© 2015 por Blanchard Family Partnership y Candle Communications Corporation
Publicado por HarperCollins Español® en Nashville, Tennessee,
Estados Unidos de América.
HarperCollins Español es una marca registrada de
HarperCollins Christian Publishing
Título en inglés: The New One Minute Manager
© 2015 por Blanchard Family Partnership and Candle Communications, Inc.
Publicado por HarperCollins Publishers
Este título también está disponible en formato electrónico.
Todos los derechos reservados. Ninguna porción de este libro podrá ser reproducida, almacenada en algún sistema de recuperación, o transmitida en cualquier forma o por cualquier medio —mecánicos, fotocopias, grabación u otro— excepto por citas breves en revistas impresas, sin la autorización previa por escrito de la editorial.
Editora en Jefe: Graciela Lelli
Traducción: Belmonte Traductores
Adaptación del diseño al español: Grupo Nivel Uno, Inc.
Edición en formato electrónico © mayo 2015: ISBN 978-0-82970-149-4
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Contenido
El símbolo del Mánager al Minuto tiene por objeto recordarnos a cada uno que cada día debemos dedicar un minuto a contemplar el rostro de las personas que lidiamos y dirigimos. Y también sirve para darnos cuenta de que esas personas son nuestros recursos más importantes.
El mundo ha cambiado desde la publicación del original El Mánager al Minuto. Hoy día, las organizaciones deben responder con más rapidez, con menos recursos, para mantenerse al ritmo de la tecnología siempre cambiante y la globalización.
Para ayudarle a liderar, dirigir y tener éxito en este mundo cambiante, nos agrada ofrecerle El Nuevo Mánager al Minuto.
Aunque los principios subyacentes en la ahora clásica historia siguen siendo los mismos, y han ayudado a muchos millones de personas en todo el mundo, una buena parte de esta historia también sigue siendo la misma.
Pero al igual que el mundo ha cambiado, también lo ha hecho el Mánager al Minuto. Ahora tiene un enfoque nuevo, más colaborador, sobre liderar y motivar a las personas.
Cuando comenzó por primera vez a enseñar sus Tres Secretos, el liderazgo de arriba hacia abajo era un modo de vida.
En esta época, el liderazgo eficaz es más parecido a una relación hombro con hombro. Verá eso reflejado en El Nuevo Mánager al Minuto.
En la actualidad, las personas buscan más satisfacción en su trabajo y en sus vidas. Quieren sentirse involucradas y hacer una contribución significativa. Están menos dispuestas a intercambiar tiempo en el trabajo para satisfacer necesidades fuera del trabajo.
El Nuevo Mánager al Minuto entiende esto, y trata a las personas en consecuencia, sabiendo que ellas son contribuidores clave al éxito de la organización. Entiende que atraer y mantener el talento es una prioridad máxima.
La clave es cómo utiliza él este nuevo enfoque.
Como aconseja el antiguo sabio Confucio: «La esencia del conocimiento es, al tenerlo, utilizarlo».
Confiamos en que tendrá en consideración el utilizar los Tres Secretos que descubrirá en El Nuevo Mánager al Minuto para tener éxito en su mundo cambiante; no solo con colegas y asociados en el trabajo, sino también con su familia y sus amigos.
Si lo hace, tenemos confianza en que usted y las personas con quienes trabaja y vive disfrutarán de vidas más saludables, más felices y más productivas.
Ken Blanchard, PhD
Spencer Johnson, MD
É RASE una vez un joven brillante que buscaba un tipo especial de mánager que pudiera liderar y dirigir en el cambiante mundo actual.
Quería encontrar a uno que alentara a las personas a equilibrar su trabajo y su vida, de modo que ambas cosas llegaran a ser más significativas y agradables.
Quería trabajar para uno de ellos. Quería convertirse en uno de ellos.
Su búsqueda le había llevado, por espacio de muchos años, a todos los rincones del mundo.
Había estado en pequeñas ciudades y en las capitales de poderosos países.
Había hablado con muchos mánager que estaban intentando manejarse en un mundo rápidamente cambiante: ejecutivos y emprendedores, administradores del gobierno y personal militar, rectores de universidades y directores de fundaciones, con administradores de tiendas y almacenes, de restaurantes, de bancos y hoteles, con hombres y mujeres, jóvenes y viejos.
Había investigado en todo tipo de oficinas, grandes y pequeñas, lujosas y modestas, con ventanas y sin ellas.
Empezaba a ver todo el espectro de los métodos empleados por la gente para dirigir a la gente.
Sin embargo, a pesar de lo mucho que había visto, no se daba por satisfecho.
Había visto muchos mánager «duros», cuyas organizaciones parecían ganar mientras que su personal parecía perder.
Algunos de ellos se creían buenos mánager. Muchos otros pensaban de modo diferente.
Cada vez que el joven se sentaba en la oficina de uno de aquellos «hombres duros», le preguntaba:
«¿Qué clase de mánager diría usted que es?».
Sus respuestas variaban muy poco.
«Soy un mánager autocrático: siempre me mantengo en la cúspide de la situación».
«Soy un mánager con la mirada siempre puesta en lo esencial».
«Nadie me gana en obstinación». «Realista». «Orientado al beneficio».
Decían que siempre habían dirigido de esa manera y que no veían razón alguna para cambiar.
El joven notó en todas aquellas voces un notable orgullo y un gran interés por los resultados.
El joven también encontró a muchos mánager «bondadosos», cuyo personal parecía ganar mientras sus organizaciones parecían perder.
Algunas de las personas que daban cuentas a tales directivos les tenían por buenos mánager.
Los que recibían esas opiniones tenían sus dudas al respecto.
Cada vez que el joven se sentaba a oír responder a la misma pregunta, formulada a aquellos jefes «bondadosos», oía:
«Soy un mánager participativo».
«Me gusta colaborar».
«Soy considerado».
«Creo que soy una persona humanitaria».
Ellos también decían que siempre habían dirigido de esa manera y que no veían razón alguna para cambiar.
El joven notaba el orgullo en sus voces y un gran interés en la gente.
Pero se sentía inquieto.
Era como si la mayoría de los mánager en el mundo siguieran manejando las cosas como siempre lo habían hecho, y estuvieran principalmente interesados o bien en los resultados o en las personas.
Los mánager que se interesaban por los resultados parecían ser tachados a menudo de «autocráticos», mientras que a los mánager que se interesaban por las personas se les tildaba con frecuencia de «demócratas».
El joven había llegado a la conclusión de que ambos tipos de los mánager, tanto los autocráticos «duros» como los demócratas «bondadosos», solo eran parcialmente eficientes.
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