Charles F. Stanley - Cuando no sabes qué orar: 100 oraciones esenciales para sobrellevar las tormentas de la vida

© 2021 por Grupo Nelson®

Publicado en Nashville, Tennessee, Estados Unidos de América.

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www.gruponelson.com

Thomas Nelson es una marca registrada de HarperCollins Christian Publishing, Inc

Este título también está disponible en formato electrónico.

Título en inglés: When You Don’t Know What to Pray

© 2021 por Charles F. Stanley

Publicado por Zondervan, Grand Rapids, Michigan 49546

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A menos que se indique lo contrario, todas las citas bíblicas han sido tomadas de La Santa Biblia, Nueva Biblia de las Américas © 2005 por The Lockman Foundation. Usada con permiso, www.NuevaBiblia.com.

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Editora en Jefe: Graciela Lelli

Traducción: Grupo Scribere

Adaptación del diseño al español: Deditorial

ISBN: 978-0-82977-083-4

Ebook: 978-0-82973-971-8

Edición Epub septiembre 2021 9780829739718

Impreso en Estados Unidos de América

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De la misma manera, también el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad. No sabemos orar como debiéramos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. Y Aquel que escudriña los corazones sabe cuál es el sentir del Espíritu, porque Él intercede por los santos conforme a la voluntad de Dios.

—ROMANOS 8:26-27

La oración es el don maravilloso que nos conecta con el Dios vivo, con el que puede, por Su sabiduría, Su poder y Su amor, ayudarnos a superar lo que sea que enfrentemos.

Sabemos que Dios está con nosotros y Él espera que nos acerquemos a Su trono y que presentemos nuestros corazones agobiados a Su cuidado. Hemos aprendido esto como un principio que se enseña en las Escrituras, como lo que se supone que debemos creer con nuestras mentes y corazones. El problema es que, a veces no lo sentimos, no estamos seguros de si lo que expresamos marcará la diferencia para el Señor. Queremos confiar en Él, queremos que Él intervenga en nuestras circunstancias. Sin embargo, pueden tomar el control nuestras dudas e inseguridades sobre nuestros fracasos y limitaciones. Así que tenemos dificultades incluso al saber qué decirle a Él.

En estos tiempos, a veces nos podemos sentir algo perdidos sobre cómo expresar a Dios toda la profundidad de nuestros deseos o sentimientos. Quizás nos damos cuenta de que no entendemos por completo lo que verdaderamente necesitamos, mucho menos cómo verbalizarlo. Incluso puede haber momentos cuando estamos tan exhaustos y confundidos, en espíritu, en mente y en cuerpo, que apenas podemos encontrar la energía para abrir nuestras bocas. Quizás el desánimo se ha apoderado de nosotros con tanta fuerza que no podemos imaginar una salida a nuestras dolorosas circunstancias, y lo único que podemos hacer es suplicar al Padre que nos ayude.

Afortunadamente, las Escrituras nos prometen que el Espíritu Santo nos ayuda en esos momentos (ver Romanos 8:26-27). Además, yo creo eso con todo el corazón. Sé que el Espíritu Santo nos enseña cómo orar y qué pedir en oración según lo que el Padre desea para nosotros. Ten la seguridad de que el Señor mismo te ayudará a comunicarte con Él. Él quiere una relación así de profunda contigo y que encomiendes tu vida a Su cuidado.

Mi oración es que este libro te ayude a ver cómo obra el Espíritu Santo a través de la Palabra de Dios para comunicarse contigo, para que te motive a orar de acuerdo con Él y que superes los obstáculos que enfrentas al caminar con el Salvador. Este libro de ninguna manera pretende ocupar el lugar de Dios en tu vida. Por tanto, por favor, no esperes que estas sean oraciones mágicas o una guía sobre cómo obtener lo que quieres del Señor. Por el contrario, la meta es que escuches a Jesús, para conocerlo mejor y amarlo más en las diversas áreas donde estés sufriendo una adversidad.

Cuando te cueste saber qué decirle a Dios, considera estas palabras como un ejemplo de cómo abrir tu corazón y expresarte a Él. A medida que leas estas oraciones, domínalas. Escucha lo que el Señor Dios está diciendo. Cuando las Escrituras vienen a tu mente, también repítelas en oración. Permite que Dios te hable, te sane y te guíe en el camino que debes recorrer. Aprende a hablar e interactuar con el Salvador. Asimismo, deseo que experimentes el gran gozo y el profundo consuelo de confiar en Él durante todas las tormentas de la vida y la impresionante victoria de ganar tus batallas de rodillas con Él.

Señor Jesús, cuán agradecido estoy por el privilegio de la oración, por la capacidad de comunicarme contigo en todo momento. Ayúdame a orar y tener la seguridad de Tu salvación y Tu presencia. Eres mi Salvador ahora y para siempre. Tú prometes en Tu Palabra que nada me podrá separar de Tu amor (Romanos 8:38-39). Me has asegurado que cuando Te busque, Te encontraré; que cuando ore, me escucharás. Gracias por estar siempre conmigo. Cuán agradecido estoy de que me hayas mostrado cómo depender de Ti durante las adversidades y las dificultades de la vida, y por la maravillosa profundidad de Tu consuelo y Tu cuidado.

Creo en Ti, Señor Jesús; ayúdame en mi incredulidad. Necesito confiar más en Ti, saber que no es la elocuencia de mis palabras, sino la profundidad de Tu gran amor y provisión la que le da poder a mis oraciones. Así que, enséñame a orar, Señor Jesús. Enséñame a estar en constante comunión contigo.

Ora a través de mí, Espíritu Santo, dame las palabras que expresarán mi corazón y exaltarán al Señor mi Dios. Trae a mi mente las Escrituras que pueda clamar. Ayúdame a conocerte y amarte más, mi Salvador. Háblame, sáname y guíame para caminar en el centro de Tu voluntad. Gracias, Señor, por ayudarme a escuchar lo que estás diciendo y por ver cómo estás obrando en estas circunstancias.

En el nombre de Jesús, te lo pido. Amén.

Si confiesas con tu boca a Jesús por Señor, y crees en tu corazón que Dios lo resucitó de entre los muertos, serás salvo.