• Quejarse

José Antonio Marina Torres - Anatomía del miedo

Aquí puedes leer online José Antonio Marina Torres - Anatomía del miedo texto completo del libro (historia completa) en español de forma gratuita. Descargue pdf y epub, obtenga significado, portada y reseñas sobre este libro electrónico. Año: 2006, Editor: ePubLibre, Género: Ordenador. Descripción de la obra, (prefacio), así como las revisiones están disponibles. La mejor biblioteca de literatura LitFox.es creado para los amantes de la buena lectura y ofrece una amplia selección de géneros:

Novela romántica Ciencia ficción Aventura Detective Ciencia Historia Hogar y familia Prosa Arte Política Ordenador No ficción Religión Negocios Niños

Elija una categoría favorita y encuentre realmente lee libros que valgan la pena. Disfrute de la inmersión en el mundo de la imaginación, sienta las emociones de los personajes o aprenda algo nuevo para usted, haga un descubrimiento fascinante.

José Antonio Marina Torres Anatomía del miedo

Anatomía del miedo: resumen, descripción y anotación

Ofrecemos leer una anotación, descripción, resumen o prefacio (depende de lo que el autor del libro "Anatomía del miedo" escribió él mismo). Si no ha encontrado la información necesaria sobre el libro — escribe en los comentarios, intentaremos encontrarlo.

José Antonio Marina Torres: otros libros del autor


¿Quién escribió Anatomía del miedo? Averigüe el apellido, el nombre del autor del libro y una lista de todas las obras del autor por series.

Anatomía del miedo — leer online gratis el libro completo

A continuación se muestra el texto del libro, dividido por páginas. Sistema guardar el lugar de la última página leída, le permite leer cómodamente el libro" Anatomía del miedo " online de forma gratuita, sin tener que buscar de nuevo cada vez donde lo dejaste. Poner un marcador, y puede ir a la página donde terminó de leer en cualquier momento.

Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer

JOSÉ ANTONIO MARINA TORRES Toledo España 1 de julio de 1939 Es un - photo 1

JOSÉ ANTONIO MARINA TORRES, (Toledo, España, 1 de julio de 1939). Es un filósofo, ensayista y pedagogo español.

Marina es Catedrático de Filosofía además de Doctor Honoris Causa por la Universidad Politécnica de Valencia. Pero, por vocación, desarrolla su actividad docente en un Instituto de Enseñanza Secundaria. Su labor investigadora se ha centrado en el estudio de la inteligencia y en especial de los mecanismos de la creatividad artística (en el área del lenguaje sobre todo), científica, tecnológica y económica. Como discípulo de Husserl, se le puede considerar un exponente de la fenomenología española. Ha elaborado una teoría de la inteligencia que comienza en la neurología y concluye en la ética. También ha estudiado la inteligencia de las organizaciones y de las estructuras políticas. Colabora en la prensa escrita y audiovisual.

Paralelamente a su labor intelectual, Marina se encuentra comprometido con el proyecto de impulsar una «movilización educativa» cuyo propósito es involucrar a toda la sociedad española en la tarea de mejorar la educación mediante un cambio cultural que aproveche la preocupación, la generosidad, la energía y el talento de miles de personas dispuestas a colaborar. Como repite Marina una y otra vez, «para educar a un niño, hace falta la tribu entera».

INTRODUCCIÓN

A estas alturas de mi vida, he llegado a ser un experto en miedos. Los he vivido, los he estudiado, y he soñado con la valentía como otros sueñan con el poder, la riqueza o la salud. De todas las emociones que amargan el corazón humano —y son muchas—, la gran familia de la angustia, la timidez, la inquietud, el terror, la vulnerabilidad, es la que más me ha preocupado, y la experiencia me dice que no es una rareza mía. El perspicaz Hobbes escribió una frase terrible, que podríamos repetir todos: «El día que yo nací, mi madre parió dos gemelos: yo y mi miedo». Otro experto en el análisis de sí mismo, Michel de Montaigne, dijo algo parecido: «La timidité a été le fléau de ma vie». Y para Kierkegaard se trataba de la «enfermedad mortal». Su poder no sólo afecta a los individuos, sino a las sociedades. Uno de los hilos que trenzan la historia de la humanidad es el continuo afán por librarse del miedo, una permanente búsqueda de la seguridad y, recíprocamente, el impuro deseo de imponerse a los demás aterrorizándolos. Hobbes descubrió en el miedo el origen del Estado. Maquiavelo enseñó al príncipe que tenía que utilizar el temor para gobernar, le proporcionó un manual de instrucciones. La terribilitá como herramienta. Ambos coincidían en una cosa, a saber, que el miedo es la emoción política más potente y necesaria, la gran educadora de una humanidad indómita y poco de fiar. «Es terrible que el pueblo pierda el miedo», advertía Spinoza, un cauteloso.

El miedo es también una emoción religiosa. Está en el origen de las religiones, que protegen contra él, a la vez que lo utilizan sin tregua y sin decoro. Conscientes de su poder y para tener ocasión de aplacarlo, los griegos divinizaron al Miedo por duplicado: Deimos y Phobos. Y los romanos también: Pallor y Pavor. Y en la Arcadia feliz, tal vez no tan feliz como dicen, habitaba el dios Pan, que dio origen a la palabra pánico, el terror provocado por la presencia de la divinidad.

La ansiedad, la angustia, el temor revelan nuestra vulnerabilidad. Hemos tenido que aprender a soportarlos y a convivir con ellos. Pero la rebelde naturaleza humana rechaza esa táctica apaciguadora. No le ha bastado al hombre con protegerse, con resignarse al miedo o con ejecutar, como los animales, las respuestas al temor prefijadas por la naturaleza: la huida, el ataque, la inmovilidad, la sumisión. Ha querido también sobreponerse al temor. Actuar como si no lo tuviera. Todo el mundo conoce la anécdota del mariscal de Turenne, conocido por su valor. Antes de entrar en combate, sintiendo que temblaba de miedo, se dijo: «¿Tiemblas, cuerpo mío? Pues más temblarías si supieras dónde te voy a meter». Valiente no es el que no siente miedo —ése es el impávido, el insensible—, sino el que no le hace caso, el que es capaz de cabalgar sobre el tigre. «Courage is grace under pressure», dijo Hemingway. Valor es mantener la gracia, la soltura, la ligereza, estando bajo presión. Pero esta llamada ascendente puede tal vez hundirnos más en la negrura, porque ¿cómo se puede esperar de mí que sea valeroso si mi corazón está roído, debilitado, vampirizado por el miedo?

¿Quién no desearía ser valiente? Todos experimentamos una nostalgia de la intrepidez. ¡Nos sentiríamos tan libres si no estuviéramos tan asustados! Entre Juana la Lista, que veía peligros por todas partes, y Juan sin Miedo, que los desdeñaba, la elección no es difícil. El valor es el valor supremo. ¿Qué es ser bueno?, se preguntaba el conmovedor Nietzsche, tan frágil, tan acosado, y respondía: ser valiente es bueno. Aunque nacemos todos miedosos, las culturas han elogiado siempre el coraje, y esta insistencia me hace sospechar que estamos avizorando algún elemento esencial de la naturaleza humana.

Sueño con una historia de la humanidad que cuente el empeño de la inteligencia para aceptar y manejar las emociones. Retornaría así a la senda abierta por Tácito, quien pensaba que por debajo de todos los acontecimientos históricos latía una pasión humana, o por Heródoto, que escribió: «La historia es una sucesión de venganzas». Este libro no aspira a tanto, pero estudia una de las más poderosas emociones que guían el comportamiento humano y, por lo tanto, la historia. Vamos a emprender un viaje al subterráneo país del miedo para explorar su laberíntica geografía, para descubrir la oculta fábrica de los espantos, las oscuras minas donde labora ese incansable roedor, y también para buscar —como los antiguos viajeros buscaban la fuente de la eterna juventud— una salida. El esclavo de la caverna platónica se escapa para ver la luz, que es el sol del conocimiento. El esclavo de mi kafkiano infierno quiere escaparse para calentarse al sol del valor, es decir, de la libertad.

Toda mi labor investigadora ha tenido como meta elaborar una teoría de la inteligencia que comenzara en la neurología y terminara en la ética. La dialéctica del miedo y del valor es un tema adecuado —más aún, paradigmático— para someter a contrastación y prueba cuanto he dicho en otros libros. Tal vez, sin confesármelo, he tratado en todos ellos sobre la valentía, acaso el problema que más profundamente me ha interesado. La humanidad es un proyecto de liberación que brota de unos mecanismos neuronales, es un proyecto valeroso que nace de una naturaleza cobarde. Nos enfrentamos al gran enigma de nuestra especie y al gran enigma de nosotros mismos.

Como he hecho otras veces, en esta obra transcribo sin avisar textos de otras obras mías. Me divierte que el lector no sepa a ciencia cierta qué libro está leyendo. (Esta frase, por ejemplo, pertenece a la introducción de La selva del lenguaje.) Pero, además, esas incrustaciones son como cambios de agujas que permitirían al lector pasar de un libro a otro sin descarrilamiento. En fin, creo que todo lo que escribo es un gran hipertexto, por decirlo en jerga moderna.

He procurado revisar la bibliografía más actual, y los clásicos más venerables, pero para no sobrecargar el libro he transferido todas las notas a mi página web, donde puede consultarlas: www.joseantoniomarina.net

I. CARTOGRAFÍA DE LOS MIEDOS
1. Un sentimiento proliferante y contagioso

No hay especie más miedosa que la humana. Es el tributo que hemos de pagar por nuestros privilegios. Como escribe Mower, «nuestra desarrollada propensión a ser previsores y a sentir ansiedad probablemente da origen a muchas de nuestras virtudes, pero también da razón de alguno de nuestros fallos más evidentes». La inteligencia libera y a la vez entrampa. Nos permite anticipar lo que va a suceder —información útil para sobrevivir—, pero puede pasarse de rosca y provocar esas patologías de la anticipación que tan bien conocen los psiquiatras. Vivimos entre el recuerdo y la imaginación, entre fantasmas del pasado y fantasmas del futuro, reavivando peligros viejos e inventando amenazas nuevas, confundiendo realidad e irrealidad, es decir, hechos un lío. Para colmo de males, no nos basta con sentir temor, sino que reflexionamos sobre el temor sentido, con lo que acabamos teniendo miedo al miedo, un miedo insidioso, reduplicativo y sin fronteras.

Página siguiente
Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer

Libros similares «Anatomía del miedo»

Mira libros similares a Anatomía del miedo. Hemos seleccionado literatura similar en nombre y significado con la esperanza de proporcionar lectores con más opciones para encontrar obras nuevas, interesantes y aún no leídas.


José Antonio Marina - La Inteligencia Fracasada
La Inteligencia Fracasada
José Antonio Marina
Jose Antonio Marina Torres - El talento de los adolescentes
El talento de los adolescentes
Jose Antonio Marina Torres
José Antonio Marina - La inteligencia ejecutiva
La inteligencia ejecutiva
José Antonio Marina
José Antonio Marina Torres - Ética para náufragos
Ética para náufragos
José Antonio Marina Torres
José Antonio Marina Torres - Elogio y refutación del ingenio
Elogio y refutación del ingenio
José Antonio Marina Torres
Jose Antonio Marina - Anatomía Del Miedo
Anatomía Del Miedo
Jose Antonio Marina
José Antonio Marina Torres - El aprendizaje de la sabiduría
El aprendizaje de la sabiduría
José Antonio Marina Torres
Jose Antonio Marina - Aprender A Convivir
Aprender A Convivir
Jose Antonio Marina
José Antonio Marina Torres - El laberinto sentimental
El laberinto sentimental
José Antonio Marina Torres
José Antonio Marina Torres - Aprender a vivir
Aprender a vivir
José Antonio Marina Torres
José Antonio Marina - La creatividad literaria
La creatividad literaria
José Antonio Marina
Reseñas sobre «Anatomía del miedo»

Discusión, reseñas del libro Anatomía del miedo y solo las opiniones de los lectores. Deja tus comentarios, escribe lo que piensas sobre la obra, su significado o los personajes principales. Especifica exactamente lo que te gustó y lo que no te gustó, y por qué crees que sí.