, el pensamiento transversal sin estructura y disruptivo, pero siempre de manera humilde, así podremos avanzar hacia otras fronteras del conocimiento. Eso es precisamente lo que nos plantea Carolina en su libro. Despertar a la conciencia es un regalo infinito y en palabras del psicoanalista Carl Jung: “Quien mira hacia adentro, despierta”.
C ARLOS J ARAMILLO
A BRIL DEL 2022
Notas
Médico funcional y autor de los bestsellers internacionales El milagro metabólico (el libro más vendido en Colombia durante los últimos 3 años), El milagro antiestrés y COMO .
Tú debes pensar que para una periodista como yo sentarse a escribir un libro es una labor bastante sencilla, casi obvia. Sin embargo, mis 34 años de vida —que quizás te parezcan poco tiempo—, han estado repletos de experiencias definitivas que me llevaron a cambiar mi trayectoria profesional y a pasar de ser periodista de tiempo completo a convertirme en health coach , nutricionista y biosanadora de emociones. Por eso quiero comenzar este libro con mi historia personal. No solo quiero que me conozcas, sino que entiendas que todo lo que sucede desde que estamos en el vientre materno, el hogar en el crecemos y quienes nos rodean en las diferentes etapas de la vida son factores determinantes en nuestra vida y en lo que sucede en ella. En lo que llamaríamos nuestra historia, la de cada uno de nosotros.
Bueno, entonces, comencemos. Si no me conoces, me presento. Me llamo Carolina Novoa, nací en Washington D. C., Estados Unidos, y crecí en Colombia, país en donde viví hasta los 24 años, cuando decidí mudarme a Miami, que es la ciudad en la que vivo actualmente. Crecí en una familia de militares. Mi abuelo, mis tíos y mi papá, todos llevaron el uniforme con orgullo. Mi mamá, aunque odontóloga de profesión, contó con la fortuna de poder dedicarse a la crianza y educación mía y de mi hermana, Andrea. Esto se dio porque el oficio militar obligó a mi papá a vivir en muchos momentos en batallones de orden público, lejos de Bogotá, en donde permanecíamos las tres y en donde mi hermana y yo íbamos al colegio. Esta parte de mi historia es importante, más adelante en el libro lo entenderán, pues en la vida de cualquier persona crecer alejada de alguno de nuestros padres y bajo un estricto esquema educativo resulta determinante en quiénes seamos más adelante, en qué nos afectará, en los recuerdos, tristezas y traumas que carguemos. Las dos niñas Novoa estudiamos, además, en colegio femenino.
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