Caribe-Betania Editores es un sello de Editorial Caribe, Inc.
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Título en inglés: Dear God, Why am I so Tired?
© 2004 por Jeffrey Blair Ph D
A menos que se señale lo contrario, todas las citas
bíblicas son tomadas de la Versión Reina-Valera 1960
© 1960 Sociedades Bíblicas Unidas en América Latina.
Usadas con permiso.
ISBN 0-88113-343-4
ISBN 978-0-7180-2406-2 (eBook)
Traducción: Rolando Cartaya
Diseño interior: Grupo Nivel Uno, Inc.
Reservados todos los derechos.
Prohibida la reproducción total o parcial
de esta obra sin la debida autorización por
escrito de los editores.
Impreso en E.U.A.
Printed in the U.S.A.
Índice
«Dios mío, ¿por qué siento tanto cansancio?» En mis oraciones me he hecho esta pregunta literalmente cientos de veces, y no soy el único. Millones de personas se sienten sencillamente exhaustas, y el estrés del mundo les ocasiona fatiga, obesidad, y enfermedades. De hecho, la fatiga y los trastornos relacionados con el estrés son hoy la causa número uno de las visitas a la consulta del médico. En las estanterías encontrará muchos libros que tratan sobre dietas y ejercicios apropiados. La mayoría de las «dietas» no funcionan a largo plazo, por la sencilla razón de que no enfrentan la causa última del aumento de peso. Éste libro trata acerca de lo que, según arrojan mis investigaciones, es la raíz de la mayoría de las fatigas y el aumento de peso. el agotamiento de la adrenalina, causado por el estrés.
Como podrá leer más adelante, los estadounidenses somos las personas menos sanas del mundo. Somos los primeros en el planeta en obesidad, enfermedades cardiovasculares, y cáncer, y la situación empeora cada año. Una de las razones es que como nación hemos optado por la conveniencia antes que por una nutrición apropiada. Mis investigaciones demuestran que el estrés de nuestro atareado mundo es también una causa principal de enfermedades. En este libro, argumentaré como el estrés y el exceso de trabajo conducen a la fatiga, las enfermedades, e incluso el aumento de peso. Luego le conduciré por el camino de una salud óptima, mediante el empleo de las medicinas que nos provee Dios, y una dieta adecuada. Usted no tiene que andar por la vida obeso, cansado y enfermo. Haciendo algunos cambios fáciles, podrá disfrutar de la salud que Dios desea que tenga.
En uno u otro momento, la mayoría de las personas tienen que enfrentarse al estrés y la fatiga, y los cristianos no son la excepción. De hecho, nosotros los cristianos podemos estar sometidos a más estrés que otros, sólo por vivir en un mundo de pecado. Todo este estrés desgasta el organismo y conduce a enfermedades. Creo que Dios ha provisto todo lo que necesitamos para recuperar y mantener una salud óptima. A través de la Biblia, Dios habla del uso de hierbas y plantas no sólo como alimento, sino también con uso medicinal. En el Génesis, Dios empieza a trazar el mapa para una vida saludable. «He aquí que os he dado toda planta que da semilla, que está sobre toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto y que da semilla; os serán para comer» (Génesis 1.29). Más adelante leemos en Ezequiel: «Y su fruto será para comer, y su hoja para medicina» (Ezequiel 47.12).
Dios nos ha provisto algunas efectivas plantas medicinales. Estas medicinas se encuentran en su estado natural, que es la forma en que nuestro organismo fue diseñado para usarlas. Algunas plantas contienen nutrimentos que han demostrado ser una poderosa protección contra las enfermedades cardiovasculares y el cáncer, y mis investigaciones demuestran que ciertas plantas pueden ayudar realmente a nuestro cuerpo a lidiar con el estrés y aliviar la fatiga.
En este libro, le contaré sobre mis experiencias con una severa fatiga y enfermedades. Le explicaré cómo me enfermé y cómo vencí a la enfermedad, bajé de peso, y recobré mi salud. Hoy tengo más energía que la que tuve en muchos años, y usted también puede tenerla. Durante años he investigado los trastornos relacionados con la fatiga, y compartiré con usted lo que he descubierto.
Como un hombre vuelto a nacer en Cristo, sé que cuando un día Él regrese a la Tierra, nuestras almas se reunirán con nuestros cuerpos. Cuando eso suceda, ¿sabe qué? Pues que ya no habrá cáncer en nuestros cuerpos. Nuestras arterias no se obstruirán más con depósitos de grasa, ni estaremos obesos. Estoy impaciente por vivir con Cristo, y que se acaben las enfermedades, pero hasta que ese día llegue, creo que Dios nos ha instruido que cuidemos los cuerpos que Él nos ha dado.
Pasé varios años haciendo investigaciones para este libro. He decidido escribirlo debido a mis constantes frustraciones con la crisis de la salud en este país. Todos, cristianos o no, tienen que enfrentarse a la fatiga, el estrés, el aumento de peso y las enfermedades. Cada año gastamos más dinero en la última «dieta de moda» y «suplemento milagroso», y sin embargo las personas están cada vez más obesas y enfermas. Mis investigaciones demuestran que el estrés de nuestros ajetreados estilos de vida, junto con las toxinas, los fármacos y una dieta descuidada son las razones de la declinación de nuestra salud.
Con toda intención he escrito este libro en una forma que sea fácil de leer. Es como si usted estuviera sentado cómodamente durante una de mis conferencias. Le demostraré que el estrés nos hace engordar, fatigarnos, y enfermar. Luego abordaré la crisis de la salud que enfrentamos como nación. Le mostraré cómo una dieta descuidada y las toxinas suprimen la función de nuestras glándulas suprarrenales y nos conducen a las enfermedades más señeras que todos padecemos. Luego, en el siguiente capítulo, le enseñaré cómo hacer la dieta más sana del mundo. Es fácil de seguir y está basada en mis propios ensayos y errores, así como en las enseñanzas de la Biblia. Posteriormente, le enseñaré a mantener a raya e incluso prevenir las enfermedades, y habrá también un capítulo en torno a mis tratamientos herbarios favoritos. Así que acomódese en su asiento, sorbiendo una taza de té verde, y comencemos nuestro viaje hacia una salud óptima.
Son alrededor de las 7:00 p.m. y Mary recibe a su esposo, Tom, que regresa del trabajo. Le pregunta si quiere algo de comer, y él le dice que por el camino comió una hamburguesa. Mientras saca un cigarrillo, él se deja caer sobre el butacón y pide una cerveza. Tom le dice a Mary que ha tenido un día terrible y se siente exhausto. Su jefe le ha asignado algunas tareas más y le ha puesto plazo para cumplirlas. «Tendré que levantarme e irme temprano en la mañana para poder cumplir con el plazo», le dice Tom a Mary. «No tendré tiempo de desayunar antes de salir, pero asegúrate de tenerme preparado el café».
Este caso puede sonar un poco extremo, pero en realidad es muy típico en muchos hogares de Estados Unidos. Tom sufre definitivamente de agotamiento de las glándulas suprarrenales. Trabaja demasiado, está estresado y come muy mal. El fumar cigarrillos, y el beber cerveza y café sólo empeoran su fatiga. Incluso si la situación de usted no es tan extrema como la de Tom, es posible que en algún momento de su vida se sienta fatigado debido al estrés excesivo. Muchos no le dan importancia y continúan con su estilo de vida acostumbrado, sin comprender que el estrés en sus vidas les puede matar.A mi juicio, en casi cualquier enfermedad hay un rastro que conduce de alguna manera al estrés. Este último, la ansiedad, y la fatiga motivan millones de visitas al médico cada año.
AGOTAMIENTO SUPRARRENAL
Hay pocas probabilidades de que su médico le diagnostique una hipoadrenia, a pesar de que en algún momento de sus vidas la mayoría de las personas la padecen. La hipoadrenia o agotamiento de las glándulas suprarrenales, contribuye decisivamente a condiciones tan comunes como la fatiga, la obesidad, la ansiedad, los síntomas menopáusicos, y las disfunciones sexuales o mentales, por sólo mencionar algunas. Varios millones de personas se quejan de fatiga, y los trastornos relacionados con el estrés están en la base de la mayoría de las visitas a la consulta del médico. Si usted padece de algunas de las condiciones antes mencionadas, sus glándulas suprarrenales podrían haberse agotado.
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