RECURSO PARA
LOS PRINCIPIOS
DE LA VIDA
CÓMO VIVIR
una
VIDA
EXTRAORDINARIA
CÓMO VIVIR
una
VIDA
EXTRAORDINARIA
NUEVE PRINCIPIOS PARA DESCUBRIRLA
CHARLES F. STANLEY
Caribe-Betania Editores es un sello de Editorial Caribe, Inc.
© 2005 Editorial Caribe, Inc.
Una subsidiaria de Thomas Nelson, Inc.
Nashville, TN, E.U.A.
www.caribebetania.com
Título en inglés: Living the Extraordinary Life
© 2005 por Charles Stanley
Publicado por Thomas Nelson Publishers
A menos que se indique lo contrario,
todos los textos bíblicos han sido
tomados de la Reina Valera 1960
© Sociedades Bíblicas Unidas
Traducción: Carla Dongo Palacios
Tipografía: Grupo Nivel Uno, Inc.
ISBN 0-88113-926-2
Reservados todos los derechos.
Prohibida la reproducción total o parcial
de esta obra sin la debida autorización por
escrito de los editores.
Impreso en E.U.A.
Printed in the U.S.A.
Me complace grandemente dedicar este libro
a mi querido amigo y colega Robert (Bob) Schipper
cuyo servicio fiel a mí y a Ministerios En Contacto
ha sido verdaderamente extraordinario.
CONTENIDO
La vida en el siglo XXI es difícil. El mundo es cada vez más volátil. A pesar de todos sus avances tecnológicos, científicos y educativos sin precedentes, nuestra sociedad se hace más frágil con el pasar de cada año. Los fundamentos institucionales, culturales y morales de los que hemos llegado a depender se han desintegrado rápidamente, y a veces las presiones dentro y fuera del hogar nos abruman.
¿Estáluchando contra fuerzas que parecen estar fuera de su control? ¿Acaso la rutina de la vida marcha más rápido que usted? Si es así, al igual que la mayoría de las personas hoy día, usted está al mando de su propia vida, sorteando una crisis tras otra sin aminorar la marcha. Como una persona enferma que ignora aquel dolor tenue en su espina dorsal, usted trabaja más duro y gasta más dinero tratando de distraerse de una realidad que podría interrumpir su tren de vida. Si el dolor se vuelve intolerable, buscará ayuda. Tal vez descubra que su condición es peor de lo que pensaba, y que podría haberla evitado si la hubiese tratado a tiempo. En algunas ocasiones, a lo largo de las últimas siete décadas, me he dejado envolver por esa misma rutina. He luchado, he fracasado, he alcanzado metas, he tropezado y he sido levantado. He escuchado el consejo de mis colegas y he acatado la sabiduría de Dios. He visto la cima del «monte espiritual» y también he quedado atrapado en un valle profundo del cual pensé que nunca encontraría la salida. A lo largo del peregrinaje de mi vida, hay algo que he llegado a comprender claramente: Sólo Dios puede ayudarle a vivir una vida realmente extraordinaria.
Existe un cimiento de verdad sobre el que podemos apoyarnos, una verdad tan fuerte que ninguna corriente puede moverla. Como seguidores de Cristo, nuestra confianza en tiempos de inestabilidad radica en un Dios inmutable quien provee anclas firmes de fe y seguridad. Cuando pienso en cuán cerca está Dios y sin embargo, muchas veces no logramos verlo, me viene a la memoria una excursión de fotografía que hice una vez en Suiza con la esperanza de fotografiar una montaña legendaria: El Matterhorn. Luego de un viaje de cuatro horas por tren al pueblo de Zermatt, fui recibido por una tormenta de lluvia, llovizna y nieve que persistió por tres días. Inspeccioné toda el área, pero nunca pude ver siquiera el pie de la montaña, ni para qué hablar de algo que fuera digno de fotografiar. En mi última noche allí, le compartí mi desencanto al Señor. Había venido desde muy lejos con el único propósito de tomarle una fotografía a esa montaña, y supe que Él entendía. Antes de acostarme, abrí las persianas de mi ventana para dejar entrar el aire fresco. Me desperté a las 5:20 a.m. y miré afuera para ver la mañana. Hasta hoy puedo verlo en mi mente, el Matterhorn con sus 4.505 metros de gloriosa blancura, se cernía sobre mí como una gigantesca cobra. El cielo en el fondo estaba totalmente oscuro, pero un halo de luz iluminaba toda la montaña. Fue como si Dios dijera: «Mira lo que pasa cuando me esperas».
Más tarde ese mismo día, escalé casi 3.700 metros, pero las mejores fotos que tomé fueron desde la ventana de mi hotel. El edificio frente a mí estaba a la altura precisa para que pudiera tomar fotografías por encima de él, y tenía una vista absolutamente perfecta. Hasta el día de hoy, mi fotografía del Matterhorn es una de mis favoritas. La formidable lección que aprendí de esta experiencia fue que Dios siempre está cerca, bien sea que le podamos ver o no. Por tres días estuve allí buscando en vano a través de un manto de neblina, cuando todo ese tiempo el pico estaba justo al frente.
Así son las promesas de Dios. Si usted aminora la marcha y centra su atención lo suficiente como para verlas, podrá apropiarse de ellas para su vida de maneras inimaginables. En medio de la inestabilidad vertiginosa y el afán, es fácil que olvidemos nuestra verdadera fuente de fortaleza. Pero incluso cuando tropezamos a lo largo del agotador camino de la vida, Él va con nosotros, en medio de la desilusión, el desaliento y la duda. Nuestros actos caprichosos nunca le apartan de nosotros. Él sabe que por nuestra cuenta no podemos hacer nada, pero que a través de Cristo podemos tener éxito, y lo tendremos. «El que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo…» (Filipenses 1.6).
Cuando usted pone su esperanza en cosas temporales como dinero, posición social, logros, aceptación, o incluso el amor de su familia y amigos, inevitablemente su cimiento se desmoronará. Las comodidades mundanas no son defensa contra las tumultuosas tormentas que la vida nos trae con frecuencia. Si usted ha de mantenerse fuerte, su identidad debe cimentarse en algo más grande que lo que el mundo ofrece.
Como dice el viejo dicho, la vida no es cuestión de saber quiénes somos, sino a quién pertenecemos. Además, a quién pertenece usted no tiene nada que ver con usted y tiene todo que ver con Él. El reto suyo consiste en quitarse de en medio para que Dios pueda moverse en y a través de usted. Él tiene un propósito claro para cada uno de Sus hijos, y quiere que usted entienda ese propósito. Cuando usted finalmente ve cuánto Dios le ama y cuán grande es el llamado que usted ha recibido, usted comenzará a vivir para Dios por medio de Su poder.
Las Escrituras nos ofrecen numerosos principios para apropiarnos de las promesas de Dios. No tengo espacio aquí para detallarlos todos y cada uno. En la Biblia usted puede encontrar un tratamiento más completo de los Principios para la Vida. No obstante, en este libro trataré nueve verdades que han pasado la prueba del tiempo y que Dios nos revela a través de las Escrituras, y expondré cómo nosotros como creyentes podemos vivir vidas extraordinarias.
¿Quées la vida extraordinaria? Es una vida sustentada con paz y gozo tanto en las buenas como en las malas. Puedo decir con honestidad que, luego de todos estos años, por fin he llegado al punto en que sé cómo enfrentar la ansiedad, el temor y las presiones que acompañan a la vida en este lado del cielo. Mi meta final ahora es vivir en unión tranquila con Jesucristo, y por medio de Su fortaleza, estoy más cerca de Él que nunca antes.
Llegar a ser la obra maestra que Dios creó es un proceso de toda la vida en que Él continuamente nos da forma para convertirnos en un reflejo único de Su Hijo. Es mi oración que usted adopte cada uno de estos principios de manera total, y que al hacerlo, descubra la vida extraordinaria que Dios ha planeado para usted.
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