SOBRE LA AUTORA
S uzanne Powell, nativa de Irlanda del Norte y afincada actualmente en Madrid, después de terminar su carrera universitaria en Belfast dejó su tierra natal para “ganarse una nueva vida”. Con un pronóstico médico nada favorable decidió que iba a seguir su corazón con la absoluta certeza de que le esperaba un milagro que iba a poder compartir con el mundo entero. Así lo pudo comprobar y disfrutar con la inocencia de una niña traviesa. Su vida, cargada de intensas experiencias, puede servir de esperanza para muchas personas que en estos momentos necesitan una chispa de ilusión y optimismo.
Su mensaje es conciso y claro: “Si yo puedo, tú puedes. ¡Solo hazlo!”
DEDICATORIA
Para Dulce, mi querida amiga del alma y compañera zen.
Gracias por confiar en mí y por ser ese faro de luz que guía a quienes necesitan de tu apoyo a través de la Fundación Zentro de Amor México.
Bendigo ese día en que te reconocí como alma hermana y el amor que compartimos desde entonces en beneficio de la humanidad.
Sigue tu corazón, expande tu luz y continúa lo que ya sientes como una misión del alma que te llena de felicidad.
Siempre estaré contigo.
AGRADECIMIENTOS
P rimero, ante todo, gracias a mi querida amiga Patricia Zapico por ayudarme a juntar todas las piezas de este puzle. Siempre un placer trabajar juntas con alegría e inspiración. ¡Sigamos así!
Gracias a Carlos García Ponce y a la familia de Dulce Cuevas por todo vuestro apoyo y entrega en relación con el trabajo zen incluyendo los cursos, resets y ayuda solidaria. Dulce ha encontrado su camino y ahora, con vosotros a bordo, podrá navegar lejos y con la perfecta orientación hacia donde al Universo se le antoje. Mi más profunda admiración a vosotros, que me habéis adoptado en vuestro hogar de amor.
Gracias a Joanna por darme el espacio y el tiempo durante este año para poderme reubicar y reinventar. Mi alma lo pedía a gritos. La lejanía nos ha venido muy bien a las dos, ya que tú también has podido finalmente expandir tus alas e iniciarte como instructora zen. Bravo. Lo has conseguido. Empieza tu nueva vida.
PRÓLOGO
L a práctica de la medicina integrativa se basa en tres preceptos fundamentales. Uno es que, en el entendimiento de la enfermedad, se deben considerar, con la enorme complejidad que esto implica, todos los aspectos de la experiencia de ser humano. El siguiente es que, en relación con opciones de tratamiento, la medicina integrativa incorpora todas las disciplinas terapéuticas de validez en los ámbitos biológico, emocional, psicológico, energético y espiritual-metafísico, tanto modernas como milenarias, que tengan pertinencia para la problemática del paciente. El tercer precepto fundamental es el reconocer que el proceso de salud, enfermedad y sanación pertenece mayormente al ámbito interno de cada uno; este proceso no es algo que, en general, se pueda dar desde afuera. Esto último quiere decir que los médicos, terapeutas y el sistema de salud en general son solo herramientas, muchas veces valiosas y especializadas, pero siempre solo herramientas de la persona en su camino a recuperar o mantener su salud y bienestar. La falta de reconocimiento de esta última verdad es muy común en la vida moderna y lleva a muchos a apoyarse en un sistema fallido que genera desempoderamiento y dependencia.
Dicho esto, y dado que tengo su bendición, vale entonces que comparta aquí mi vivencia como médico con Suzanne Powell, quien, a través de su experiencia nos viene enseñando desde hace años a todos –médicos y no médicos– el reconocimiento de esta gran verdad. No hay nivel más alto de evidencia que el de la vivencia.
La sabiduría que Suzanne comparte con nosotros a través de sus libros, presentaciones y cursos, viene principalmente de ahí, de su propia vivencia, en plenitud, de los procesos sobre los cuales nos comparte esa sabiduría y nos enseña. Este libro no es una excepción. Aquí plasma, al compartir su experiencia con el lector, qué quiere decir el asumir uno mismo la total responsabilidad sobre su proceso de salud, enfermedad y sanación. No hay forma más clara de explicarlo.
Me siento muy honrado de ser mencionado en su libro y de tener oportunidad de escribir este prólogo. Mi parte en esta aventura, justamente por el entendimiento que Suzanne tiene de la realidad, fue muy sencilla. Tuve oportunidad de conocerla en persona en Barcelona, en enero del 2018, en unas bellísimas jornadas sobre cáncer abiertas al público. Siendo parte en ese entonces del equipo de Tony Jiménez en Hope 4 Cancer Clinics , viajamos con Tony desde San Diego, California, y tuvimos el privilegio de compartir el escenario con ella y otros ilustres ponentes.
Avanzando de ese evento al tema de hoy, a través de una amiga en común volví a contactar con ella. La doctora me comentó que a Suzanne le habían diagnosticado un carcinoma basocelular y, aunque le estaban ofreciendo la posibilidad de una cirugía, estaba explorando otras opciones. Por eso, sabiendo que yo tenía experiencia en otros tratamientos de esta dolencia, le había recomendado hablar conmigo. De hecho, llevo varios años trabajando con una crema que concentra un extracto natural que se obtiene de plantas de la familia de la berenjena, Curaderm BCC. Existen muchos trabajos científicos publicados en los últimos treinta años que establecen claramente que el componente extraído de dichas plantas tiene un poderoso efecto anticáncer, eliminando selectivamente las células anormales sin tener efecto alguno sobre las normales. Según los estudios publicados, este extracto es particularmente efectivo en carcinomas basocelulares y espinocelulares de la piel, como así también en la queratosis actínica; las lesiones cancerosas más comunes en el ser humano. Y así lo ha confirmado mi experiencia y la de muchos otros a lo largo de las últimas décadas.
El acompañar a Suzanne en su proceso consistió, en lo que a mí concierne, simplemente en proporcionarle información científica, apuntarla también hacia otras fuentes de información, contestar a sus preguntas y estar presente para que se apoyara en mi experiencia cuando así lo necesitaba; y realmente disfrutar con gran regocijo del privilegio de acompañar a alguien que en total plenitud, entiende su experiencia y, sin miedo o tapujos, enfrenta todos sus aspectos, buscando apoyo cuando así lo necesita, y utilizando las herramientas disponibles cuando corresponde.
Y así llegó Suzanne a buen puerto, y en este maravilloso libro comparte con nosotros y nos enseña cómo caminar con total plenitud y consciencia este camino que de una forma u otra a todos nos toca. Confirma con esto lo que he observado muchas veces: que somos los cocreadores de nuestra realidad y que, independientemente de las herramientas que elijamos utilizar, asumir la responsabilidad de nuestro proceso de sanación en total plenitud y consciencia es el camino más seguro para llegar a buen puerto; sea este puerto el que tenga que ser.